::02::

651 56 15
                                    

Después de terminar el trabajo eran ya las dos de la mañana, que bueno que lo hicimos juntos, porque hubiéramos tardado más por separado.

Junté la cama de Shou con la mía, Miura me miró sorprendido, sonreí y seguí organizando la cama. Mi plan era dormir en la misma cama que él, pero como Shou había salido, sería raro decirle que duerma en mi cama si hay otra cama a mi lado.

-¿Por qué juntas las camas?
-No me gusta dormir solo.
-¿Siempre duermes con tu compañero?
-No. Es diferente. Ya puedes acostarte...
-Ah, bueno.

Se subió a la cama de Shou y se acostó, apagué la luz y me acosté a su lado, pero en mi cama. Entraba un poco de luz por la ventana, podía ver todo. Su cara es extremadamente linda y sus labios hacen que quieras morderlos. Él estaba acostado boca arriba, a diferencia de mí, que estaba acostado mirándolo.

-¿Sales con alguien? -Pregunté.
-Am, no.
-Ya.
-¿Y-y tú?
-No.

Me moví más cerca a él, me miró, acerqué mi mano a su cabello y empecé a tocarlo, tan suave...

-Qué suave.

Él rió un poco, se giró hacia mí y entonces me acerqué más, nuestros rostros estaban separados por unos cuatro o cinco centímetros, sus ojos brillan y lo hacen ver tan lindo.

-¿Cómo fue cuando estabas en la secundaria? -Pregunté, trataba de averiguar algo.
-Normal. No fui popular ni sobresaliente, aunque mis notas eran buenas.
-¿Saliste con alguien?
-Tenía una novia en primer año, pero no funcionó.
-¿Por qué?
-Me di cuenta de que sólo la quería como a una amiga porque... Empecé a sentir algo por otra persona.
-Mmm ya veo.
-¿Tú saliste con alguien?
-No. Había alguien que llamó mi atención, pero nunca se acercó a hablarme.
-¿Por qué no te acercaste tú?
-No sabía cómo o dónde encontrarlo. Así que me era imposible.
-¿Cómo es eso?
-Ya te imaginas.
-¿Qué?
-Nada. Vamos a dormir ya, descansa.

Me acerqué más a él y lo abracé por el cuello, él se alejó sorprendido.

-Tranquilo... Ven.

Se acercó con lentitud, lo abracé esta vez por la cintura, su corazón estaba latiendo muy rápido.

-Lo que cocinas sabe muy bien...
-¿Los sándwiches? No es nada elaborado.
-Hablo de lo otro... Gracias.

Él no dijo nada, seguro estaba confundido o no sabía qué decir. Lo abracé con más fuerza y puse mi pierna sobre la de él y la enganché como si fuese una serpiente evitando que su presa escape.

Su cabello huele muy bien, todo él huele muy bien. Acerqué mi rostro al de él y escondí mi rostro en su cuello. Soy muy atrevido, pero nos conocemos hace tanto, aunque nunca hablamos, siempre estuvo en mi mente por cada comida que comí preparada por él.

-Me gusta mucho tu olor.
-G-gracias.
-¿Te gusta algo de mí?
-Eh, yo...
-Espero que tu respuesta sea "Todo" porque he estado esperando mucho por escucharte decir algo así.
-¿E-es verdad?
-Buenas noches, descansa.

Di un pequeño beso en su cuello, él se estremeció. Seguí abrazándolo, él tomó mi brazo sobre su cuerpo... Seguro quería tocarme pero tenía miedo de hacerlo.

Tomé su brazo y lo jalé haciendo que me abrazara por el cuello, con mi pierna moví la suya poniéndola entre mis piernas y volví a abrazarlo por la cintura.

-Ahora sí, dulces sueños.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Al siguiente día Miura estaba abrazado a mí, tomé mi celular estaba en la mesita a mi lado y lo abracé mientras miraba la hora, eran las once.

Mi amor platónico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora