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-Tu tarea no está mal, pero debiste esforzarte más... ¿Al menos prestas atención cuando te digo algo?
-Sí, lo hago.

Este cruel y franco chico es el hijo de una amiga de mamá, su mamá le pidió ser mi tutor y no se por qué aceptó si parece odiarme. En realidad nos conocemos desde que nací, el es dos años mayor que yo. Estoy en último año y el en universidad, por eso me ayuda.

No entiendo cómo me enamoré de un chico tan malo como él... Él es normal con los demás, pero conmigo es muy duro y cruel.

-¿Estás escuchando? Di algo.
-Sí, sí, te escucho.
-Bueno... La próxima vez trata de hacerlo mejor.
-Ok.
-Me voy ya. Nos vemos mañana, estudia el libro de matemáticas, no quiero venir a perder mi tiempo viendo cómo haces cosas mal.
-Sí, claro.
-¿En serio no te preocupa nada? Siempre tan relajado, no soporto ver tu descuido.

Lo miré, él estaba guardando sus cosas en la mochila. Me miró, es imposible concentrarme si tengo un tutor tan atractivo.

-Osamu. -Pronuncié.
-¿Qué?
-¿Mañana vas a la universidad?
-No. ¿Cómo crees voy a ir? Te dije que nos vemos mañana.
-Ajá.

Sólo quiero escucharte hablar y que no te vayas tan pronto. Seguí mirándolo desde mi silla, él de nuevo me miró.

-Siempre eres tan raro. Si quieres decir algo, dilo.
-No quiero decir nada. -Sonreí.
-Entonces, nos vemos...

Se levantó, tocó mi hombro como despedida y se fue...

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-Aki, Osamu está aquí.

Él entró a mi habitación. Su mirada es tan impredecible, se sentó a mi lado en la cama, me miró.

-¿Estudiaste?.
-Sí.
-Empecemos por matemáticas.
-Como quieras.
-Dame ese libro.

Se inclinó hacia mí, trataba de agarrar mi libro que estaba a mi lado, su cara se acercó a la mía. Tomé su mejilla rápidamente y le di un beso... Iba a morir de felicidad, él tardó en reaccionar. Me apartó con algo de fuerza, aunque no mucha. Parecía estar en shock. Limpió sus labios, no me ofende, siempre es cruel, así que... No me miró.

Abrió mi libro, luego tomó mi cuaderno y empezó a escribir unas cosas... ¿En serio va a fingir que no pasa nada? Ahg, lo detesto.

-Soluciona estas, voy a revisar las que hiciste antes.
-Bueno.

Su actitud había cambiado después de que lo besé, parece que lo irrito más que antes. Cuando algo lo irrita toca su cuello o su frente. Mientras miraba mis ejercicios tocaba su cuello con desespero, dejó mi cuaderno a un lado y se quedó pensando.

-¿Están bien?
-No los he revisado.
-Ah...

Ni siquiera lo estaba leyendo... ¿Está distraído? ¿Es por mí o por otra cosa? Seguro es otra cosa, no parece haberle importado mucho que lo besara.

-Vuelvo en un rato, olvidé algo en mi casa.
-Ok.
-No tardo.

Se levantó y salió de mi habitación... Su casa está a una cuadra, por eso dice que no tarda. Mientras esperaba resolví los ejercicios que me dejó.

Después de menos de veinte minutos volvió, nos miramos, rodó sus ojos cansado de mí, pero parece que fue inconscientemente.

-Qué rápido.
-Te dije que no tardaba... ¿Está terminado?

Tomó los ejercicios, los miró un poco y dejó la hoja sobre la mesa. Parece que hoy no tiene ganas de criticarme, sonreí.

-Voy a revisar todo más tarde. ¿En qué otra cosa te puedo ayudar?
-Estadística y geografía.
-Dame los cuadernos... ¿Qué es lo que no entiendes?

Le entregué los cuadernos y mientras los miraba le comenté mis dudas, me miró por un rato mientras seguí hablando, miró mis labios y después fijó su vista en los apuntes.

-Bueno, es normal que tengas esas dudas, a veces no nos explican de la forma más buena. Voy a enviarte un pdf, tiene toda la información... Sobre estadística, te daré unos ejercicios.

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Un viernes en la noche, después del colegio, fui con mis amigos al parque para divertirnos un poco, estábamos caminando.

En una banca estaba sentado Osamu, leyendo solo, no entiendo por qué le gusta estar solo. Lo miré, mis amigos seguían haciendo tonterías.

-Ey, chicos... Vayan al super primero, en un rato los alcanzo.
-¿Qué compramos?
-Lo que quieran.
-Ok.
-No tardes mucho, vamos a esperarte afuera del super.
-Nos adelantamos.
-Sí, sí. Bueno. -Respondí.

Caminé hacia él, me miró y su cara se volvió la de alguien poco amable, de pocos amigos. Me senté a su lado.

-¿Qué?
-¿Por qué estás tan solo?
-Porque quiero.
-¿Quieres que me vaya?

No respondió pero me miró, me acerqué lentamente, no se movió de su lugar, tomé su cuello y lo besé, respondió el beso un poco, no del todo... Me alejó con una mano y con la otra pasó el pulgar sobre sus labios.

-¿Qué haces acá?
-Pasaba por acá con mis amigos.
-¿Y tus amigos?
-Están comprando unas cosas.
-Entonces ve con ellos, ya me voy a casa. Nos vemos.

Se levantó y se fue... ¿Qué significa esto? ¿Puedo pensar que le gusto? ¿Está mal si vuelvo a besarlo? No parece que le moleste.

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Osamu no pudo darme tutorías por una semana, tampoco lo vi desde la última vez en el parque... Su mamá dijo que está ocupado con un festival en la universidad.

Era sábado por la noche, salí de casa porque mamá me pidió ir a comprar unas cosas a la panadería. Cuando volvía de comprar vi a Osamu entrando a su casa, me acerqué rápido, me vio.

-Hola. -Dijo seco y sin alegría, como de costumbre.
-Hola... Hace mucho no te veo.
-Me la paso todo el día en la universidad, salgo temprano de casa y vuelvo tarde. Por ser el último día de preparación salí temprano.
-¿Ya terminaste?
-No. Podré ir a verte después de mañana. Mañana estaré ocupado, es el festival.
-Ya...
-¿Dónde estabas?
-En la panadería.
-Bueno, compórtate bien, te veo luego.

Tomé su mano cuando iba a entrar a su casa, me miró como si supiera qué pienso, como si yo fuera transparente.

-¿Qué?
-Eh... Yo... -En realidad no iba a decirle nada, sólo actúe.
-Si quieres puedes venir al festival. Es en la noche. Cuando salgas del cole puedes ir.

Tiré de su mano, por alguna razón tenía muchos nervios... Su mirada es intimidante. Me acerqué, él cerro sus ojos y me detuvo.

-¿Qué vas a hacer?
-¿No puedo?
-¿Ves dónde estamos? Piensa.
-Sólo un poco, por favor. No te veo hace muchos días.

Tomó mi cuello por atrás y me acercó a él, me besó por dos segundos... Se toma muy en serio cada palabra.

-Dijiste "un poco"... Eso es un poco.
-¿Y si digo mucho?
-Vete a casa ya.

Me soltó y entró a su casa, me aburre que sea tan mata-pasiones... ¿Acaso no tiene hormonas? Parece que soy el único que no puede aguantar.

No entiendo si acepta eso porque somos conocidos de la infancia (no digo amigos porque nunca ha sido bueno conmigo) o si lo acepta porque le gusta... Al menos puedo decir que me besó, esta vez no fui yo. ¿Por qué cada vez me siento más nervioso al verlo? Se supone que si no lo vi durante tantos días no debería ponerme tan nervioso, creo (Porque debería gustarme menos o lo mismo, según yo).

Mi amor platónico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora