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Estuve un buen tiempo intentando buscar a alguien que quisiera estar en una relación.

Lo primero fue una chica; desastre, ella solo dijo que no quería salir con alguien con mejor cintura que ella, raro. Enserio ella era muy rara, es más era hermosa pero muy estúpida.

La segunda; ella fue directo a mis pantalones. Detente ahí loca. Ella enserio me asusto. Mucho. 

La tercera; ella me dejo plantado.

La cuarta; solo me pedía cosas costosas.

Durante mi quinta cita en un mes mi cerebro y mi conciencia realmente estaban artos…

*eres un idiota Izaya, ya basta de juguetear al gala*

*si, si busca un chico*

*mejor dos*

*uuuh! Mas diversión*

-esperen! Dos!?

*seguro que pues con dos*

-yo no lo creo

*porque eres virgen*

Durante ese tiempo me limite a pensar en Shizuo, no lo he visto, es ams no he ido a ver a Shinra solo para no toparme con el.

*que sacrificado*

*mas bien ¡que idiota!*

-ustedes no entienden

*claro que entendemos, somos parte de ti*

-aun asi

*sabes que estaré aquí para molestarte por el resto de tu vida?*

-nunca te callas?

*ñee…bien que tal si te emborrachas, llamas al rubio y le pides que te haga el favor de enseñarte como ser un ukesito*

-silencio! Ya no digas cosas absurdas!

*tu eres el absurdo*

-……

Durante las siguientes cuatro horas estuve frente al maldito espejo, buscando un atuendo bonito, arreglando mi cabello y peleando internamente con mi estúpida conciencia.

*no me llames estúpida*

Después de lucir o suficientemente lindo, tome mis cosas y me fui a un bar algo raro cerca de casa. 

El ambiente estaba bien relajado, había un ligero toque de incienso y estaba bastante buena la música. Pronto los tragos comenzaron a darme calor. Un sujeto bien guapo se me acerco, me pidió bailar y adivinen.

-e-espera

-estas bien bonito, nene

-m-mhg es-espera..es..que…ugh

Me estaba metiendo los dedos muy profundo, demasiado, estaba tan excitado que no me percate cuando me atravesó con su barita. Grande.

En fin, perdí mi virginidad en un baño de un bar, con un sujeto que no conozco. Estuvo bien rico debo decir.

*eres un sucio*

*pero eres mi ídolo*

De regreso a casa me sentía algo adolorido. Pero sonreía como el estúpido ex virgen. Desde ese día todo se fue al carajo, más bien a la verga. No me saltaba un fin de semana para meterme con cuanto hombre se me acercara, entonces sentía que al menos no tendría que sentirme solo. Comencé a salir con un chico, dos años mayor, tenía un buen departamento y un buen trabajo, también tenía alguna que otra empresa pequeña, era bien guapo, tenía un buen cuerpo y una cara bonita. 

-porque no vamos a cenar hoy?

-que?

-ya sabes como las personas normales 

-eso…significa que quieres una cita, conmigo?

-Izaya, levamos mas de cuatro meses de pareja, además no es como si fuese la primera vez que salimos juntos.

-lo se, solo, es que no quiero que me lleves a lugares caros

-pero, tu sabes a mi me gusta darte buenos lugares para que disfrutes  

*tan lindo, ve con el*

-supongo, esta bien 

Me beso suavemente y terminamos de almorzar. Me convertí en una especie de princesita que le dan todo, un buen departamento, un auto, ropa, perfumes, buenos viajes y buenas cogidas que de seguro no olvidare. 

Estuve bien por un tiempo, después todo me aburrió, supongo que a el también, terminamos de una manera amistosa, salíamos de vez en cuando, uno que otra cita y entonces nuevamente caí.

*jamás lo olvidaras Izaya, el es el único*

Después de casi un año y medio volví a mi departamento, mi casa, mi linda casa. Revise mis muebles, los cajones llenos de fotografías de su cara. Mis ojos aguados que ya había dejado de sentir.

-porque tiene que ser tan lindo.

Decidi salir y caminar un rato, todo esta muy cambiado, tan lindo, extrañaba esto. Por ir de despistado, choque con una cabellera castaña. 

-lo siento mucho no me fije

Hice una reverencia. Entonces mis ojos se abrieron por la sorpresa. 

-pulga

-Shizuo

Mi corazón estaba latiendo tan fuerte que sentí que el se daría cuenta.

-ha pasado mucho

-si…algo así

*esta muy calmado para ser el*

-luces bien 

Y pum! Mis mejillas rojas hasta mas no poder

-g-gracias

-Shinra…el ha estado mucho tiempo esperando que vallas a verlo, que e llames o algo 

-pensaba ir hasta allá

-tambien voy, vamos juntos 

Solo asentí, me muero de todo esto, mientras el me platicaba de su vida, yo intentaba contener las ganas de abrazarlo y decirle lo mucho que lo amo, lo mucho que quiero estar junto a el. 

-te has vuelto callado

-mmm

-es raro

-si…supongo

-dime tienes novio?

-que?

-novio?

-….yo…no

Un silencio algo extraño nos envolvió.

La tarde fue muy intensa, Shinra estuvo moqueando todo el rato, diciendo lo mucho que me extrañaba, después comenzó a llover. Decidí irme a casa, al igual que Shizuo. 

Solo que.

No esperaba que el…

-no vuelvas a irte…Izaya 

Un susurro caliente en mi oreja, mientras sus grandes manos apretaban mi cintura y mis pantalones se resbalaban por mis muslos, sentir su piel chocando con la mía, no tiene precio, nada se compara a esto. Mis lágrimas de felicidad. Su respiración en mi nuca. Mis jadeos. Los suyos. Mis labios y los suyos. Unidos en un callejón oscuro. Mientras el me volteaba para ver mi rostro lleno de lágrimas, mientras mi corazón latía con fuerza y era penetrado por su hombría. Mis oídos escucharon lo que siempre quise.

-por favor, sal conmigo







Cortos Shizuo x Izaya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora