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 A las afueras de la ciudad había, una gran casa, allí vivía una familia de tres personas, la mamá, el papá y un pequeño niño de cinco años; Izaya. No tenían vecinos asi que jugar con pequeños como el era un deseo que no se cumpliría, al menos aun. Su madre era una famosa modelo y reina de un imperio en las tiendas de maquillaje y joyería, ella siempre lucia bien, incluso cuando quedo embarazada lucio su pequeño abdomen frente  a las cámaras. Su esposo era un hombre de negocios, hijo de buena familia y heredero de una gran fortuna de parte de sus abuelos. Ambos habían deseado u hijo cuando a penas tenían veinte y dieciocho años, querían ser padres jóvenes y tener mucho tiempo para ver crecer a su pequeño, ella siempre deseo un varon, a él no le importaba mientras fuese con la mujer que amaba. Dichosos por la llegada del pequeño a su familia, decidieron irse de la ciudad, asi podrían tener privacidad y su pequeño crecería rodeado de buenas cosas. Izaya había nacido siendo un niño prodigio, inteligente y astuto, guapo y además de tener un maravilloso cerebro, estudiar en casa le dio los beneficios de aprender de una manera mas intensa y profunda las materias y los talleres que debía tener.

Sus padres no le prohibían que saliera de casa, pero si que evitara entrar al bosque, muchas leyendas contaban que allí muy profundo se encontraba una criatura, peligrosa y demasiado astuta como para no aprovecharse de los viajeros y excursionistas que se adentraban en sus tierras. 

Cuando Izaya crecio y escucho relatos de personas que lo habían visto, decidio que debía también ver algo sorprendente, con solo dieciséis años se adentro en el bosque unas noche mientas sus padres aun dormían, tenia miedo, estaba oscuro y os sonidos eran extraños, eso no le impidió seguir, mientras avanzaba la noche el mas y mas se adentraba en la arboleda. Sin saber lo que pronto encontraría.

Pronto el sol salio, sabia que sus padres debían estar muy molestos y preocupados pero es que era demasiado curioso esa no era su culpa. Siguió su camino hasta toparse  con una señal…”prohibido el paso”….mas para aumentar su curiosidad. Siguió y en algún momento ya no había camino, había caído en una especie de acantilado, golpeo algunas rocas en el descenso hasta llegar a un rio que lo llevo con el, no sabia nadar y su pierna estaba fracturada igual que su brazo. Tuvo suerte de encontrar un viejo tronco flotando frente a el, sujetado fuertemente llego a lo que parecía el final de aquel horrible paseo. Como pudo llego hasta la orilla, allí se sento sobre unas rocas y tomo su polera para hacerse un torniquete en el brazo que aun sangraba.—tal vez no fue buena idea venir solo—tomo un palo cerca de el y comenzó a caminar lentamente, allí había mucha humedad. Era como estar en la selva y no en un bosque, al seguir se encontró con un  hermoso estanque celeste, el agua era tan clara que el fondo podía verse, era un lugar inmenso, rodeado por arboles frutales, que el jamas vio, había aves que no había visto jamas y en el centro de aquel paraíso había una especie de mini isla, con un enorme árbol y un columpio en una de sus ramas, también pudo ver un asiento de piedra y algunas rocas brillantes. Se sento en la orilla, tomo su cámara y comenzo a fotografiar, mala idea.—¿quien eres tu? ¿Porque estas aquí?—una ronca voz se escucho salir no sabia de donde pero estaba asustado, al parecer lo de la criatura era verdad. Su cámara le fue arrebatada por un hombre rubio que emergio de las profundidades, tenia los ojos color miel, estaba solo la mitad de su bello cuerpo fuera del agua.

-l-lo siento mucho, yo no quería molestarlo

-como llegaste aquí?

-b-bueno es que oí historias de aquí, quería ver que tan real era. Pronto vio como una especie de remolino de agua se formaba bajo el hombre bajo el, una hermosa cola de sirena se mostro.

-querias ver la criatura que vive en lo denso del bosque? 

Sin palabras Izaya solo movio la cabeza afirmando la pregunta de aquel sujeto.

Cortos Shizuo x Izaya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora