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Quería hacer alguna cochinada, así que salió algo como esto, espero que les guste ☁️☁️☁️☁️🌱





Izaya movía lentamente su boca, estaba tratando de ver la cara de su enemigo al venirse, pero nada, llevaba un buen rato y Shizuo seguía como si nada.

-Shizu-chan, al menos se siente bien?

-mmm, si pudieras meterlo todo en tu boca seria fabuloso y te daría tu porción de leche que tanto te gusta.

El rostro del azabache se tornó rojo y comenzó a inhalar despacio, respiraba lento y dejaba que sus manos se posaran en los muslos de Shizuo que aún estaban cubiertos por el pantalón. Su lengua se enrollo en el enorme falo que Shizuo tenía dispuesto para él. Cuando lo metió todo dentro lo saco y volvía a hacerlo de nuevo, en la ultima su lengua lamio toda la extensión haciendo que Shizuo eyaculara en su cara.

-valla, lo has hecho estupendo, que tal si ahora me dejas ver ese agujerito tuyo tan lindo.

Se sentía glorioso, se acomodó en el piso donde en cuatro abrió lo más que pudo sus nalgas y a gritos le pedía a Shizuo que lo penetrara, algo que no sucedió cuando sintió que su ropa interior y pijama se humedecían. Despertó y se llevó sus manos a la cara, cubriendo sus lágrimas, otra vez un sueño que acababa haciendo que el cuerpo del pelinegro se calentara y terminara por mojar su ropa interior además de correrse con solo imaginar lo que podía hacerle el rubio. Si tan solo lo viera con esos ojos. Era obvio que Izaya había perdido las esperanzas de que el hombre más fuerte de Ikebukuro le diera el más intenso polvo de su vida.

Era verano y Shinra había planeado irse de vacaciones con sus amigos, en eso estaba incluido Izaya, aunque sabía que no aceptaría ir con ellos, Shinra no sabía lo depresivo que se había vuelto Izaya, si hasta su secretaria era capaz de hacer que el cocinara y le aumentara el sueldo. Casi no sonreía, su cabeza estaba en blanco, dejo de trabajar y se encerró en su departamento solo a imaginar lo estúpido que era si fuese más lindo tal vez Shizuo se hubiese fijado en él.

Salió de casa, debía hacer unas compras, para su suerte Shinra y Shizuo estaban en el supermercado, Izaya no los vio, solo compro algunas cosas y se quedó pegado en los potes de helado en la nevera frente a él.

-………chocolate….tal vez….

Soltó un suspiro para luego tomar el pote.

-Orihara-kun!?- Del puro susto Izaya soltó el helado—estas bien? 

-q-que? 

-luces delgado y pálido, aunque siempre lo has sido

No se había fijado en Shizuo que estaba detrás de Shinra. Pero cuando logro hacerlo sus mejillas se tornaron  rojas y se echó a correr.

-qué demonios le pasa a esa pulga

-mmm, no lo sé, pero iré a verlo ahora, algo no me gusta

-iré contigo

-solo no lo vallas a golpear, esta algo bajo de peso. 

-está bien 

Pronto llegaron al departamento, la secretaria de este iba saliendo y por suerte se encontró a la persona que era medio culpable del estado de Izaya.

-Namie que es lo que sucede con Orihara-kun?

-bueno, encontré su diario, comenzó a escribirlo desde que conoció a Shizuo, así que ya se harán una idea. Les entrego el diario, rosado con una foto de Shizuo en corazones. 

-pero que…

-está dentro?

-no, se supone que iría a comprar

Cortos Shizuo x Izaya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora