Capitulo 4: Los visitantes

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Dibujo por la artista: zoka.conpan. Busquenla en instagram.

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Si Rize había algo con lo que fue bendecida en toda su vida fue con el poder de la observación, un poder que le permitía estudiar sus entornos, sus victimas, sus enemigos, analizaba su situación con su medio hermano Nimura, el bastardo tenía varias ventajas sobre ella (que no estaba encarcelado, ni tenía un aparato de la muerte insertado en la espalda baja), pero ella tenía un segundo poder sobre él que no se había dado cuenta.

"El poder de la seducción..."

Las personas eran curiosas, todas buscan el mismo fin: la felicidad.

Todos querían el placer de la vida y no preocuparse, era una meta que todas las personas tanto ghouls como humanos perseguían todos los días, Nimura no era la excepción, él la quería de una forma retorcida, pero lo conocía de niño y sabía de su cariño hacia ella, sabía que él todavía quería que los dos estuvieran juntos, jugaran a la casita y buscaran la felicidad aun si eso significara que ella no estuviera de acuerdo con él y la arrastrara con un grillete atado al tobillo.

Los días pasaron y ella siempre recibía visitas de Nimura por los días (no todos porque llamaría la atención), siempre conteniendo su rabia por la broma del bolígrafo de choques eléctricos del otro día.

—¿Te has portado bien?. —Le preguntaba su medio hermano.

—Define bien. —Ella respondía neutral, guardaba las manos en su regazo para que no la tocara.

Nimura le sonreía amistosamente metiendo su mano por el hueco de la celda, como si fuera una serpiente buscando en las penumbras su mano.

—¿Has mordido o has llamado "pervertido" a alguien?. —Él alcanzó su mano, pero ella fue mas rápida y tomo de su mano como si lo detuviera pero seguían viéndose a los ojos.

—No, pero deberías controlar a los investigadores que han querido verme cambiarme de ropa, no soy un espectáculo ¿sabes?.

—¿Quiénes fueron?. —Preguntó Nimura interesado.

Rize sonreía en sus adentros, le mencionaba características de los investigadores que ella consideraba "pervertidos", él hacia una lista mental y mágicamente aparecían en su tazón de comida, comprobaba que Nimura le creía todo lo que le decía, pero también era una persona retorcida, por lo que jamás comía de lo él que le ofrecía, lo probaba frente a él y lo tiraba al escusado cuando se iba, le daba miedo que estuviera envenenada la comida. Se sentía angustiada porque al paso que iba moriría de hambre, ya que solo Nimura le daba de comer, le daba miedo probar lo que su medio hermano le ofrecía y llegaba la noche...

Kaneki (o Haise Sasaki que eran la misma persona) la visitaba ciertas noches para hablar, aparecía entre las 11 a las 1 pm, era como un espectro (claro era el cegador negro como había escuchado que le decían), parecía la muerte andante caminando lentamente con esa mirada de cazador, vestido todo de negro, llevando consigo un olor a sangre, pero no le tenía miedo; Ella con los días de hambruna (que apenas se le empezaban a notar) tenía la extraña esperanza de fingir su muerte y que le abrieran la puerta para salir de su encierro era un plan peligroso, pero si ya era una condenada a muerte ¿qué mas podía perder...?

Tenía su extraño poder de observación con Kaneki...y empezaba a tener su segundo poder con el cegador negro desde cierta noche.

Ella estaba dormida recargándose en el vidrio de la celda arriba de la mesa (cerca de la luz) con una revista desgastada en su regazo, cuando Kaneki se acercó a su celda.

—Rize...—Kaneki la llamaba, pero ella no respondía.

Rize no fingía dormir, se había quedado dormida y el equilibrio de su cuerpo comenzó a fallarle, el investigador de cabello negro volvió a llamarla, pero ella cayó de la mesa sin todavía poder despertar.

La teoría del caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora