(narra Cole)
Estaba confundido. Cada vez que él me hablaba no sabía qué responder, como si me quedara sin aire, o me olvidara de cómo hablar.
Cada vez que él, Billy, me miraba, yo sentía que no me podía mantener en pie. ¿Era por el miedo que le tenía? ¿O era simplemente la rabia porque molestara a una de mis pocas amigas? O... O quizás era algo más?
- Bueno. Sientense, mocosos - El profesor Phillips entró y todos hicieron silencio y se fueron a sentar rápido.
- Cole, ya te puedes sentar del lado de los chicos. Por favor, a lado del señor Andrews.
Mierda, ¿por qué justo él? Sentí como mis mejillas se tornaban un tanto rosadas, así que decidí tomar mis libros rápido y ocultar mi cara en ellos. Noté como todo el salón me miraba y se reía, también escuchaba cómo Anne los regañaba por burlarse.
- ¿Te ayudo? - Sentí cómo Billy se acercaba a mí y tomaba algunos de mis libros, y me sonrojé más aún cuando sentí que sus manos rozaban las mías.
- G-gracias.
- Bueno, sientense.
Estuve toda la clase, que por cierto no recuerdo de qué iba, mirando al vacío. De a ratos sentía su mirada clavada en mí.
No lo iba a mirar, o al menos intentaba de no hacerlo.
¿Qué me pasa? Esa es la pregunta que me hacía a diario. ¿Qué tengo con él? No puede ser amor, está mal. O al menos eso diría mi madre.
A veces desearía poder ser como la tía Jo, nunca se sintió avergonzada de quién es.
- ¿Cole? - Alguien me sacó de mis pensamientos - ¿Estás bien? - Era Gilbert.
- Sí, sólo estaba pensando.
- Bueno, ya es hora de irnos, por si no te diste cuenta. - Se rió.
Me apuré a agarrar mis cosas y salí de la escuela. Tenía que llegar temprano porque mi mamá me había pedido que llegara a tiempo para hacer la comida, y sabía lo que me esperaba si llegaba tarde. Tenía que ayudar con la casa porque eramos demasiados. Estaba tan apurado que ni siquiera me despedí de Anne ni de Diana.
Lo que no esperaba era que Billy siguiera allí.
- ¿Te acompaño?
- Sí... S-si quieres - Seguía sin entender por qué me ponía nervioso cada vez que se acercaba o me hablaba, ni que pudiera matarme.
- Tranquilo - asentí y empezamos a caminar.
- ¿Por qué estás siendo tan amable conmigo? - me miró - Digo... Creía que no te caía bien. - Se rió cuando dije eso.
- Sí... Creo que quiero dar vuelta la página, ya sabes... Fui un idiota.
- Sí, lo fuiste - Se hecho a reír. Era muy lindo cuando reía, su sonrisa, sus ojos, sus hoyuelos.
Esperen, ¿Por qué estaba pensando así de él? Osea no negaba que era lindo, pero acaso me gustaba?
Seguimos caminando en silencio un rato, y en un momento noté cómo nuestras manos se rozaban. De repente me sentí como en alguna de las novelas que Anne leía. Esas de amor trágico que ella adoraba y nunca se cansaba de leer, esos en los que los protagonistas sienten algo tan profundo e inexplicable que no saben describir. No saben cómo actuar cuando esa persona está cerca.
- Perdón, no quise... - Comencé a disculparme cuando me dí cuenta de que había tomado su mano sin querer.
- No, está bien Cole - me interrumpió - No me molesta. - ¿Eso significaba que sentía lo mismo que yo por él o que no me disculpara porque para él no tenía importancia?
Podría haberle hecho millones de preguntas que de repente se formaron en mi mente, pero para no quedar como un idiota otra vez, me límite a simplemente sonreír.
- Bueno, si quieres puedes irte desde aquí hasta tu casa. Mi madre me espera y no quiero llegar tarde. - Y enserio que se me había hecho tarde.
- Bien, te veo mañana. - Se acercó a mí y dejó algo parecido a un beso en mi mejilla. Se dió la vuelta y se fue corriendo. Se suponía que tenía que llegar temprano, pero me habría quedado allí, con los pies clavados en la tierra, procesando lo que acababa de pasar.
Definitivamente sentía algo por Billy Andrews.
- ¿Por qué esa sonrisa de bobo? - dijo mi madre al verme sonriendo de esa manera.
- Oh... No es nada.
- Bien, entonces será mejor que te apures con la comida.
Cuando terminé, fui hasta la casa en el bosque y, aprovechado que Anne no estaba, me pase lo que quedaba de la tarde pensando en lo que había pasado e imaginando cómo sería todo si Billy no estuviera en mi vida.
Aparentemente me quedé dormido porque cuando reabrí los ojos, fue por un grito de Ruby.
- Cole, me asustaste. Pensé que eras el zorro otra vez.
- Lo siento, creo que me quedé dormido. ¿No había matado Billy al zorro?
- No. Salió a buscarlo pero no lo encontró, y por poco tira la casa gracias a eso.
- Cierto. Será mejor que corra antes de que mi madre se dé cuenta de que salí. - Dicho esto, salí corriendo hacia mi casa.
- Cole Mackenzie - Mierda, se dió cuenta - ¿Dónde estabas hijo?
- Lo siento, mamá, debía llevarles algo a los Cuthbert. Un libro que Anne me prestó y nunca leí, ya era hora de que lo tuviera de vuelta.
- Está bien, la comida ya está servida, así que ve a lavarte las manos. - Me di la vuelta para hacer lo que se me había pedido, pero ella me frenó - Ah, y Cole, ¿Cómo se llama tu amigo? - Se me heló la sangre, ¿Había acaso venido Billy sin avisarme? ¿Nos había visto?
- ¿Q-quien, mamá?
- Uno morocho, alto y flaco, con ojos color miel. - Sentí cómo me calmaba de repente.
- Gilbert - dije soltando un suspiro - ¿Dijo qué necesitaba?
- Vino a preguntar si estabas bien, dijo algo de que hoy estabas algo distraído.
- Estoy bien, me voy a lavar las manos.
Estuve el resto del día pensando en como iba a ver a Billy a los ojos el día siguiente. Ni siquiera sería en la escuela. En Avonlea, los Barry todos los años organizaban una fiesta, y todos asistían así que supuse que Billy iba a querer hablar sobre algo. Quizás no, pero siempre es mejor estar preparado, así que pensé en lo que podríamos hablar y las cosas que podría decir para no quedarme callado otra vez.
Obviamente, todo se borró de mi mente en el momento en que lo ví. Tan arreglado, bien peinado, con un lindo traje y sonriendo de esa manera tan característica suya.
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Eres gay? (POV de Cole)
Fanfiction- ¿Estás...enamorado de él? - dijo Anne sin pensar en lo que decía, pero Cole se quedó callado - ¡Estás enamorado de él!