XIX

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Jorge


Empezó el evento con Alex metiendo la pata. Es que lo sabía. Estaba seguro de que no iba a ser capaz de aguantar todo el evento sin hacer alguna de las suyas. Pero esta vez no pudo esperar ni un segundo para armarla. Es como un niño.

No sé por qué le tengo tanto aprecio. Somos muy diferentes. Bueno... Puede que sea precisamente por eso.

Después de aquel momento, las cosas fueron bien. Todo según lo acordado. Primero hablaron de Coincidence, luego de Fate, explicaron los enlaces de ambas historias, las diferencias y similitudes... Todo en orden.

Pero ahora tienen que comenzar las preguntas de los fans. Y me dan verdadero miedo las respuestas que puedan dar.

Sí, sobre todo las de Alex.

—Bueno, empezaremos con alguna pregunta para la escritora —nos dice la presentadora—. Primero, ¿cómo se te ocurrió escribir la historia de los padres de Adri? ¿En qué te inspiraste y cómo fue volver a la época de los noventa?

—La gente solía preguntar mucho por Carme y Joan —cuenta ella mirando primero a Hèctor y a Ire, y luego a cámara otra vez—. Querían saber detalles con los que yo misma estaba intrigada. Y la verdad es que mis postpartos me inspiran para escribir, no sé bien por qué —tras una pausa en la que todos reímos, ella prosigue—. Creo que mi familia, sin darse cuenta, es fuente de inspiración muchas veces. Y con respecto a lo de los noventa, fue al principio algo caótico. Es decir, no era normal tener un móvil, no había miles de canales de televisión, no estaba todo informatizado... ¡No había pizzas a domicilio! —y todos volvemos a reír—. Pero en cuanto fui metiéndome en esa época junto a Carme y Joan, todo fue más sencillo.

—También preguntan cómo puedes sacar tiempo para escribir, teniendo otros trabajos.

Laura resopla con gracia antes de contestar a eso.

—Me divierto escribiendo —comienza a decir—. Sólo eso. Es algo divertido que me entretiene y relaja. Escribir es meterte durante un rato en un mundo que tú misma puedes dirigir como más te guste. Es como quien va a correr al salir del trabajo o quien pinta figuras de colección. Yo... Escribo —concluye, encogiéndose de hombros.

—Aquí hay otra pregunta, ¿cómo haces para relacionar personajes en ambas historias?

—En realidad no hago nada especial. Son ellos, los personajes, los que van relacionándose solos. A veces me doy cuenta de esa relación mientras ellos mantienen una conversación y otras veces me viene a la mente mientras trabajo, sin más. Me parece divertido mezclar personajes y es por lo que lo hago.

Sonrío con esa forma de explicarse que tiene mi mujer. Ella parece que siente mi sonrisa y levanta la vista un instante hacia mí para devolvérmela.

—Por aquí también están preguntando por tus rutinas y manías de escritora.

Laura se ríe al escuchar la pregunta.

—No tengo una rutina —comienza a contestar—. Escribo literalmente cuando tengo un rato. A veces son veinte páginas del tirón y luego paso dos semanas sin tener tiempo para nada más que un par de hojas. Escribo en cualquier sitio, a cualquier hora, de cualquier forma. Soy un caos —y vuelve a reírse con algo de vergüenza—. Y manías creo que tengo pocas. A lo mejor mi familia, que es quien me soporta cuando estoy escribiendo, sabría decir alguna —desde lejos le hago un gesto como si bebiera de una taza, y ella sonríe—. Mi marido me acaba de recordar una. Y es que tengo que tener cerca una taza de té de una marca específica y un sabor concreto durante todo el tiempo que dure una escena. Cuando esa escena termina, tengo que terminar esa taza y cambiar el sabor antes de empezar otra escena.

Resist (with love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora