You and I - Niall Horan Fanfiction

Capítulo 3

#Narra Niall

Cuando llego al parque, observo a Louis y Zayn mirando a su alrededor como dos babosos perdidos. Creo que haberlos llamado para que espiasemos a Bella no fue una de mis mejores ideas.

Camino hasta ellos y no se dan cuenta de quien soy yo hasta que me tienen delante de sus narices.

-Al fin llegas Niall -menciona Louis, clavando su mirada azul sobre mí.

-Hola chicos -contesto.

-Y... ¿Ya has buscado a tu amor? -pregunta Zayn, cubriendo su vista del sol.

-Ya dejenlo, no es mi amor -les aclaro algo furioso.

-El señor mentiroso acaba de hablar -dice mi amigo cegado por la luz natural brillante de la tarde.

-¡Ya basta! -comienzo a enojarme.

-Seamos sinceros Niall, ¿te gusta? -Louis se incorpora a la conversación, mientras acomoda su cabello castaño y da una ojeada al paisaje que nos rodea.

Medito su pregunta. ¿Realmente me gusta Isabella? No. Bueno, tal vez un poco. No es la gran cosa, solo es linda. Lo único que siento por ella es atracción física.

¡Al Diablo! Me gusta, para qué negarlo.

-Si, me gusta. Lo admito. ¿Contentos? -clavo mis ojos en el piso para evitar el contacto visual.

-Aww, estás enamorado - se burla Zayn. Alarga su mano para pelliscar mis mejillas pero un manotazo le es sufieciente para entender que no estoy de humor para sus chistes.

-No siento amor por ella, solo deseo su cuerpo -contesto.

Luego de pasar aproxidimadamente cinco minutos escuchando sus burlas, emprendemos nuestro camino para encontrar a Isabella.

-Miren, alla está -exclamo más alegre de lo que esperaba.

-Está con alguien, pero no la distingo -responde mi amigo de cabello castaño.

-Está con Emily. Es muy bonita -dice el morocho.

-¿Quien? ¿Emily o Isabella? -me alarmo.

-Estoy hablando de Em, tranquilo. Bella es tuya -intenta calmarme.

-¿Qué les parece si nos acercamos? -ofrece el de ojos azules.

#Narra Bella

No puede ser, ¿qué demonios hace Niall aquí? Debería estar pasando el tiempo con sus amigos. Bueno, en realidad está con ellos, ¡pero no tendrían que estar aquí! ¿Y ahora que hago? ¡Oh por Dios! ¡Se están acercando!

-Bella ¿qué es lo que miras? -pregunta mi amiga.

-Este chico, ¡Jesus no lo soporto! -digo frustrada.

-Humm, lo que tu digas.

-¿Qué insinuas? -me volteo a mirarla seriamente.

-Bella, te conozco muy bien -hace un pausa y hace enfasis en lo que dice a continuación-. Sientes algo por él.

-No lo se, puede ser pero creo que me odia -argumento.

-¿Por qué lo dices? -me cuestiona.

-Lo presiento -le contesto observando como se acerca el grupo de la perdición.

Emily está a punto de decir algo, cuando le indico que el grupo encabezado por el rubio teñido se acerca.

-Hey chicas, ¿como andan? -nos dice un chico con aspecto temerario.

Es más alto que yo, su pelo lacio, castaño y despeinado enmarca su cara de una manera rebelde, lo cual combina a la perfección con su vestimenta dark.

Sus ojos son de un increíble azul llamativo, unos tonos más oscuros que los de Niall, como del color de un cielo que puedes apreciar en la tarde, cerca de la noche.

-Bien hasta hace unos segundos -contesto desganada. Niall rie con ironía y me lanza una mirada cargada de cualquier pensamiento, menos positivo.

-Tan simpática como siempre, Isabella -me dice amargado.

-Emily, ¿por qué mejor no nos vamos? -le sugiero.

-Vamos chicas, quedense. Solo vinimos a conversar -nos dice un morocho increiblemente atractivo. La sonrisa que nos muestra es irresistible y cuando lo miro a los ojos me siento mejor al notar que no soy la única de los cinco presentes que no tiene ojos claros.

-Claro, solo conversar -responde con malicia mi hermanastro.

-Em, no se lo que quieras hacer tú, pero yo me voy. Debo estar en mi casa para las 6:00 -oberservo como la cara de Niall se transforma, pasa de enojo a sorpresa. Probablemente recordó la hora de vuelta a casa impuesta por mi madre-. Me voy. Adios.

Recibo el saludo de todos y me retiro de allí, no solo porque está Niall, sino porque ya es demasiado tarde y está oscureciendo.

Comienzo a apreciar las casas a medida que me acerco a la mia. La luz natural del sol desaparece para dejarle el lugar a la artificial. Empiezo a sentirme insegura cuando la presencia de alguien más me acompaña.

Alguien me agarra el bolso y soy fuertemente tirada al piso. No le puedo ver la cara porque en la caida quedo boca abajo. El atacante se ha sentado a horcajadas sobre mi espalda y por eso estoy inmovilizada. Los gritos no me salen pero mi desesperación se ve plasmada en las lagrimas que caen al suelo. Está sacando todas las pertenencias de mi bolsa y las que no le sirven son tiradas al piso. Decido quedarme quieta y callada, pero los temblores que se dispersan por todas mis extremidades no ayudan.

Una sensación de liberación se apodera de mi anatomía cuando el cuerpo pesado sobre mi se retira. Mi primera opción es pensar que ya encontró lo que necesitaba y se ha largado, no obstante una segunda idea me llega cuando escucho las imploraciones de una persona, alguien le está pegando. Inmediatamente me reincorporo y observo anonadada a mi salvador.