Vemos como mi mamá desciende los escalones en su vestido de novia, lista para la boda. Es largo hasta los pies con una cola que la sigue, no muy extensa. El escote es sutil y delicado; el color es el tradicional. Sus zapatos no se ven debido a la longitud de la tela, pero por el ruido que causa a cada paso, diría que tiene unos tacones.
Luce preciosa, a decir verdad me siento feliz de que se case con alguien tan bueno como Simon, aunque eso traiga una desventaja consigo: no poder estar con Niall.
La felicidad de mi madre es mi primero.
-¡Wow! ¡Te ves hermosa! -le digo.
-Gracias hija, me vas a hacer sonrojar -pisa el último escalón.
-Dios mamá, no puedo creer que te vayas a casar por segunda vez.
-Tampoco puedo creer que mi padre lo haya vuelto a intentar.
-Gracias por los cumplidos -repite- necesitaba que alguien me animara el día ¿saben? Estoy un poco nerviosa.
-¿Nerviosa? ¿En qué sentido? -pregunto.
-¿Nerviosa porque tiene dudas? O ¿nerviosa de felicidad? -Niall la interroga.
-No lo se, quiero decir amo a Simon, pero mi primer matrimonio no resultó tan hermoso como deseaba, y no quiero que suceda lo mismo con este -explica.- Aunque a la vez me siento feliz y emocionda, esperando esto con ansias pero...
-¿Pero qué? -intervengo.
-Es solo que lo amo y quiero hacer las cosas bien esta vez.
-No se preocupe Amanda -mi madre lo mira con mala cara.
-Niall, en unas horas me casaré con tu padre, así que creo que puedes empezar a llamarme mamá.
-Está bien, lo siento Aman... Quiero decir mamá -se corrije- a lo que voy es que mi padre te ama, y sé que no se casaría con alguien sino es por amor. En este matrimonio les irá bien a los dos.
-Yo opino lo mismo, creo que Simon te ama mucho, demasiado. Incluso más que papá -agacho la cabeza.
-¡Gracias chicos! Los quiero tanto -dice mientra nos abraza. Luego nos suelta y continua.- Bueno será mejor que vayamos saliendo, un casamiento nos espera.
Ambos asentimos y juntos nos alistamos para ir al auto.
En la iglesia despedimos a mi madre; entramos y tomamos asiento en uno de los primeros asientos. Durante el recorrido hasta el banco encuentro muchos rostros conocidos y otros no tanto. Saludamos a todos con la mano y silenciosamente nos sentamos.
-Todo está muy lindo decorado -digo observando a mi alrededor. Listones blanco de gaza con flores amarillas artificiales decoran los asientos de madera. Una alfombra roja se despliega desde la entrada hasta el altar. El sol de la tarde atraviesa el vitiró del establecimiento. Figuras católicas nos rodean y los pilares que contienen el agua bendita se encuentran en los laterales.
El cura y Simon hablan muy a gusto; no parece tan intranquilo como lo estaba mi mamá.
Mis ojos vuelven a centrarse sobre el chico a mi lado y me quedo sin respiración cuando su profunda mirada se clava en mí.
Quiero besarlo pero no puedo hacerlo frente a todas estas personas.
Se inclina un poco para acortar la distancia.
-Eres hermosa -susurra cerca de mi oido. El estremecimiento recorre mi piel.
-Me vas a hacer sonrojar -le digo- ¿en serio crees que soy linda?
-Linda es poco.
-Tú te ves muy sexy -le murmuro.
-Gracias -me mira de una manera pícara.
-Ya quiero que sea la luna de miel -le digo en el mismo tono bajo.
-Yo también -dice emocionado.
Mi madre se hace presente en la casa de Dios y pequeñas lágrimas recorren mi cara. Niall aprovecha la situación y me abraza; su olor a desodorante y perfume de Dior son la combinación perfecta para un afrodicíaco femenino.
Los votos son pronunciados, las promesas son dichas y bajo la bendición del Señor, son unidos en sagrado matrimonio.
Al terminar la ceremonia y luego de muchas fotos, esperamos a la feliz pareja fuera de la iglesia para arrojarles pétalos de rosas.
Familia y amigos conducimos nuestros autos a un gran salón. Allí pasamos la noche y madrugada, entre comidas, bailes y risas a causa de parientes borrachos.
Festejamos hasta las 6 am; casi todos en el lugar estaban ebrios, Niall y yo somos la excepción. Hablamos de lo que haremos durante la semana, a los lugares que iremos y de la sorpresa que él me tiene al llegar a casa.
Nuestros padres se retiran en una limosina blanca con un cartel de "Recién casados" sobre la patente; latas sonoras cuelgan sobre esta.
Nos vamos a casa por nuestra cuenta; Niall ha bebido un poco, pero puede conducir. Yo estoy emocionada por la sorpresa que me tiene preparada. No puedo contener mis ansias
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You and I - Niall Horan Fanfiction
FanficDe repente ya no eran simples caricias en la noche, era el tacto de la perdición. Su voz y el roce de sus palabras quebrantaban la frágil barrera sobre mi corazón. Fecha de publicación: 1 de enero de 2015.