-¡Eric! -lo llamo en un grito desde la planta baja.
-¡Ya voy mamá! -su respuesta se oye fuerte y clara desde su cuarto en el piso superior-. No encuentro mi remera.
-Apresúrate, tu padre debe de estar por llegar en cualquier momento -me paro sobre mi pie derecho y dejo todo mi peso recargado ahí, mientras me inclino hacia la baranda de la escalera.
-La busqué por todos lados y no está -diez años de inquietud pura encerrados en un cuerpesito, se hacen presentes ante mí unos escalones más arriba.
-¿Ya revisaste debajo de tu cama? -le pregunto al pequeño rubio.
-No -contesta sin querer darme la razón.
Entonces el timbre suena y sus pequeñas piernas corren a toda velocidad hacia su cuarto. Me rio ante su desesperación mientras camino hacia la entrada.
-Llegas tarde -le informo al instante en el que lo dejo pasar.
-Sí, lo sé. Lo siento -me responde tiritando por el frio-. Estos guantes de goma son difíciles de conseguir allá y había mucho tráfico.
-Claro -pongo los ojos en blanco.
Boo observa la escena aburrido desde el sofá, el pobre ya está viejo como para andar correteando por ahí.
De repente un torbellino en forma de niño desciende las escaleras a toda velocidad, ha encontrado la remera de su equipo favorito de football. Se para junto a su padre y no puedo ocultar mi sonrisa ante la imagen frente a mis ojos. Eric es la versión miniatura de Niall, ambos comparten el rubio color de cabello, una mirada dominada por el celeste y un gran carisma. De mí solo ha heredado una pequeña nariz y el sarcasmo.
-¿Ya estás listo? -mi esposo le pregunta a nuestro hijo entretanto le revuelve el pelo.
-¡Sí! -contesta saltando-. ¿Podemos irnos ya?
-Primero debes saludar a tu madre -esa respuesta hace que se desespere más.
Me inclino hacia el menor para recibir mi beso de despedida, pero todo lo que obtengo es un rápido roce de sus labios sobre mi mejilla.
Lo miro fingiendo indignación, sin embargo su visión está enfocada en los grandes guantes con el dedo índice alzado.
-¡Vamos papá! -tira de su ropa-. Es el último partido de la temporada.
-En un segundo -abre la puerta y desde el umbral desbloquea la alarma del auto-. Saluda bien a tu madre y sube al vehículo.
Se abalanza hacia mí, deja un ruidoso besito al costado de mi cara y sale elevando su voz emocionado.
-¡Derby va a acabar con todos! -un estruendo se escucha cuando se monta al auto.
-Ese niño va a hacer giratoria la puerta del coche -dice y yo suelto una carcajada-. ¿Estás segura de que no quieres venir?
-Sí, tengo que elegir unas plantas para el departamento del nuevo cliente y debo ordenar la casa -se desiluciona con mi respuesta pero lo entiende.
-Lamento que nuestros días libre no coincidan, -baja la mirada- asi que para compensarte... esta noche tendremos una cena romántica.
-Hay un minúsculo detalle, -señalo al pequeño afuera- Eric no se dormirá tan facilmente.
-Lo sé -su mirada posee a la mía en un santiamén- por eso lo dejaré en casa de mi padre luego del partido.
La picardía aparece en las facciones de su rostro y su voz se tiñe ligeramente de malicia cuando cuenta su plan.
Nos aproximamos tanto que nuestras narices se acarician en un tranquilo y hermoso movimiento, mas de manera inesperada el ruido de la bocina nos hace separar debido al susto.
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You and I - Niall Horan Fanfiction
FanficDe repente ya no eran simples caricias en la noche, era el tacto de la perdición. Su voz y el roce de sus palabras quebrantaban la frágil barrera sobre mi corazón. Fecha de publicación: 1 de enero de 2015.