Llevábamos por lo menos 3 minutos encerrados en el baño desde que mi madre había tocado la puerta. Le había dicho que esperara, que ya salía y que volviera a su asiento, pero ella seguía allí afuera, esperando entrar para hacer sus necesidades. Me detuve a pesar cuales nuestras opciones para salir sin que pareciera que algo mas había pasado ahí dentro. Las probabilidades de un escape perfecto eran escasas.
De repente, para mi suerte unas ideas se presentaron en mi mente a la velocidad de una estrella fugaz. La primera era decirle a mi mama que estaba con un chico encerrada, pero nosotros eramos lo mas grandes dentro del grupo de los jóvenes, el resto de los niños no tenían mas de trece años. La segunda era hacerle creer que yo tenia planeado quedarme en el baño un largo rato debido a causas de la naturaleza o la comida del avión. Me plantee mejor ese ultimo pensamiento, ¿y si quería entrar para verificar que este bien? No podía permitirme el lujo de dudar asi que descarte ese plan de escape también. La oscuridad se extendía a lo largo y ancho en mi cabeza, nublándome y tiniendo de negro mis ideas. ¿Cómo vamos a salir de esta? Gritaba interiormente.
De un momento a otro, mi madre se encontraba mas que desesperada, intentanto entrar a toda costa al pequeño cubiculo del avión, tratando de saber a qué se debía mi repentino silencio. Mientras mi cerebro trataba de generar algún tipo de plan salvatorio, la persona a mi lado tenia las manos cubriendo su cara y parte de su rubia cabellera en representación de la tensión cubriéndonos. Los rasgos de su hermosa cara se veian contraídos a modo de frustración, incluso parecía que estaba a punto de llorar por miedo y angustia. Su cara estaba roja como la de una cereza, algo de brillo apareciendo a los costados de esta, el sudor comenzando a aparecer por su frente. Si no supiera la razón por la cual se estaba poniendo así, diría que estaba enfermo.
Mis ojos se abrieron al instante, cuando por fin consegui obtener un escape seguro planteado en mi mente. En realidad no estaba del todo segura si funcionaria pero debía intentar y no me quedaba de otra.
-Abre la boca -le susurré muy bajo a Niall, tanto que por como me miro, supe que no me había escuchado del todo.
-¿Qué dices? No te escucho -me dijo en voz alta. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, deslizándose por mi columna vertebral; lo había dicho tan fuerte que temia que mi madre lo hubiera escuchado. Niall me miró con horror al darse cuenta de lo que había hecho, y las manos que antes cubrían su cara, ahora tapaban su boca como si acabara de descubrir el mayor secreto de un personaje de novela.
Por impulso puro, dirigí mi puño cerrado hacia su brazo izquierdo con la intención de "castigarlo" por haber gritado tan alto. Cuando ya le he dado el golpe, el suelta un bufido de dolor y me mira sorprendido, alzando sus cejas y preguntándome indirectamente "¿¡Por qué demonios fue eso?!"
-Abre la boca -le repito con los dientes apretados.
-¿Qué? ¿Para qué? -me cuestiona.
-¡Para salvarnos el pellejo a los dos! -le susurro casi en un grito desesperado.
Comienza a separar sus labios.
-Y cierra los ojos -le ordeno. Mi petición le resulta extraña, pero no le queda otra que confiar en mi y hacer lo que le mando.
-¿Qué es ese ruido? ¿Qué está pasando ahi adentro? -pregunta mi mamá alterada.
No contesto, solo actuo. Cuando por fin ha cumplido con lo ordenado, lo observo durante un segundo; aun mantiene los ojos cerrados y la boca levemente abierta. Mi m interrumpe mi observación llamando por decimoquinta vez a la puerta. Levanto mi mano hasta mi cara y mirando a Niall con algo de pena, hago que mi dedo índice traspase sus labios y la barrera de dientes hasta llegar al inicio de su garganta y lo retuerzo. Luego lo retiro rápidamente y me limpio en mi ropa la poca saliva que mi dedo ha tomado camino al interior bucal de Niall. Como acto reflejo, él hace amago de expulsar lo ultimo que ha comido, contrae su cara, achina sus ojos y suelta bufidos quejosos como si estuviese vomitando. Por un momento, de verdad creo que si va devolver el último alimento que ha ingerido.
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You and I - Niall Horan Fanfiction
FanficDe repente ya no eran simples caricias en la noche, era el tacto de la perdición. Su voz y el roce de sus palabras quebrantaban la frágil barrera sobre mi corazón. Fecha de publicación: 1 de enero de 2015.