Capítulo 36

163 9 0
                                    

-Bella yo... -Niall intenta hablar pero lo interrumpo. Sus constantes disculpas ya han llenado su espacio dentro de mi nivel de tolerancia.

-Suficiente Niall, me has lastimado -espero que con mi respuesta entienda que tanto su padre como él nos han destruido a mi madre y a mí.

-Es cierto, lo siento -mira apenado hacia otro lado. Si pretende llegar a mi corazón de esa manera, debo decir que le está herrando.

-Me dañaste -no intento ser mala al soltar esas palabras pero quiero que por lo menos comprenda como me siento. Es como si mi alma tuviese alas y cada preciosa pluma es arrancada por su ignorancia hacia mis emociones.

-Ya lo sé -responde con su voz quebrada, ha perdido todo contacto visual conmigo y aunque quiera ser dura, no lo consigo. Sus lágrimas manchan las pequeñas cenizas que han quedado de nuestro amor-. No te merezco -su voz suena como la de un niño arrepentido.

Si bien lo único que quiero decirle es que todo va a estar bien, solamente esta frase logro articular:

-Por eso esto se terminó, Niall -me alejo de él cuando todo lo que obtengo como respuesta es un doloroso sollozo.

Como si estuviese poseída, mis pies me llevan hacia la sala mientras mi mirada se centra en la entrada. Allí Simon lucha para que mi mamá le conceda otra oportunidad, sin embargo ella no da su brazo a torcer esta vez.

Agarro mi bolso de mano y paso por medio de ellos para terminar con su discusión.

-¡Ya es suficiente Simon! -la voz de mi madre se hace escuchar firme. Tiene los brazos en jarras, lo cual acentua su imagen de mujer fuerte-. No voy a volver contigo, acéptalo.

Suelta un maldición y no hace más que refunfuñar como un bebé fastidioso.

-Vámonos Bella, o perderemos nuestros vuelos -dice antes de darse la vuelta hacia mí.

Me siento del lado del copiloto y espero a mi mamá tome su lugar en el asiento del piloto. Cuando la puerta se cierra, un enorme martilleo comienza a difundirse por todo mi cuerpo, comenzando desde mi corazón hasta llegar a mis sienes. Estoy nerviosa.

No he visto a mi padre en mucho tiempo.

En el momento que el motor se enciende, sé que no hay vuelta atrás. Volteo para ver la casa por última vez y lo que me quedo mirando, parte mi fragil espíritu en mil pedazos. Niall se está despidiendo de mí.

Aún no nos hemos ido, mi madre observa su bolso con un ojo de halcón para asegurarse de que no se olvida de nada importante.

Justo cuando giro mi cabeza nuevamente y mi mamá comienza a direccionar el volante, la imagen de mi ex amante corriendo hacia nuestro auto, se presenta ante mí. Pone su mano sobre la ventanilla y yo lo imito débilmente. Mueve sus labios para pronunciar un"te amo" y automáticamente una catarata de lágrimas invaden mi cara, no solo por su dulce mímica, si no por la expresión que aparece en su rostro al ver que no le respondo.

Nos alejamos de un lugar sembrado de recuerdos y me es difícil controlar mi respiración.

-¿Estás segura de que tienes tu pasaporte, la dirección de tu padre y...? -la interrumpo por décima vez mientras dejo las valijas en el suelo.

-Sí mamá, ya tengo todo -le contesto irritada.

Ella suelta una carcajada y rie a medias. Verla asi de alegre después de lo ocurrido hace cinco meses es lo mismo que presenciar un tsunami en medio de un desierto.

Extiende sus brazos, no dudo ni por un segundo en tirarme hacia ellos y la envuelvo en un asfixiante abrazo. Permito que el dulce aroma de su shampoo se mezcle con la citrica esensia de su perfume y dejo guardados ambos olores en el hipocampo de mi cerebro.

-Vendrás a visitarme cuando nazca el bebé, ¿verdad? -pregunto cuando nos separamos.

-¡Por supuesto que sí! -casi luce indignada por mi pregunta-. Dentro de tres meses y medio me tendrás tocando la puerta en Londres.

Rio ante su respuesta y nuevamente la abrazo, pero nuestra feliz unión se ve interrumpida por la llamda de mi vuelo por el altavoz.

-Llámame cuando llegues a lo de la tía Jane -le grito cuando ya he caminado unos cuantos pasos.

-¡Lo siento, estaré ocupada echándole el ojo a algunos griegos! -eleva la voz y la gente la mira extraño debido a su comentario. Simplemente suelto unas carcajadas mientras me alejo y la saludo.

-Solo seremos tú y yo por un buen rato -le hablo a mi elevado vientre una vez ubicados en nuestros asientos de avión.

En el momento que la turbulencia aparece, acaricio mi estómago empezando por debajo de mi pecho, hasta llegar a la parte inferior de mi panza. El doctor dijo que si tenía contracciones durante el breve vuelo, podría controlarlas con la respiración. Inhalo una gran cantidad de oxígeno, lo retengo durante cinco segundos y luego lo exhalo. Eso me ayuda a relajarme pero no calma el llamado de la naturaleza, por lo que en una rápida huida me dirijo hacia a el baño.

Al regresar, tengo una sonrisa de estupida plasmada en la cara al recordar lo que hice la última vez que estuve en un avión. Rememorar situaciones graciosas me hacen extrañarlo y los momentos románticos me invocan a desearlo, pero esa ya es una historia vieja, ahora estoy emepezando una nueva con mi bebé.

You and I - Niall Horan FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora