Capítulo 6

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-Yo... Acabo de decir que... -le cuesta formar una oración coherente, asi que lo ayudo.

-Él dijo que siente cosas por mi desde hace tiempo -digo apresuradamente en contraste con Niall. Me fusila con su mirada y mi madre luce sofocada por lo que he dicho, pero les aclaro- eso fue lo que me respondió cuando le pedí que me dijera como haría para declararsele a una chica. -respondo pacificamente como si tuviera razón y los miro paralelamente.

Mi hermanastro parece haber recuperado su color natural de piel y mi mamá cambia sus facciones de enojo para reemplazarlas por curiosidad.

-Y, ¿por qué le preguntaste eso Bella?

-Yo... -no se que decir.

-Ella, solo quería saber cuando... -comienza pero no termina debido a la aparación de su padre. Bendito seas Simon. Observo su manos y él también trae bolsas de compras.

-Buenas tardes dormilones, ¿cómo están? -pregunta alegremente, alejando nuestra conversación anterior de la mente de mi madre.

-Bien -respondemos el rubio y yo al mismo tiempo. Ambos nos sonreimos. La situación se vuelve algo incomoda asi que decido apartar la mirada.

-Bueno, me alegro. -dice el "jefe" de la casa- Ven Amanda, ayúdame a descargar la carne para la barbacoa.

-¿Barbacoa? -Niall pregunta como un perro hambriento.

-Así es -obtiene como respuesta por parte de su progenitor.

-Yo te ayudo -se ofrece- tú quédate Amanda.

-Vas progresando Niall, no la trataste de señora -digo a modo de broma. Me enseña sus hermosos dientes perfectos y se retira con su padre.

Acompaño a mi mamá hasta la cocina y la ayuda a guardar lo comprado en el supermercado.

Estaba por hablarle cuando se oye una maldición proviniente del garage. Dejamos lo que hacemos y atentas observamos como Simon entra por la puerta preocupado; Niall le sigue

-¿Qué sucedió? -pregunta mi madre.

-Creo que olvidé mi billetera en el mercado -dice- ¿tú no la tienes, verdad?

-No.

-¡Maldición! -protesta- Debo regresar a buscarla.

-Está bien, te acompaño.

-No es nece... -es interrumpido por la mujer a mi lado.

-Nada de excusas, iré contigo quieras o no. De otro modo podrias perder los nervios si no la encuentras -ella tiene razón.

Simon suspira y parece pensarselo unos segundos aunque sabe que no hay una segunda opción. Sonrie y le tiende la mano. Ella la acepta complacida.

-No sé cuanto podamos llegar a tardar, pero durante el tiempo que estemos ausentes no quiero ningún desorden -exije el padre de Niall.

-Y guarden todo esto -señala la mia.

Asentimos y los vemos desaparecer hacia la oscuridad de la cochera.

-Bueno -comienza nervioso- que tal si seguimos con nuestra conversación.

Agarra una lata de arberjas de una de las bolsas y la guarda en la alacena.

-Claro -hago lo mismo que él, pero a mi me tocan los tomates; estos van directo a la heladera.

-¿Qué sientes por mí? -es directo.

-Yo... -pienso su pregunta- No lo se, pero...

-¿Pero? -me insita a continuar. Más cosas en el refrigerador.

-Pienso que sí, pero no creo que esté bien que seamos algo más -le explico- somos como hermanos, Niall. Nuestros padres nunca nos aceptarian.

-Ellos no tienen que saberlo. Sería nuestro secreto -alcanza un par de paquetes de arroz y galletitas y los deja en su lugar dentro de la alacena.

Lo pienso. No cometeríamos ningún pecado porque no somos hermanos de sangre, pero aun asi es incorrecto, su padre y mi madre se casarán.

-¿Qué me dirias Bella, si te pregunto de tener una cita? -deja de poner las cosas en su lugar; lo imito.

-Supongo, que lo pensaría.

-¿Y qué responderías? -insiste.

-No lo sé, diria que sí, por curiosad.

¿Saldrías conmigo solo para probar?

-Exacto -afirmo- solo para ver como sería.

-Genial -responde con una sonrisa en su cara y reanudamos nuestra acción anterior- te voy a demostrar que puedo llegar a ser un gran novio.

Lo miro y le enseño mis oyuelos. Internamente estoy nerviosa, pero no se lo demuestro.

Nos aseguramos de que ni un solo producto quede dentro de las bolsas y damos por finalizada la tarea.

Sin nada más interesante que hacer, caminamos hacia el sillón en donde tomamos asiento tranquilamente. Luego de hacer zapping en la tele durante unos minutos encontramos una vieja serie para pasar el rato riendonos: Drake&Josh.

Megan les juega una broma a sus hermanos y resulta gracioso ver su reacción. Niall se rie a más no poder y yo lo copio. Es un sonido lindo el que llena mis oídos.

Cruzamos una mirada y soy testigo de la distancia que comienza a faltar entre nosotros dos. Sus labios hacen un suave contacto con los mios. Cierro los ojos y la oscuridad genera un aumento de sensaciones en mi cuerpo. Sus suaves manos se deslizan paralelamente sobre mí, una está sosteniendo el costado de mi cara mientras que la otra baja hacia mi cintura llevándome con él.

Comienzo a mover mi boca sobre la suya logrando que un suspiro sea emitido por su gaganta. No me habia dado cuenta que mis dedos se estaban deslizando por su pecho hasta que siento la tela acariciando mi piel.

La saliba se hace presente, y la lengua escurridiza de Niall se encarga de lamerme los labios; muerde el inferior. Abro un poco los ojos y contemplo al ángel que tengo delante. Continua haciendo un gran trabajo dentro de mi cavidad bucal mientras yo trato de seguirle el ritmo. Para reconfortarlo, dirijo suaves caricias sobre la piel sensible de la nuca. Se estremece y presencio como tiembla bajo el tacto que le proporciono.

Quiero continuar con nuestra muestra de afecto pero ya no me alcanza el aliento para seguir, y sospecho que a Niall tampoco.

Sonreimos como dos babosos enamorados; lo único que se escucha es el ritmo acelerado de nuestras respiraciones.

You and I - Niall Horan FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora