#Narra Niall
Después de que Bella dejara el baño hablé con Amanda, solo quería decirme que no quería que hagamos fiestas, que cuide de la casa, que cuide a Isabella. Quería que me asegurara de que no se meta en ningún problema y que cuide de mi mismo. Creo que lo último lo dijo más por el sentido de que si voy a tener sexo que use condón, supongo que se quedó asustada por lo de su hija.
Luego de esa llamada, me dirigí a su cuarto, teníamos que hablar, si todo lo que había oído era cierto ella podría estar esperando un hijo mio. No es que no lo quisiera pero en esta situación no es favorable tener un bebé. Al entrar a su habitación me di cuenta de que estaba dormida asi que me limité a sonreír, solo me acerqué para darle un dulce beso sobre los labios.
Más tarde volvi a su cuarto pero esta vez traia a Boo en brazos para que la despertara. Cuando finalmente lo hizo me dispuse a decirle que teníamos que hablar, ella solo me miro aterrada y respondió:
-Síi lo sé, pero escucha no creo que esté embarazada, y si lo estoy lo daremos en adopción o pode... -decía muy alterada y nerviosa, pero antes de que siga la detuve dándole un beso dulce. Quería hacerle entender que la acompañaría.
Me separé de sus labios, le sonreí y le dije.- Está bien amor, no estoy enojado cualquier cosa que pase quiero que sepas que yo estoy a tu lado.
Sentí que había logrado calmarla porque me sonrió y se abalansó sobre mí, besándome desesperadamente. Rosaba nuestras lenguas de una manera dulce pero tentadora. Me puse sobre ella, conteniendo mi peso sobre mis rodillas mientras la agarraba por las caderas y la pegaba más a mi. Entre besos sonreíamos y nos mirábamos con amor. Nuestras prendas comenzaban a molestarnos así que una a una nos las fuimos quitando. Ella retiró mi remera y muy seductoramente bajo mis pantalones, yo hice lo mismo con ella, pero me detuve a besar su estomago y sus pechos sobre el sostén.
De alguna manera Bella estaba sobre mi quitándome los bóxers lentamente. La miré con mucho deseo y me correspondió la mirada. Cuando ya no tenía más ropa que cubriera la entrepierna, se agachó y despacio besó mi erección, yo solté un gran gemido; con el mínimo tacto de sus labios me hacia estremecer. Prosiguió por introducirlo en su boca, quede impresionado en cuanto al valor que había tenido para hacer eso. Primero succionó, luego lo soltó para después chuparlo y clavarle los dientes. Su lengua recorrió todo mi miembro, sentía que moriría de placer si seguía haciéndolo. Yo solo cerré los ojos mientras dejaba salir algunos gemidos que se hacían notar más cuando ponía sus dientes sobre la punta y la apretaba despacio. Eso para mí era el paraíso. Mientras ella estaba ocupada entre mis piernas sostenía su pelo en forma de colita y se lo acariciaba. Sentía como mi pelvis cobraba vida propia y se elevaba para poder conseguir más contacto con la cavidad bucal de mi hermosa hermanastra. Los lengüetazos que daba alrededor de mi erección provocaban mil latigazos de placer sobre todo mi sistema. Incoherencias salían de mis labios al mismo tiempo que ella miraba hacia arriba. Sus ojos lucían inocentes aún haciéndo algo tan lujurioso. Sentí cómo la sensación de liberación me recorría cuando algo de líquido preseminal era expulsado hacia su garganta. Escuché el ruido extraño que hizo y observé cómo tragó ligeramente asqueada. Lo retiro de entre sus labios y exhaló cansada.
-¿Estás bien? -le pregunte con mi voz ida.
-Sí -dijo levemente mientras dirigía sus manos hacia mi longitud.
Con cuidado inició un recorrido desde la base hasta la punta, con movimientos lentos y luego rápidos. Mi cabeza estaba inclinada hacia la almohada con lo ojos cerrados, privándome la vista de un ángel a mis pies. Mis gritos y suspiros aumentaban a medida que la velocidad del vaivén de las manos de Isabella se tornaban aún más acelerados que al inicio. El estómago me ardía en llamas de pasíon que Bella se había encargado de encender lentamente. Era increíble lo que estaba causándo en mí.
Me desesperé cuando dejé de sentir su tacto, al instante la miré pero me quedé anonádado cuando contemplé cómo se subía sobre mí. Aún con ropa interior su contacto era igual de caliente. Colocó ambas piernas a un costado de mi cuerpo y empezó a moverse sobre mi entrepierna, inicialmente con movimientos lentos y luego aumentando el ritmo.
No lo soportaba más quería penetrarla. No, tenía que penetrarla, así que suavemente la moví debajo de mí. Desesperadamente le quité sus bragas y arranque su sostén, tenía unas ganas terribles de estar dentro de ella. Estaba por entrarle duro pero ella muy agitadamente y entre gemidos me habló.
-Niall, a menos que traigas un preservativo contigo no lo hagas... -su pecho subía y bajaba como reflejo de su respiración agitada.
-Dio, Bella. ¡No puedes dejarme así! -le contesté un poco enojado, aunque ella tuviese razón.
-Créeme cuando te digo que quiero que me lo hagas, pero no podemos arriesgarnos -dijo casi dejando de gemir.
-Ok, quédate aquí y no te me desexites -dije parándome de la cama, a lo que ella rió.
-Ni siquiera existe esa palabra -seguía carcajeándose.
Salí de su habitación para ir a la mía y poder agarrar un maldito condón. Cuando volví ya estaba toda tapada. Me arropé junto con ella, me puse el preservativo y otra vez me coloque sobre ella. Abrí sus piernas ligeramente para poder entrar, y cuando lo hice comencé a penetrarla. Sin esperar que reaccionara, la primer estocada que le di fue firme y directa. Ella se arqueaba ante mis movimiento pelvicos. No me costó llegar al fondo de su ser luego de un par de embestidas de la misma magnitud. Se dedicaba a gemir y a agarrarme del cabello fuertemente. Salía y luego me volvía a introducir. Repetía los movimiento cada vez con mayor intensidad, podía sentir como la gloria estaba acariciando mi cuerpo. Bella estaba disfrutándolo tanto como yo, lo veia en el modo que se retorcía en mis brazos.
Al cabo de unos minutos ambos sentimos que estábamos por llegar a la cima del orgasmo, después de todas mis penetraciones la última fue la mejor, envolví mis brazos alrededor de su frágil cuerpo al mismo tiempo que ella posaba sus manos sobre mi cuello, y reduciendo el ritmo de mis embestidas, me introduje lo más profundo que pude, ambos gemimos. Había tocado el cielo con las manos, y debo decir que tenía una imagen angelical acompañándome en mi viaje.
Cuando finalmente nos separamos, ella volvió a ponerse sobre mi, esta vez para besarme dulcemente, su lengua pidió paso para entrar en mi boca y yo con mucho gusto le di acceso. La sensación de nuestras leguas tocarse era la más rica, piel con piel. Amaba estar así con ella. Nuestras respiraciones se mezclaban y todavía estábamos agitados por lo reciente. Luego de besarnos por una corta cantidad de tiempo nos distanciamos para poder respirar, ella se dejó caer sobre mi pecho como la última vez, me besó en esa zona y yo posé mis labios sobre su cabello.
Inicialmente había venido a su cuarto para despertarla y decirle que se pusiera ropa linda ya que íbamos a salir, la iba a llevar a comer a un restaurante como su última sorpresa.
#Narra Bella
Luego de algún rato acostada, sentí como algo debajo de la sabana comenzó a moverse. Supuse que era Niall, por lo que sonreí y le susurré.
-Deja de moverte, acabamos de hacer el amor y aún quieres más -lo observé detenidamente mientras la comisura de mis labios se elevaba más, se veía tan hermoso despeinado.
-Por más que quisiera, no me alcansaría la energía para moverme -declaró sonriente.
-Entonces si tú no te estás moviendo... ¿Quién se mueve? -pregunté algo atemorizada.
En ese momento levantamos las sabanas y vimos como Boo salía desde la punta de los pies, ambos nos miramos y reímos. Dejamos salir al cachorrito de entre las frazadas y este salió corriendo fuera de mi cuarto. Pobre animal, creo que lo traumamos. Volvimos a mirarnos y nos besamos tiernamente. Recosté mi cabeza en su pecho nuevamente y traté de descansar pero me fue imposible, había un pensamiento perturbador que andaba merodeando en mi mente desde hacía un rato, una simple pregunta que dependiendo la respuesta cambiaria mi vida para siempre:
¿Qué pasaría si quedaba embarazada de mi hermanastro?
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You and I - Niall Horan Fanfiction
Fiksi PenggemarDe repente ya no eran simples caricias en la noche, era el tacto de la perdición. Su voz y el roce de sus palabras quebrantaban la frágil barrera sobre mi corazón. Fecha de publicación: 1 de enero de 2015.