DUPLAS [ HashiMada • TobiIzu. ] EDICIÓN.

XIX.- En marcha; el plan de Obito pt. 3

Para la tarde en la que regresó el equipo de espionaje, llenos de tierra y ligeramente heridos; Obito y Mito ya tenían todos los preparativos listos para finalizar con el plan que daría fin a todos los problemas de sus seres queridos.

Habían luchado un poco luego de que Madara hablara -o más bien, amenazara.- al segundo Tsuchikage luego de que las verdaderas intenciones de Iwagakure salieran a la luz, dándoles a entender lo que tenía en mente desde que inició la misión; Konoha no era un lugar de débiles y jamás dudarían en atacar a quien fuera si este se atrevía a poner un pie en falso sobre sus tierras. En especial él; que lucharía personalmente con todos y cada uno de los ninjas que le pusieran enfrente si estos siquiera le tocaban un pelo a su familia.

Y todos sabían que eso no eran palabras en vano.

Habían peleado contra un batallón de 10 hombres contra ellos tres -cosa que había ofendido un poco a Madara por subestimar al escuadrón completo- del cual habían salido victoriosos y con algunos rasguños, dejando en claro su punto contra el estudiante del segundo Tzuchikage, Onoki Kazan, un charlatán con una nariz gigante al que Madara derrotó casi en diez segundos, que Konoha y especialmente él no dudarían en destruir con sus propias manos a quien sea que significara una amenaza.

Kakashi estaba seguro de una cosa luego de ver al temerario Madara Uchiha actuar acorde a como lo pintaban las historias contadas por su padre; jamás querría meterse en problemas con él. Y a cada paso que daba de vuelta a Konoha, más quería regresar el tiempo y evitar meter su nariz en donde no le llamaban para así no tener conflictos después. Le había quedado claro que el hombre nunca bromeaba con lo que decía y no quería ser el centro de la furia de su capitán.

Pero no había vuelta atrás, luego de llegar a Konoha habían ido directamente a la cede ANBU, aún había estragos de adrenalina en sus cuerpos por la batalla y por el riesgo de iniciar una guerra por haber actuado de tal manera, pero Madara tenía razón en una cosa; la gente como esa no entendía con palabras. Y mucho menos cuando se planea un atentado en contra de otra aldea. Dialogar no era la respuesta.

Tobirama había estado ahí junto a Obito, en espera de un peligris y un pelinegro, pues una vez pusieran un pie dentro de la cede, iniciaba tanto la última fase del plan de Obito como las "clases de amor sano" por parte del senju albino.

Y Obito no podía esperar para divertirse.

Hideaki había entrado primero, despojándose rápidamente de sus ropas pues tenía una cita con una mujer de su clan, cosa que Madara había celebrado lejos de toda tensión en el camino de regreso, deseándole la mejor de las suertes. Minutos después entró Kakashi, quien fue recibido por un energético Obito que inmediatamente notó la preocupación en su rostro; pero no pudo preguntar nada frente al albino y delatar todo el plan, por lo que sería cuando estuvieran en privado.

Al último entró Madara, señalando con su dedo índice a Tobirama y contándole sin rodeos todo lo que había sucedido en el país de la Tierra, sugiriendo aumentar la seguridad dentro y fuera de la aldea, que incluso él mismo estaría al pendiente con clones de sombra pues no tenía dudas en que Iwagakure atacaría y comentando también que tenía que irse a darse una ducha porque estaba seguro que hasta tenia piedras dentro de los pantalones del uniforme, por lo que fue rápido cuando guardó su máscara de oso en su casillero y antes de irse sin siquiera despedirse; Tobirama lo frenó comentándole sobre la cena de esa misma noche. Madara se negó, pues había hecho planes con Izuna y no quería quedar mal luego de su reconciliación, pero cuando el albino le comentó que su hermano menor también estaba invitado, aceptó mirando sospechosamente a Obito, quien ni siquiera le ponía atención por peinar el cabello de Kakashi con sus dedos y al parecer escuchando sobre la misión, preocupado por los pequeños rasguños en sus brazos. Kakashi no estaba herido, naturalmente. Él era un ninja increíble.