DUPLAS [ HashiMada • TobiIzu. ] EDICIÓN.

XVI.- Celos y encuentros.

No había puesto demasiado esfuerzo en su vestimenta, pero si se había vestido un poco más formal a como acostumbraba cuando estaba en su día a día. Incluso se había soltado la coleta que sostenía su cabello.

Había terminado de vestirse y salía justo cuando Madara regresaba de ANBU.

Ambos se habían quedado frente a frente en silencio sin decir ni una palabra, mirándose fijamente esperando a que el otro se moviera de la puerta de entrada. La tensión se podía sentir incluso a kilómetros de distancia.

Ninguno lo hizo, pero Obito había llegado nuevamente a salvar el día y se había lanzado sobre Madara gritando halagos sobre su cabello, logrando una apertura en la que Izuna aprovechó para irse.

Camino sin prisas por las calles casi totalmente vacías del clan Uchiha, sorprendiéndose cuando entrando a la aldea se encontró con las personas de su clan disfrutando de la celebración que hoy tenía lugar en Konoha.
Eso lo alegro, saber que las personas que hace tiempo luchaban en guerra ahora podían disfrutar de cosas como estas.

Se dirigió directamente al comedor, donde se encontraría con Mito y Hashirama para pasar el tiempo. Él ayudaría en lo que pudiera, pues lo había organizado todo junto a la pelirroja.

Los diviso casi instantáneamente al fondo del comedor, donde ambos estaban sentados en la mesa principal hablando muy seriamente, Izuna supuso que Hashirama le comentaba sobre su situación, por lo que decidió no intervenir hasta que fuera necesario.

Por el momento se acercó a la mesa de degustación, sirviéndose un poco de calpis en un vaso. Se quedó de pie ahí, mirando alrededor a las personas que charlaban animadamente entre ellas, podía reconocer a la mayoría pero aún así no tenía intenciones de charlar con ninguno.

—Izuna- chan, que gusto que vengas. — escuchó la voz de Akane a su costado, por lo que giró a verle, encontrándola con Shikuo. Ambos iban vestidos con colores combinados, lo que le causó cierta ternura.

— Me da más gusto a mi verlos a ustedes, se ven muy bien esta noche. — halagó sus vestimentas con una sonrisa, ganándose un codazo en su costado de parte de Shikuo.

— ¿Verdad que si, Izu-chan? Ya queremos verte pronto a ti también haciendo este tipo de cosas. — dijo señalando discretamente al hombre rubio que lo miraba a la distancia desde una mesa cerca de Hashirama y Mito, con varios integrantes del clan Yamanaka alrededor. No pudo evitar sonrojarse mientras le daba la espalda para que no viera su rostro.

— Desde que entraste te ha estado observando, Izu-chan. — le dijo el pelirrojo alzando las cejas varias veces. —¿Puedes oler eso? – preguntó mientras aspiraba en el aire. — Huele a boda.

Akane le golpeó la cabeza a su esposo, mientras que Izuna ocultó su rostro detrás de su mano y negaba con la cabeza. Él no pensaba casarse con nadie, gracias. O bueno, al menos no tan pronto.

— Para nada, Shikuo-san. — musitó avergonzado, mirando nuevamente a Inojime, quien le sonrió ampliamente. Correspondió a la sonrisa sin mostrar los dientes, regresando la vista a la pareja, quienes sonreían ambos con picardía.

— Definitivamente acabas de coquetear con él, oh por Dios, el pequeño Izu-chan esta noche deja de ser una oruga para convertirse en mariposa. — exclamó Shikuo sin borrar la sonrisa de su rostro.