Después del Invierno (UsUk)

Loto

X: Les anexo al youtuber que me ayuda a construir esta historia cuando no tengo ánimos <3 Sus canciones son preciosas.

—¿Hoy es el día? —preguntó Alfred levantando la mirada mientras llevaba una cuchara de cereal a la boca. Su compañero de piso se mantenía con la mochila a la espalda y la mano sobre el cerrojo.

—Hoy es el día. —confirmó sus temores y los encerró en cuatro palabras.

El americano desenrolló una sonrisa y levantó el pulgar con la boca llena. Con un suspiro derrotado y una sonrisa deshecha, Artur salió del apartamento sintiendo que llevaba una bomba de tiempo en su mochila. O tal vez estaba actuando demasiado dramático y estaba engrandeciendo sus problemas más de lo que realmente eran como solía hacerlo.

Se detuvo frente a un paso peatonal con la mente enredada en preguntas. Aunque el invierno había pasado, los vientos fríos seguían paseándose por la ciudad haciendo torbellinos en su mente. Aunque sabía que no había muchas expectativas de ganar ese concurso de escritura, la ilusión ya había tomado su butaca y en parte era culpa de Alfred y Kiku. Pero también era suya por creerlos. Y él sabía cómo se podría matar a esa ilusión en la cuarta parte que había tomado construirla. No quería ilusionarse para luego ser rápidamente desilusionado.

Bajó unas gradas, pagó un ticket y subió a un metro. Había muchos escritores haya afuera mucho mejores que él, escritores que tenían esa flama de inspiración y talento en su pluma. Arthur no nació con talento, pero se había esforzado por tenerlo. No estaba seguro si aún lo conservaba entre sus manos o se había marchado resentido por el tiempo que lo mantuvo llenándose de polvo.

Bajó de un metro, no pagó ningún ticket y subió unas gradas. Después de cruzar un parque se encontró con el edificio grande y gris que le devolvía la mirada como preguntándole si se animaría a inscribirse.

Sus zapatos echaron raíces y por un momento se quedó frente a la puerta de cristal mirando como entraban y salían personas, sin atreverse a cruzar. Pudiendo ahorrarse la desilusión, ¿por qué tenía que pasar por eso? Llevaba una bomba en su mochila que él mismo había construido con sus miedos. ¿Y qué si ni siquiera llegaba a ser aceptado? A veces sucedía que el mínimo calidad del escrito no era alcanzado y eras descalificado de la carrera antes de que suene el silbato.

Desmoronó con un suspiro toda la valentía que había intentado armar. No era valiente. Solo era alguien fingiendo que era valiente.

Se dio media vuelta para alejarse de ese edificio, de ese concurso, de esa ilusión que le habían contagiado. Mientras iba caminando se dio cuenta que nadie lo iba a detener. Si Alfred o Kiku estuvieran lo incitarían a entrar, pero nadie estaba. Solo él y, su acribilladora y acribillada mente.

—¿Y ahora qué se supone que hago? —le preguntó al silencio sin recibir respuesta. Solo él podía responderlo.

No tenía ánimos de intentarlo, y mirar al resto de concursantes solamente fortalecía ese pensamiento. Pero entonces pensó en el tiempo pasado. Tiempo que había usado buscando ideas, hurgando las palabras adecuadas, revisando y volviendo a revisar de nuevo. Hablando de Kiku sobre alguna duda y con Alfred cuando él venía a husmear que tanto hacía a la medianoche. Tenía que entregarlo. No para ganar. Solo con haberlo intentado sería suficiente. Podría sentirse bien con Kiku, con Alfred, con él mismo. Pero, aun así...

—¿Arthur?

Escuchar la voz de Kiku fue jalón de nuevo hacia la calle donde se había quedado a la deriva aún abrumado.

—¿Estás bien? El... edificio está por el otro lado. —le indicó inclinando la cabeza.

—Cierto—soltó con la respiración atascada y cambió de dirección sintiéndose algo tonto—.  Estaba...revisando justo ahora donde estaba el edificio. ¿Vamos?