La Zona Quimérica

Capítulo 2 "Testigos silenciosos"

No es tan fácil ser testigo de la desesperación, no es sencillo ver a alguien derrumbarse. En ocasiones, es más sencillo ser parte de la tragedia que ser testigo de ella, porque cuando se es víctima se hace lo necesario para salir inmediatamente de esta categoría más cuando se es testigo lo más factible es no hacer nada, esto es exactamente lo que sucedía en la Zona Blanca. Miles de personas eran espectadores de como un hombre se entregaba a Quimérico. Era solo una víctima de una enfermedad que le había consumido sus últimos años de vida, inmerso en el dolor, en la angustia y en el anhelo de una vida perfecta lejana de enfermedades, donde se pudiera hacer lo que se quisiera, lo que se necesitara sin consecuencias terribles. Julio fue el primer hombre que se entregó a los brazos del proyecto Quimérico.

Dando un paso adelante frente a la multitud de espectadores, levantando su mano derecha y jurando lealtad a la Zona Blanca, Julio dijo las palabras requeridas antes del gran procedimiento de Quimérico. –Soy parte de la gran Zona Blanca, el gran lugar que ha edificado a la Isla Rosada, soy privilegiado porque nací en la cuna de la pureza, mi sangre fue forjada por los grandes gobernantes, líderes y soñadores que alguna vez llegaron a una gran isla vacía y la convirtieron en una gran ciudad para todos y todas, soy Juan, soy privilegiado, soy parte de Quimérico y acepto dar un paso adelante con la vida eterna a través de un sueño. - Juramentaba Juan con una expresión de felicidad en su rostro. En ese momento Fabio y sus aliados sentaron a el hombre en una silla y procedieron a levantar su voz a favor del sujeto estableciendo el mérito y la responsabilidad que Quimérico traía consigo, dando paso a la colocación de la sustancia quimérica, la cual hizo que el hombre descansara inmediatamente, posterior a esto colocaron un dispositivo en su cabeza y encerraron su cuerpo en una gran máquina que solidificaba y conservaba el cuerpo en su proceso.

El cuerpo de Juan fue llevado a una sala donde luego sería lanzado al mar, iniciando así el proceso Quimérico. La gran Zona Blanca celebraba con entusiasmo la apertura del proyecto, y a pesar de que existía gran parte de la población que se oponía a la iniciativa, no era suficiente para cubrir a la exuberante mayoría que festejaba con pasión la apertura de Quimérico. Martín era parte de la oposición y aunque tuvo que hacer acto de presencia en el proceso, su anhelo claramente era no estar ahí. Su objetivo era claro había estudiado lo suficiente a la Zona Roja para comprender la condición que vivían las personas de ese lugar, con base en esto comenzó a organizar su expedición. Martín fue curioso desde niño y siempre necesita saber más, profundizar en lo que vivía, no obstante, la razón principal de su viaje era demostrarle a su padre que en esta zona existía gente necesitada, gente que ocupaba atención médica, comida y agua, Martín era de esos testigos que no podía conformarse y quedarse con las manos cruzadas; el siempre buscaría la manera de mejorar el mundo pero no solo para su conveniencia sino para la de todos.

Las cosas se olvidan rápido en la zona, un día se celebra la gran fiesta de Quimérico y otro día las cosas continúan con normalidad, se trata de no recordar y seguir adelante, ser un testigo silencioso, nadie hablaba de Juan porque asumían que estaba en un lugar mejor. La Zona Blanca una vez más daba un paso adelante por encima de todas las islas existentes, progresaba en materia de tecnología, ciencia y cultura. Martín se dirigía a la playa para poder encontrarse con su mejor amigo Francisco quien era un año mayor que Martín, su relación con Martín inició cuando tenían seis años, su padre de homónimo nombre, fue el capitán del "El Gran Navegante" una de las embarcaciones más antiguas de la isla, fue un hombre muy influyente en la zona y aliado de Fabio, sin embargo, el padre de Francisco murió asesinado por una bestia marina; consecuente a la tragedia su hijo continuó con la tradición familiar. Francisco tenía el mismo liderazgo que su padre, y ambos fueron amigos del gobierno; tomando esto como ventaja Martín iba a solicitarle ayuda para realizar su viaje, implorándole que lo hiciera parte de su inspección a la Zona Roja.

Para Francisco, la zona y el mar eran lo más importarte, las palabras de Martín le parecían imposibles de digerir –No puedo traicionar a quienes me han dado todo, no puedo incumplir con lo que mi padre prometió proteger, con lo que prometí proteger. – Manifestaba Francisco conmocionado. –No tienes que traicionar a nadie, es un favor que pido como mejor amigo, necesito hacer una investigación en la Zona Roja, necesito enormemente hacer un reporte de la zona, necesito que me lleves al lugar. – Insistía Martín. –El peligro es gigantesco, los habitantes de la zona nos detestan y lo sabes, pero, el riesgo es mayor cuando llevas al hijo del gobernador a la boca del lobo. – Sostenía Francisco. –Nadie va a saber que soy el hijo de Fabio, mi padre no se enterará de nada; iré protegido por ustedes y las armas que llevaremos, la expedición solo dura dos días y ese es exactamente el tiempo que necesito para realizar mi reporte, será rápido, evitaré cualquier tipo de problema. – Decía convencido Martín. – Será sumamente rápido, nadie nunca se enterará de esto y será todo extremadamente silencioso. – Expresaba Francisco fastidiado por la insistencia de su amigo. Martín entusiasmado lo abrazó fuertemente evidenciando gratitud.

La zona siempre se caracterizó por poseer un gobernador transparente por esto los años siempre habían sido tan gratos en el lugar privilegiado de la isla, cuando la población comenzó a crecer exponencialmente, los problemas congruentemente empezaron a hacerlo también. Las decisiones del gobierno se direccionaban a un lugar distinto, el placer de los privilegiados necesitaba dejar de ser la prioridad de las autoridades. La prioridad debía ser la supervivencia y la sociedad estaba posicionándose exactamente en el lugar opuesto. La ignorancia de las personas destruyeron todo lo que una vez los antepasados habían construido, la comida, el aire, las relaciones sociales y el agua, a pesar de que el gobierno y aliados hicieron un arduo trabajo en reconstruir la perfecta sociedad; el daño era irremediable incluso para la ciencia, a causa de esto el placer volvió a ser la principal razón del gobierno y optaron por diseñar Quimérico luego de que muchos científicos encontraron una flor que producía alucinaciones agradables, a pesar de que la producción de la sustancia quimérica era costosa, se requerían grandes instrumentos y años para generar suficiente para toda la población. La Zona Blanca tomó la decisión de reducir la ayuda económica a la Zona Roja para sostener la elaboración de Quimérico lo cual empobreció aún más a una zona ya con dificultades, el proyecto requería cada día enormes cantidades de dinero para su realización y esto era exactamente lo que Martín ambicionaba detener.

Fabio, sabía de la enorme preocupación que Martín tenía por la Zona Roja, intentó distraerlo de sus investigaciones ,pero, nada fue suficientemente interesante para hacer que Martín cambiara su enfoque. Día con día, Martín se interesaba más en el otro lado de la isla y antes de realizar su viaje con Francisco necesitaba saber lo necesario del lugar, necesita conocer con profundidad la historia de la zona, necesitaba finalizar su investigación previa y que mejor que el popular libro rojo para hacer esto; el libro fue censurado y todas sus copias fueron quemadas, sin embargo, aún una de estas copias estaba intacta y la poseía un testigo silencioso de la Zona Blanca.