Capítulo 18. "La Guerra Entre Zonas (Parte 2)"

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Verónica había corrido después del ataque que recibió Mateo y se dirigió a avisarle a las Ruinas.

- Han capturado a Mateo. Es muy probable que la Zona Blanca vaya chantajear a Martín, necesitamos esconder a los habitantes rojos, fue lo que ordenó Martín si sucedía algo. - Comentaba Verónica alterada al ejército.

- Ya escucharon a la chica, escondan a los habitantes que puedan en edificios. Los demás iremos al Área Roja a salvar a mi hermano y a Martín. - Ordenaba Esmeralda al ejército con una expresión de preocupación.

En la carpa se encontraba Martín agobiado por la decisión que su abuelo le había puesto.

- No es justo lo que haces. Él no tiene la culpa, sacalo del tanque de agua, dialoguemos. - Gritaba Martín.

- No hay nada que dialogar. Sabes, el amor es infinitamente poderoso, nos cambia, nos hace evolucionar, madurar, crecer, pero, se acaba, así como lo hace el oxígeno también, por lo que te insto a que tomes una decisión pronta Martín. - Se burlaba el Varón de la situación en la que se encontraba su nieto.

Martín estaba angustiado, por una parte quería que el proyecto acabara, pero, por otro lado quería salvar al chico. Sin pensarlo más y con una lágrima que descendía por su mejilla, Martín se lanzó a lo profundo del tanque de agua y vio a Mateo en el fondo, sin abrir sus ojos y con su pelo rojo moviéndose lentamente. El chico lo tomó y lo elevó a la superficie salvandole la vida. Martín, le hacía respiración boca a boca a su amigo mientras este empezaba a respirar prontamente.

- Felicidades, Martín, has salvado a tu mejor amigo, pero, has condenado a toda la Zona Roja a morir. No somos tan diferentes, no eres tan diferente a Quimérico. Salvas a los que te importan, pones en primer lugar a los que amas, te importan tus propios intereses, te vale muy poco los demás ¿Qué no te quejas de eso? Es lo que quieres erradicar, pero, muy dentro de ti sabes que solo es un efecto reflejo.

- Yo no soy igual a ti. - Respondió molesto Martín.

- Claro. Ejército blanco, ataquen a cada persona que se encuentra en esta zona excepto a Martín y al chico, quiero que vivan después de lo que han provocado. Maten a cada niño, anciano, mujer, a cualquier persona que respire dentro de este lugar, recuerden que son basura, que no tiene valor alguno, su vida no significa nada para la Zona Blanca. - Ordenaba el Varón del Archipiélago.

Los soldados, salieron de la carpa y dispararon a cada persona que se encontraban. Dispararon a niños, mujeres y ancianos. Fabio, le suplicó al Varón que detuviera la masacre, pero, este no accedió. Los soldados colocaban explosivos en las casas de los habitantes rojos y destruían todo a su paso. Martín y Mateo, salieron de la carpa observando a las personas gritar, en el suelo los cuerpos amontonados con agujeros en sus cabezas, personas corriendo y gritando envueltos en llamas. Los chicos se escondieron en una casa mientras observaban traumados el terrible escenario.

- ¿Qué ha pasado? - Preguntó aterrado Mateo mientras apenas podía hablar.

- Ha comenzado, la guerra entre zonas, el genocidio de los inocentes. - Respondió Martín.

Un soldado blanco disparó a un anciano en la cabeza para después apuntar a una familia que se protegían unos con otros. Martín, atacó por detrás con una de las garras de lóbrego al soldado blanco matándolo inmediatamente.

- Siganme conozco un lugar donde ir para protegernos. - Aconsejó Martín a la familia mientras las escondió junto con Mateo.

Las Ruinas se dirigían al centro de la Zona Roja mientras que otra parte del ejército escondían a algunos habitantes rojos en los edificios. Al llegar los jóvenes vieron el caos que estaba sucediendo en el lugar. El aspecto del Área Roja hacía honor a su nombre, el suelo estaba cubierto de sangre y el fuego había consumido todas las edificaciones, personas mutiladas se arrastraban mientras otros lloraban a sus seres queridos. Unos niños en el centro del Área Roja estaban siendo golpeados por soldados blancos cuando de repente Donovan le disparó a uno de estos en la cabeza empezando así un enfrentamiento con los soldados del lugar. Verónica y Donovan se colocaron de espaldas y empezaron a atacar a todos los soldados que veían. Esmeralda atacó a uno de los soldados con sus flechas para después quitarle el arma de fuego. Helena, Elías y otros soldados entraban en las casas disparando a los soldados de la Zona Blanca. Un soldado blanco lanzó un misil al lugar de enfrentamiento, justo donde se encontraban los niños haciendo volar todo en mil pedazos.

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