⚸MAGIC LOVE⚸ || CHOI SOOBIN

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Yue...

Aún esperaba del otro lado del teléfono, no contestaba. Él estaba realmente molesto conmigo, yo también lo estaría si me hubieran dejado tan abruptamente.

HueningKai no contestaba mis mensajes ni llamadas desde que llegue a Corea. Toda mi familia sabía lo difícil que fue dejarlo. Fui cobarde y lo acepto, no me despedí de mi amigo porque tuve una tonta visión de él...

"El ruido desapareció cuando él chocó mis labios con los suyos. Era mi mejor amigo estampando un beso en mí. Cuando se separó simplemente sonrió y dijo SUERTE MI LUNA"

¡No lo permitiría! Mi "hermano" me quería besar. Por esa razón no lo llamé, estuvo mal, lo sé, pero jamás vi a Hyuka de esa forma. Es mi cosa especial, un muñequito, no una posible pareja.

— Esta bien, lo entendí —digo al contestador automático— ¡Pero no me rendiré hasta que contestes Hueningkai! —tiro el teléfono a la cama— ¿Debería llamar a sus hermanas? —levanto el teléfono y veo mi muñeca— ¡Mi pulsera! —entro inmediatamente en pánico—.

Dirijo mi vista a la mesa de noche. No estaba aquí, ni en ningún otro lugar. La desesperación estaba en todo mi cuerpo. No podía perder esa pulsera, era algo muy especial. Una herencia familiar y si la pierdo me convertirán en la reliquia.

Bueno tal vez mam...

"— ¿Buscabas esto? justo vine a buscar a una chica distraída que la dejo.. —trato de tomarla— wouu no tan rápido —sonríe— ambos queremos algo ¿qué tal, la pulsera por tu número?"

Soobin... ¡Bastatdo tramposo!

Salgo de mi habitación, pues ya sabía dónde y quien la tiene exactamente.

— Hija lis...

— ¡Debo salir! —no le presto atención a mamá y corro hacia la puerta— Te lo explico luego. ¡Te amo!

Corría lo más rápido que podía, debía apresurarme para encontrarme con él. Cuando al fin llegué a la cafetería mi respiración era un desastre, prácticamente mi corazón está en mi garganta. Él no estaba por ningún sitio. Voy hacia la mesa en la que estuve horas antes, agacho mi cuerpo y termino de rodillas buscando más fondo. Tal vez Soobin no lo tenga aún.

Soobin...

Al estacionar mi motocicleta veo entrar a una chica. Lo sabía, ella volvió. Saco de mi bolsillo la pulsera y sonrío.

— Volverás con tu dueña —la coloco en mi chaqueta y arreglo mi cabello en el espejo de la moto— Listo.

Al entrar la veo arrodillada dejaba la mesa donde nos encontramos por primera vez. De seguro, está buscándola. Camino hacia la mesa y me siento sin previo aviso.

— Está ocupada —al instante la mesa choca con su cabeza por debajo, retengo la risa y la miro— hay muchas mesas por allá —me mira con la mano sobre su cabeza, acariciando la parte en que se golpeó—.

— ¡Tú! Soobin —me señala con el dedo— Devuélvela en este instante.

— No sé de lo que hablas —hago un gesto de desagrado— vine por una dona.

— ¡Ya!

— O tal vez debería pedir un pastelillo —tomo la carta que estaba en la mesa- o un pay de fresa —toma la carta y la deja a un lado y me toma de los hombros ¿qué les pasa a las mujeres hoy? acaso piensan que me pueden tomar como quieran—.

— Escúchame bien Soobin, sé que la tienes. —la alejo de mí—.

— ¡Aaa! que intensa eres, ni siquiera sé de lo que habl... ¡oh! espera —me hago al sorprendido y comienzo a sacar la pulsera de mi chaqueta— Buscabas esto? justo vine a buscar a una chica distraída que la dejo. —trató de tomarla— wou, no tan rápido.

— Déjame adivinar, si te doy mi número de celular me darás la pulsera —la miro rápidamente con los ojos abiertos un poco más de lo normal- ¿Cierto? —aclaro mi garganta—.

— Si insistes —ella sonríe no muy amigablemente—.

— En serio tendré que soportar chicos como tú mientras esté en Corea —eso me ofendió un poco—.

— ¡Claro que no!

— Porqu.. —me levanto y la jalo del brazo, lo suficiente para ver esos ojos color miel más abiertos de lo normal—.

— No tendrás que soportar a otros chicos —le tomo la mano— porque yo seré el único —le coloco la pulsera en la muñeca—.

Su rostro no me muestra ninguna reacción. Solo me observa. ¡Rayos! Ahora era yo el intimidado.

— No conozco mucho la ciudad, tomaré tu propuesta —se da la vuelta—.

— ¿Qué?

— Por el mal rato que me hiciste pasar, tu castigo será llevarme a un lugar lugar en Seúl —camino hacia ella—.

— ¡Claro! —sonrío y ella lo hace por un instante—.

Al salir una de las meseras se acerca a ella, específicamente a la que le rogué por el número de Yue horas antes.

— ¡Oh! está de regreso, un joven estaba —me mira un poco confundida— ¡oh! es él, el que trato de sobornarme por su número —mira a Yue— señorita ya déselo, no lo queremos haciendo berrinche. —tomo a Yue del brazo y la saco del lugar—.

— ¿Berrinche? ¿qué ganas consiguiendo mi número? Te dije que si el destino lo quiere, ese billete llegará a ti —suelta mi agarre y sonrío nervioso por primera vez en mi vida—.

— Su limosina —señalo hacia mi moto y Yue me mira ¿con miedo?—.

— ¿Una moto? —sonríe forzada— ¿por qué no caminamos? el día es lindo.

— ¿Miedo? —Sonrío con lo tierna de su expresión—.

— Cla..claro que no, vamos. —Saco el casco extra y se la doy—.

Ambos estamos encima la moto, aunque ella se niega a tomar mi cintura para sostenerse. Enciendo la moto bruscamente apropósito claro.

— Si no te sostienes de mi estarás en aprietos Yue.

— Estoy bien así, gracias —arranco la moto y ella toma bruscamente mi cintura...bingo—.

— Tranquila, saqué mi licencia la semana pasada

— ¿¡Qué!?

Perdón POR TARDARME TANTO, gracias por leer l@s amooo un montón... 🌼 ♡♡ Ahora si estoy con tiempo. Besos 🖤🌺♡