Yue, hija de la Luna, puede ver el futuro, pero no vio llegar a Choi Soobin, un ser de luz. Ambas almas se han encontrado repetidas veces en el pasado, pero a causa de hechizo nunca han podido terminar juntos.
Los hijos de la luna han sido perseguid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La ahora rubia Soyeon, se paseaba tranquilamente alrededor del salón de su mansión, esperando la llegada de Soobin. Si bien no mintió al decir que sus padres no estaban en casa, la gravedad de la herida en su mano no era para tanto. El lugar estaba solitario, solo Soyeon en compañía del personal de servicio, que mantenía su distancia con la joven.
Soyeon tenía claro el tipo de persona que era Soobin, y utilizaría eso a su favor. No había usado su pasado con la autolesión para mantenerlo junto a ella, pero ahora las cosas cambiaron drásticamente. A pesar de que la cortadura no fue completamente intencional, Soobin creería lo contrario.
— Cuando llegue Soobin díganle que estoy en mi habitación —la chica se dirige al personal que había permanecido mirándola desde la entrada del salón—.
— Señorita Jeon, no cree que debería dejarnos curar su mano. Puede infec..
— ¿Entendido? —Soyeon busca respuesta a que mencionó al principio y todos asienten— ¡Oh! Casi lo olvido, señora Sok traiga una botella de Vodka Spirytus del mini bar de mi padre a mi habitación de inmediato —la misma la mira con asombro ante su petición— y dos copas con agua.
La figura de Soyeon desaparece en el pasillo del segundo piso de su casa. El personal de servicio estaba acostumbrado a una actitud más cálida por parte de la Soyeon, pero las dos últimas semanas su carácter dio un giro de 180 grados. Entre el personal, se rumoreaba sobre su relación con Soobin y lo mucho que la señorita Jeon suplicaba a su padre por acelerar aquella boda que ahora era inexistente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una vez en su habitación, Soyeon se recuesta en su cama, pensando cuidadosamente lo que haría y lo que no. Toda esta situación era una jaqueca constante. Desde la primera vez que lo vio hasta la vez que terminó con el compromiso. Ella no perdía la esperanza, pues, a palabras de la madre de Soobin, uno aprende a amar lo que le conviene y para la señora Choi, Soyeon era la persona perfecta para su hijo.
— Realmente te detesto Yue —Soyeon mantiene la mirada concentrada en el techo blanco de su habitación— Tenías que llegar y malograrlo todo. Ojalá no te hubiera defendido de esas chicas, tal vez ahora estarías en otro instituto por lo atormentada que sería tu existencia. Te defendí y así me lo devuelves —bufa con molestia— Primero me encargaré de Soobin, pero tú tendrás la mejor parte.
