Yue, hija de la Luna, puede ver el futuro, pero no vio llegar a Choi Soobin, un ser de luz. Ambas almas se han encontrado repetidas veces en el pasado, pero a causa de hechizo nunca han podido terminar juntos.
Los hijos de la luna han sido perseguid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Papá?
Aquella dulce voz resonaba en la cabaña. Yue abría vagamente los ojos, pues para era ella solo fue un largo suelo. Lo primero que notó fue a su padre cerca de ella, tomando su mano izquierda. Estaba totalmente desorientada, ya que el lugar no le era familiar. Al abrir por completo los ojos, tiene una visión más clara del panorama.
Era un lugar húmedo, de manera y podía escuchar a los grillos muy cerca. Jamás había estado en aquella cabaña. Poco a poco, las fuerzas volvían a su cuerpo que estaba un tanto adormecido. Cuando logra sentarse en la cama, Taehyun olvida por completo su caída y corre hacia ella.
— ¡Yue! —el chico menciona con gran emoción al verla— No sabes cuánto me alegro de verte despierta —la abraza alejándola un poco de su padre. Yue no responde al acto y frunce el ceño al escucharlo tan aliviado—.
— ¿Despierta? —Yue pregunta algo confundida, pues todo lo que había pasado desde su cita con Soobin le era un completo misterio— ¿Cuánto llevo dormida? —la castaña aleja a Taehyun para verlo a los ojos—, pe-pero tú... ¿No estabas molesto conmigo? —Yue aparta la mirada al recordar el alejamiento de su guardián durante la semana— Me duele un poco el pecho —se abraza así misma— Papá dond... —se detiene en seco al ver la figura de Glinda acercase a ella— ¿¡Qu-qué hace usted aquí!? —Yue toma la mano de su padre asustada—.
Glinda detiene su paso al escucharla alarmada. Después de todo, Yue no era consciente de la ayuda que ella le había brindado, y mucho menos de que era su familia. Taehyun mira expectante a la mujer para que le dijese la verdad a Yue, pero esta niega con la cabeza y decide salir de la cabaña. Glinda sabía que tendría que contarle muchas cosas a Yue, pero no era el momento, no ahora que acababa de despertar.
— Papá ¿Dónde estamos? ¿¡Qué pasa!? ¿¡Cómo llegué aquí!? No recuerdo nada —Yue toma con ambas manos el brazo de su padre, quien se mantenía en silencio— ¿¡Qué hace esa mujer cerca!? Ella apareció en el parque de diversiones papá ¿La recuerdas? Mamá dijo que nos buscaba para hacernos daño ¿¡Por qué no la detienes!?
Al mantenerse escondidos en casa, ninguno de los hermanos Lee tenía conocimiento de los Nakali o que su gente era perseguida por esos seres, y mucho menos del hechizo de Yue. Después de tantos años ocultando la verdad para protegerlos, MinJo sentía la necesidad de contarlo todo, pero Eva sería un problema para aquello.
Toma el rostro confundido de su hija para tranquilizarla. Sonríe al verla en todos sus sentidos, pues la angustia de perderla tenía a su corazón descontrolado. Era el momento de contarle todo, pero lo haría en presencia de su esposa y sus demás hijos.
— Vamos a casa y te contaré todo hija —Yue asiente un poco más calmada— ¿Taehyun? —el hombre mira a su alrededor sin encontrarlo— ¿Volviste a tu estado anterior? No puedo verte. Me llevaré a Yue a casa... eres bienvenido.
— Espera ¿Veías a Taehyun? —Yue pregunta sorprendida y agobiada, pues todo era demasiado extraño—.
— Ya no... —Taehyun le responde al darse cuenta de que volvía a ser invisible para la familia de Yue—.
