Yue, hija de la Luna, puede ver el futuro, pero no vio llegar a Choi Soobin, un ser de luz. Ambas almas se han encontrado repetidas veces en el pasado, pero a causa de hechizo nunca han podido terminar juntos.
Los hijos de la luna han sido perseguid...
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El cuerpo del guardián se estremecía en la parte trasera del auto a la vista de Glinda. Ella solo observaba teniendo claro que estaba recordando aquellos momentos que su alma no podía olvidar, ya sean buenos o malos.
— ¿Cuánto tiempo crees que siga así? Es inquietante verlo —MinJo le menciona a Glinda provocando que tome una postura adecuada en el asiento—.
— Es eso o te da pena. Ay MinJo, tú no cambias, sentirías lástima hasta del asesino de madre —la mujer se coloca sus gafas oscuras para dormir un poco, pues el viaje comenzaba a hacerse pesado— Igual, el tiempo que duren sus recuerdos depende de cuantos sean especiales y haya guardado en su corazón.
— ¿Crees que recuerde todo lo que pasó? —MinJo pregunta sin percatarse de que Glinda ya estaba profundamente dormida en el asiento de al lado— Tienes más de cien años y te sigues comportando como una niña —el hombre sonríe al verla realmente dormida— Cuando todo lo de Yue termine, me aseguraré de encontrar a alguien que te haga feliz. —saca las gafas oscuras del rostro de Glinda para apreciarla mejor—.
El pasado es algo que no se puede borrar, mucho menos cuando amaste tanto. Los recuerdos por más escondidos y dolorosos que sean, son el símbolo de aquello que fue y estará contigo por el resto de tu vida. Un error, un amor, todo queda tallado en el corazón.
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Aquellos ojos color miel no causaban ningún sentimiento en el príncipe. La princesa heredera había sido revelada hace unos instantes y se encontraba parada frente a la familia real. El hanbok color crema que llevaba puesto fue un regalo de la reina para el día de su presentación. Los nervios se notaban en ella, pues pasó de ser una aldeana a la futura reina junto al príncipe Taehyun.
— Sonría príncipe —la reina se acerca a su hijo. Taehyun no había mencionado ni una palabra desde la muerte de aquella chica que tanto amó— Las personas pensarán que no estás contento por conocer a tu futura reina —su madre menciona con discreción, pero manteniendo una sonrisa en su rostro—.
