A la mañana siguiente el cuerpo de Alba estaba ardiendo y su camisón, empapado.
- Estás hirviendo, ¿te encuentras bien? – preguntó Natalia preocupada al darse cuenta de la elevada temperatura de su amiga.
- La verdad es que no, me noto débil y tengo escalofríos.
Tras decir eso Alba tuvo un ataque de tos.
- Iré a por agua para aliviarte.
La morena se vistió con las ropas de Tomás y bajó a la taberna, donde Gretta estaba sola barriendo el suelo.
- Buenos días – le saludó.
- Buenos días, Natanael. ¿Desea que les prepare algo de comer a su esposa y a usted antes de partir?
- Lo cierto es que ella no se encuentra bien, tendremos que alargar nuestra estancia si no es inconveniente.
- Lamento oír eso. Por supuesto no es ningún inconveniente, pueden quedarse el tiempo que necesiten.
- Se lo agradezco. Venía a preguntarle dónde puedo encontrar agua fresca para llenar el aguamanil.
- Esa puerta da al patio, allí encontrará un pozo.
- Muchas gracias.
Cuando regresó a la alcoba con el recipiente lleno de agua fría el corazón de Natalia se resquebrajó. Con más rayos de sol entrando por la venta pudo ver el aspecto de Alba, que tenía las mejillas rojas y mechones de cabello adheridos a la frente por el sudor.
- ¿Nat? – preguntó sin abrir los ojos.
- Ya estoy aquí, cariño.
Retiró las sábanas y se arrodilló junto a la cama. Mojó un paño y se lo pasó a Alba por las muñecas, la nuca y la frente para intentar que le bajara la fiebre. Después buscó el otro camisón que tenían en el hatillo para cambiarlo por el que llevaba, pues estaba húmedo a causa de la transpiración.
- Vamos a ponerte este camisón.
La rubia no opuso ninguna resistencia y se dejó desnudar. Natalia acertó a pasarle la prenda por la cabeza y el brazo derecho, pero la manga izquierda se resistía.
- Ayúdame, Albi – pidió.
Finalmente, entre las dos lograron que el camisón estuviera en su sitio.
- ¿Por qué tenías los ojos cerrados?
- Porque yo... yo quería respetar tu modestia.
- Te lo agradezco, pero no es necesario. ¿Acaso te has olvidado de aquella noche que nos escapamos a la playa y Noemí a punto estuvo de sorprendernos?
- ¿Cómo iba a olvidarlo? Si casi me ahogas.
- ¡No fue a propósito! No tenía ni idea de que no sabías nadar.
- Hace una noche estupenda, vayamos a pasear a la playa – propuso Alba.
Ambas muchachas aprovecharon que todo el mundo en el palacete de Égara dormía para escaparse con la luna llena como único testigo. Unos quince minutos después sus pies se movían por la arena, mojándose con cada ola que llegaba a la orilla.
- No me acostumbro a este calor, en Bentian el verano no es tan severo.
- Báñate para refrescarte.
- Pero me voy a empapar – refutó señalándose el vestido
- ¿No pensarás meterte en el agua vestida? Anda, vamos – dijo Alba al tiempo que empezó a quitarse sus ropas.
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Regina in corde meo
FanfictionAlba Minerva Martínez y Reche, heredera de la Corona de Helike, está a punto de celebrar sus nupcias con el futuro rey de Clounlandia Paul Granché, pero una situación inesperada hace que su vida gire 180 grados. ¿El eje sobre el que lo hará? La rein...