El cuarto de baño de la habitación era mucho más grande que el primer baño al que entró, éste también era blanco, aunque tenía ropa tirada en la esquina y botellas extrañas tiradas en los lavamanos, pero lo que más le gustó fue la bañera ¡Era enorme, como una piscina!
—Cariño, quítate la ropa mientras yo busco el shampoo de bebé —le sonrió dulcemente el señor gato— ¡Oh! Está bien si no quieres quitarte toda la ropa, solecito.
Cuando Ten halló lo que buscaba, se encontró con el niño completamente desnudo observando el agua que llenaba la bañera con lo que identificó como recelo.
—Está calentita, ¿quieres comprobarlo, bebé? —Ten metió la mano al agua, moviéndola y lanzándole unas gotas a la carita, el niño arrugó la nariz antes de reír.
Una vez en el agua, el pequeño se encogió con inocente timidez, quería moverse y jugar con el agua como en las piscinas, pero tenía miedo de hacer enojar al señor gato.
—Ah, mira qué encontré —el señor le tendió un patito de hule y un tiburón azul—. Johnny los olvidó y se sienten muy mal porque ya nadie juega con ellos, ¿no es eso súper triste? —le dio cuerda al tiburón para que avanzara hasta el infante—. Creo que le agradas.
Ten se arrepintió un poco de haberle dado los juguetes cuando el niño se movió tanto por estar jugando que le mojó casi por completo la ropa, pero no le dijo nada.
Estuvieron encerrados allí cerca de cuarenta minutos, tuvo que lavarle el cabello tres veces para lograr quitarle la suciedad, en la última lavada el pequeño se había relajado tanto que el hombre temió que se durmiera allí.
Al terminar, un gigante en pijama de pinos navideños los esperaba con una muda de ropa para el pequeño y el secador de cabello en mano.
Johnny observó con una sonrisa enorme a su pareja secar y vestir al pequeño con delicadeza, susurrándole palabras bonitas en un tono suave que sólo usaba con niños.
—Tienes que secarle el cabello tú, porque yo no puedo —Ten interrumpió la línea de pensamientos de su esposo.
—No puedo —se negó de inmediato, levantándose y poniendo sus manos en frente—. Lo voy a quemar.
—No seas ridículo, yo te diré si lo haces.
Johnny se alejó exageradamente del niño mientras sostenía el secador, haciendo que el hombre más pequeño rodara los ojos y lo regañara porque le llegaba aire frío de lo lejos que estaba. No era su culpa, tenía el trauma de la vez en que jugando con el pequeño hijo de su amigo éste se lastimó, sólo quería evitar a toda costa otro accidente.
En pocos minutos, en medio de unos brazos cálidos, limpio y alimentado, el pequeño se durmió.
Ten lo sostuvo cerca, mirando su pequeño rostro y los lunares que habían caído como pintura en su piel morena, acarició su cabello ahora peinado que dejaba ver unos hermosos rizos y lo supo, no le importaba nada más, ese niño se había adueñado de ese trozo de su corazón que nadie había logrado llenar.
—No podemos dejarlo en la habitación de invitados —susurró.
Johnny suspiró, sabía lo que su pareja quería, y la experiencia de ocho años a su lado le había dejado claro que no había mucho que él pudiera decir o hacer para hacerlo cambiar de opinión, aunque siempre intentara.
—No puedes meterlo a nuestra cama, amor. Pero si quieres puedo traer un colchón y ponerlo junto a nosotros.
Ten aceptó porque Johnny había hecho más de lo que cualquier persona cuerda lo habría dejado hacer desde el momento en que encontraron al niño en la calle, sin embargo, una vez que intentaron recostarlo, el pequeño se aferró a Ten entre sueños hasta despertar, le tomó unos segundos darse cuenta de quienes eran y dónde estaba, pero una vez advertido las intenciones del hombre volvió a refugiarse en los brazos del señor gato.
—¿Por qué no puedo dormir con el señor gato? —Murmuró con su voz chillona—. No quiero estar solito.
Ambos hombres, atontados por las primeras palabras pronunciadas por el niño, se sintieron derretir, se movieron en la cama dejando en el medio al pequeño cachorrito que se acomodó como si ese fuera el lugar que siempre le perteneció.
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Sunshine | NCT/WAYV
FanfictionUna fría noche de noviembre, un niño abandonado y dos hombres con mucho amor para compartir. ↪Haechan de 5 años. ↪JonhTen.