Capítulo 15

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—Eres un niño muy inteligente y muy bonito también —lo elogió el médico cuncuna—. ¿Puedes quedarte sentado aquí unos minutos? Necesito hablar con Ten.

Haechan dudó, quiso decir que no y aferrarse al rey gato llorando, pero el señor cuncuna había sido muy amable y le dijo muchas cosas bonitas, así que le daría ese premio. Ambos adultos le acariciaron el cabello luego de que asintiera, entonces se alejaron para sentarse frente a frente en un escritorio.

—Sería mejor si pudiera ver su ficha médica para comprobar sus vacunas —suspiró el mayor de los hermanos—. Por ahora, necesita vitaminas, un dentista y subir de peso.

Ten se mordió el labio, asintiendo lentamente con la cabeza. Kun alcanzó su mano y la envolvió entre las suyas.

—Hiciste una estupidez —le dijo, pero no lo estaba regañando, había cierta tristeza en su mirada—. Me hubiese gustado que me dijeras esa misma noche...

—Lo siento. Me cegué con Haechan, sólo podía pensar en él y en mí, en nosotros.

—¿Haechan? —Cuestionó.

—Fue Johnny —el rostro se le iluminó por completo, derritiendo el corazón del pediatra—. Donghyuck nos llama "rey gato" y "rey gigante". Él apareció y de repente todo estaba en su lugar, Kun, incluso si no nos habíamos dado cuenta de que nos faltaba algo.

—El niño realmente los encantó por completo. Rayo de sol... Tres días con ustedes y darías la vida por él, ¿no?

Ten asintió, sus ojos llenándose de lágrimas traviesas que no dejaban de aparecer cada vez que pensaba en la posibilidad de no volver a ver al pequeño.

—No quiero perderlo —su voz tembló—. Confío en Tern, pero sé que hice mal. Si algo sale mal, yo no...

—Mantengamos la parte en la que confías en Tern, elimina los pensamientos negativos. Sé que has cuidado bien de Haechan, sé que serás el mejor padre que puedas ser. Y al principito le encantas, mantente positivo por él, los padres hacen eso.

Antes de que Ten soltara el primer sollozo, Kun le golpeó la frente con los dedos, le apretó las mejillas y le revolvió el cabello descuidadamente.

—Ahora, tienen que irse porque tengo a muchos niños enfermos que atender. Nos veremos después, cuando me aparezca por su casa.

Haechan estiró sus brazos hacia al rey gato esperando que éste lo levantara, mientras los hermanos se despedían recordó que había algo que debía preguntar.

—Señor cuncuna —llamó su atención— ¿Jiji puede quedarse con este vestido?

El pediatra se sorprendió de ver a la llama de Johnny, la misma por la que el pequeño Mark tanto había llorado durante años para conseguirla, en sus manos.

—Por supuesto, si le gusta es todo suyo —asintió.

—Gracias, señor cuncuna —Kun sintió como si la sonrisa del infante hubiese iluminado toda la habitación.

—Sí, gracias, señor cuncuna —repitió el adulto más bajo con tono jocoso antes de desaparecer.

Kun esperaba que Yonqin lograra agrandar su familia. Lo merecía, había trabajado duro para ser la persona que era, estaba seguro de que ya no podía sentirse más orgulloso de su hermanito.

Sunshine | NCT/WAYVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora