Capítulo 9

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Con el rey gato atrapado en una esquina sin oportunidad de salir, el pequeño príncipe estaba listo para lanzar la bola final que acabaría con la eterna guerra de una hora. Y entonces...

—¡SEÑOR SUH!

—Está bien —movió la cabeza Johnny— lánzale la bola al malvado rey para así poder traer al verdadero rey de vuelta.

—¡Hay que rescatar al rey gato! —Se emocionó.

—¡No, no! —Chilló Ten— ¡Soy el rey gato! ¡El gigante es el malvado!

—¡Que no te engañe otra vez, Haechan!

El niño estaba preparando su cuerpo para finalmente dar el tiro de gracia, pero la vecina gritó de nuevo, esta vez solo a unos metros de distancia de la familia causándole tal sobresalto que soltó la nieve en sus manitos. Sus ojos se llenaron de lágrimas porque no había logrado salvar al rey gato.

—¡Señor Suh! ¿Cuándo va a cortar esa rama? Debería denunciarlo con las autoridades.

Johnny suspiró silenciosamente mirando a su pareja con súplica, Ten sólo rodó los ojos y tomó en brazos a Haechan para consolarlo.

—Sí, señora Lee, justamente estaba por cortar la rama.

La señora tenía una eterna expresión de desprecio en la cara, pero se profundizó cuando reparó en el otro adulto y el niño que la miraba con los ojos entrecerrados.

—¿Otro chiquillo? —Bufó— ¿ahora tienen una guardería? Deberían buscar una mujer si quieren niños.

—Señora Lee —Le habló Ten con voz suave— ¿gusta una taza de té o chocolate caliente?

La mujer mayor pareció realmente ofendida.

—Señor Qian —respondió con voz burlona— ¿por qué mejor no ayuda al señor Suh a sacar esa rama que va a caer a mi preciado patio en cualquier momento?

Ten respiró profundo, Haechan notó algo raro así que se aferró más fuerte a su cuerpo.

—También soy el señor Suh, señora Lee.

La vecina volvió a dirigirse al que para ella era el único señor Suh para pedirle, nuevamente, que se asegurara de cortar la rama antes de irse por donde entró.

Cuando escuchó la puerta vecina cerrarse, el rey gato enterró el pie fuertemente en la nieve, quedándosele atrapado.

—Esa bruja —farfulló con los dientes apretados— siñir Qiin —imitó con enojo.

Haechan rio ¡Por supuesto! Si ellos eran reyes, también debería haber una bruja, al parecer la señora vecina era una. Todo a su alrededor parecía de película, se preguntaba qué otras cosas mágicas le pasarían.

—Señor Suh —Johnny le besó la mejilla que no tenía la cabeza de Haechan pegada y lo abrazó desde atrás— ayúdame con la bendita rama.

—Esto no habría pasado si viviéramos en un departamento en el centro, pero nooo, el señor Suh quería una casa con un jodido patio —se quejó con chillidos.

Johnny solo rio.

—Tú eres ese señor Suh.

—¡Ugh! Vayamos a comer galletitas, Haechan —moviendo exageradamente el cuerpo, escapó del abrazo del alto—. Dejemos que el gigante malo se congele.

El pequeño se despidió con la mano riendo todo el camino de vuelta al interior de la casa.

—Señor gato —llamó su atención— ¿Suh es su apellido?

—Sí, Johnny y yo estamos casados así que ambos nos llamamos "Suh".

Suh. Suh Donghyuck. Suh Haechan.

Sunshine | NCT/WAYVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora