Capítulo 16

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El día avanzó demasiado rápido y la comida sobre la mesa se había acabado, la boca de Donghyuck estaba manchada de helado y la de Johnny tenía manchas de kétchup que Ten les limpió.

Ten observó a los amores de su vida tratando de grabarse la escena de ellos tres juntos como una familia para no olvidarla jamás y repetirla el resto de su vida.

—Es Tern –Informó, miraba la llamada entrante.

Johnny lo sintió temblar, tomó su mano y la metió al bolsillo de su sweater. Le sonrió tratando de darle calma y se levantó, incitando a su esposo y al pequeño a hacer lo mismo.

—Es hora –habló—. Hagamos esto, para estar juntos.

Haechan se mantuvo callado durante el viaje, aferrado a los brazos del rey gato, el rey gigante intentó hablarle y el otro hombre cantarle, pero el niño no participaba.

El menor de los adultos estuvo tentado a arrepentirse y decirle a su esposo que diera la vuelta, que no fueran con la policía, sin embargo, lo pensó demasiado y ya se encontraban fuera de la estación.

—Bebé, sé que estás asustado —le habló suavemente el rey gato, aun sosteniéndolo entre sus brazos—. Pero todo estará bien, entraremos ahí, hablaremos con algunas personas, tal vez nos separen para hacerte preguntas y deberemos esperar por alguno de tus padres para que firme unos papeles que Tern le dará. Todo estará bien. Al final del día, mi vida, seguiremos juntos.

Johnny les dio un besito en la frente a cada uno y los abrazó, casi haciéndolos desaparecer al ser mucho más grande.

—Desde el momento en que te miramos a los ojos... —El rey gigante le tocó la naricita con la punta del dedo— supimos que te queríamos en nuestras vidas, no vamos a dejarte ir.

Se encontraron con el hada madrina en la entrada, los saludó y los acompañó hasta adentro, aunque un poco alejada, esperando el momento para intervenir si las cosas se complicaban.

Donghyuck vio a los reyes hablar con los policías, hablaban sobre él y los hombres uniformados no parecían felices, el rey gato le acarició la cabeza en todo momento, aun así no logró tranquilizarse, su corazón latía muy rápido en su pecho, tenía miedo de que lo separaran de Ten, por lo que su primera reacción cuando una mujer en uniforme se le acercó demasiado diciéndole que fuera con ella fue esconderse más en el hombre y llamar al rey gigante para que lo protegiera.

—Pequeño, ella te hará unas preguntas, pero no podremos estar contigo porque también nos harán preguntas —el hombre más alto le acarició suavemente una de las mejillas, sólo obedeció porque le estaba sonriendo,

La mujer lo llevó a una sala oscura muy fea, todos los lugares eran feos porque no se parecían al castillo de los reyes ni a la consulta del señor cuncuna. Intentó hablarle, pero su voz era fea, quiso llorar, necesitaba regresar a los brazos del señor gato, así que comenzó a sollozar, pidiendo ir con él.

—Si respondes mis preguntas te llevaré con ellos.

El infante asintió. Cada vez que respondía preguntaba inmediatamente si ya podía regresar con los reyes. La oficial le preguntó sobre su mamá, sobre lo que hacía con ella, le preguntó sobre el día en que lo dejó en el parque, el cómo conoció a los dos hombres y qué hizo con ellos, cuando acabaron el niño corrió de vuelta a los brazos de Ten escondiéndose bajo su abrigo, no se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del adulto.

Sunshine | NCT/WAYVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora