El día estaba casi terminando, el rey gigante estaba quedándose dormido en el sofá con el señor gato apoyando la mitad de su cuerpo en el de su pareja mientras acariciaba los rizos oscuros del pequeño sentado en sus piernas.
—¡No! —Exclamó Donghyuck con sincera angustia al ver el final de Toy Story 4— ¡Señor gato! ¿Por qué?
—Porque encontró su hogar allí, un motivo para quedarse y ser feliz.
—Bonnie no lo merecía —hipeó el niño—. Si yo tuviese a Woody no me separaría jamás de él, como lo hicieron Bonnie y Andy...
—Mmm... Johnny tiene algo como eso.
—¡¿De verdad?!
—Sí, es un peluche de llama, creí que se lo daría a nuestro ahijado cuando nos mudamos aquí, pero lo conservó.
Ah, Donghyuck lo había visto. Era un peluche como del tamaño de su brazo estirado y aunque tenía la forma de una llama tenía colores pasteles, como rosa, amarillo y celeste, estaba en la habitación de los reyes, junto al televisor, lo recordaba porque se había decidido a tomarlo más tarde.
—Uh... Yo tengo sueño —bostezó.
—Sí, ya es hora de dormir.
Ten llevó al niño en brazos hasta la habitación principal, lavándole los dientes y poniéndole el pijama, dejándolo arropado antes de ir por el abandonado gigante dormilón en la sala de estar.
Con el sueño aun nublándole la mente, Johnny se quitó la ropa y se metió entre las mantas. La cama estaba tibia, pero había una temperatura especialmente cálida justo a su lado que lo hizo soltar un suspiro, instintivamente estiró los brazos para abrazar a su compañero de vida, lo que recibió fue una risita infantil y unos dedos picando sus ojos.
—¡Qué! ¿Qué? —Exclamó abriendo los ojos de golpe, viendo al pequeñísimo ser tan cerca que inspiraba su respiración, de la impresión se hizo hacia atrás, acabando por darse un golpe en el suelo.
El pequeño demonio se rio a grandes carcajadas, moviéndose como gusano entre las sábanas, parando por unos segundos para imitar, de forma muy exagerada según Johnny, la reacción del gigante torpe.
En un punto Johnny se encontró sentado en el suelo con los brazos sosteniendo su cabeza mientras veía al niño jugar y reír, sus ojos brillaban intensamente, así como un suave calor llenaba su corazón.
—Nuestro rayo de sol —murmuró para sí mismo, con una sonrisa en sus labios.
Ten se durmió apenas cayó a la cama con una de sus manos entrelazada a la de Donghyuck. Johnny tenía la intención de volver a dormir, pero notó al niño inquieto, aunque no se movía mucho sentía que había algo molestándole.
—¿Te sientes bien? —Le preguntó suavemente.
El niño calló por un largo tiempo, tanto que el adulto creyó que se había dormido.
—Mamá no me quiere, yo lo sé —su voz sonaba ahogada—. Yo quería... vivir en un castillo y tener muchos juguetes, y besos en la frente y abrazos y... —su voz se rompió, su pecho dolió—. Me gustan el señor gato y el señor gigante... ¿Puedo quedarme aquí para siempre?
Johnny no supo qué decir o hacer, tenía miedo de hacerle daño físico si lo abrazaba muy fuerte y también temía hacerle daño a su corazón si le decía que no podía prometerle algo como eso. Así que tocó su pequeña mano libre muy suavemente con la punta de los dedos y susurró:
—A nosotros nos gustas mucho más, príncipe.
Lo último que escuchó el niño antes de caer a la inconsciencia fue un suave "nuestro pequeño haechan", provocándole un dulce sueño.
ESTÁS LEYENDO
Sunshine | NCT/WAYV
FanficUna fría noche de noviembre, un niño abandonado y dos hombres con mucho amor para compartir. ↪Haechan de 5 años. ↪JonhTen.