Come a Little Closer

II. "La llegada y la competencia"

II.  "La llegada y la competencia"

El treinta de octubre, justo un sábado que la mayoría de los alumnos mayores ocuparían para ir a pasear por Hogsmeade, se quedaron para recibir a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons, así que al medio día se encontraron esperando en la ladera fuera del castillo en pequeños grupos esparcidos organizadamente para el cotilleo, impacientes de que llegaran y pudieran entrar a comer la cena que se había estado postergando para el recibimiento.

Nerviosa por la llegada de su hermano, estaba bajo el brazo protector de James mirando el cielo nublado que apenas dejaba ver algo entre el, pero que no era un impedimento para que sus compañeros de años menores intentaran adivinar en qué tipo de trasporte llegarían las otras escuelas, suponiendo que seria algo maravilloso para impresionarlos.

Así que, escuchando las suposiciones, se dio cuenta que una forma oscura y demasiado larga aparecía entre la neblina, intrigada por lo que fuera, dejo de lado las suposiciones sobre que era una casa volante y mucho menos un dragón como algún tonto había gritado demasiado emocionado.

Pronto todos se quedaron asombrados al ver la forma oscura pasar por encima de las copas de los árboles del bosque prohibido casi rosándolas para descender precipitadamente con el sonido de los cascos de los caballos en la tierra y descubrir que no era nada menos que un carruaje colosal, de un color azul pálido y que si bien no tan errado a lo gritado por alguien antes, asemejando a una casa por el tamaño.

Relinchando de una forma espantosa, los caballos que guiaban al carruaje movieron sus cabezas gigantescas, por su tamaño parecido al de un elefante y los miraron con sus perturbadores ojos rojos antes de que la atencion fuera centrada nuevamente en el vehículo, que se abrió de la puerta de donde tenia un escudo peculiar: dos varitas mágicas doradas cruzadas, con tres estrellas que surgían de cada una.

Viendo bajar a un chico que con una túnica del mismo color que el carruaje, espero que los demás alumnos salieran de inmediato y en cambio vio al muchacho hacer una inclinación antes de desplegar una escalerilla dorada y que un zapato de un tamaño increíblemente grande saliera, para que se presentara una mujer que tenía el tamaño tan gigante, o incluso más, que el del guardabosque de Hogwarts con el que los chicos solían convivir de vez en cuando.

Sin prestar demasiada atencion a la mujer busco con la mirada a los demás alumnos que venían de Beauxbatons, escuchando de reojo a Dumbledore aplaudir junto al resto del alumnado y dirigirse a la directora.

Entonces tras de ella, encontró a unos doce alumnos, chicos y chicas, que vestían demasiado similar al que había bajado en un inicio, pero más importante vio a su hermano entre una chica rubia y otra morocha, que reconoció como familiares de Sirius. El pobrecito estaba titiritando a pesar de lo mucho que se esforzaba por ocultarlo y lucia desagradablemente esperanzado buscando a su dirección.

Por ello, ocultándose mejor contra James, para fingir que tenia frio, escucho el intercambio de conversación entre su director y la de la escuela francesa, que estaba impaciente por la llegada de la otra escuela, a la vez trato de ignorar los cuchicheos sobre la belleza de los alumnos recién llegados y las nuevas suposiciones por el tamaño de los caballos que tendrían Durmstrang.

Poco después, escucharon movimiento en el lago y tan sorprendidos como antes se dieron cuenta que el agua parecida demasiado agitada y que aparecían burbujas entre ella, para dejar surgir despacio en medio de ese remolino una asta negra, jarcias y por fin un barco en su totalidad que siguió hasta surcar tierra y dejar caer un ancla.

Vislumbrando a penas lo suficiente, todos notaron que varias personas desembarcaban y de inmediato se dirigían a donde estaban ellos. Saludando de nuevo el director Dumbledore a otro hombre de su misma estatura y aspecto severo, que traía detrás suyo a sus alumnos, dieron por terminada esa parte de la bienvenida.