IX. "Honor familiar"

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IX. "Honor familiar"

Al ver entrar a la arena a James se sintió increíble emocionada y casi salto de las gradas para que el pudiera escuchar sus gritos entre los de la multitud, Remus y Peter a su lado parecía tan emocionados como ella y estiraban el cuello para poder ver mejor a su amigo.

Sin embargo, bajo toda la emoción que James parecía tener y ese toque de imprudencia que lo caracterizaba, ella sabía que su gesto se había deformado en preocupación cuando vio al colacuerno sobre la nidada, con las alas medio despegadas y mirándolo como si fuera su siguiente comida con sus malévolos ojos amarillos.

Preocupada porque se fuera amedrentar en el momento o que el público notara su cobardía, miro al rededor en las gradas analizando los rostros de todos los demás estudiantes que estaban embelesados únicamente en lo impresionante que se veía James con el uniforme que le habían confeccionado para la primera prueba.

Agradecida porque todos fueran tan estúpidamente superficiales, volvió su mirada a James que tanteaba el terreno a pasos cortos y tenia sujeta su varita fuertemente en su mano derecha, volviendo a lucir como si enfrentarse a dragón no fuera nada para él. Entonces levanto du varita y grito —¡Accio Nimbus 1000!

En las gradas, todos lucieron conmocionados, incluida ella al no saber exactamente que iba a hacer James y estar confiada en que usaría su habilidad para transfigurar sobre cualquier otro de sus talentos. Silenciándose todos los murmullos en una expectante espera, parecía que nadie quería respirar de la incertidumbre, ni ella misma se atrevió a hacerlo hasta que el escucho algo rezumbar rápidamente por el aire.

Moviendo su rostro para buscar la endemoniada escoba, a penas noto cuando paso por encima de ellos dirigiéndose justo a tiempo a James, cuando el colacuerno lanzo un chorro de fuego a donde antes estaba parado, pero ahora sobrevolando el suelo en una maniobra milagrosa, por fin se dio la oportunidad de respirar de alivio.

Volando sobre el dragón, que seguía cada uno de sus movimientos girando su cabeza sobre su largo cuello, James se lanzo en picada para llegar al huevo, pero la criatura volvió a lanzar fuego y apenas le dio tiempo al morocho de esquivarlo, Sin embargo, no fue lo suficientemente rápido para evitar que la cola lo golpeara en el hombro y lo desestabilizara durante unos segundos.

Regresando al aire provoco que el dragón soltara un gemido de exasperación por la provocación que significaba, pero aun así no se movió para dejar a sus huevos en peligro, al menos no hasta que bravuconamente James grito —¡Vamos! ¡Ven a atraparme!

Y haciéndole caso, el colacuerno extendió sus enormes alas y logro llegar hasta donde James sobrevolaba, justo en el momento en que este se dejo caer en picada rumbo donde estaban los huevos, comprendiendo que es lo que estaba haciendo, el dragón lo siguió de inmediato, pero tardo lo suficiente para que James tomara el huevo de oro y acelerara lo máximo para escapar.

Colocando el huevo bajo su brazo ileso, fue ayudado por los maestros y cuidadores conteniendo al dragón para que volviera al suelo, al llegar junto a la profesora McGonagall fue arrastrado a la carpa que les habían dicho era de primeros auxilios y ella se sintió extasiada al escuchar lo mucho que estaba siendo alabado por el comentarista, sus compañeros y los jueces.

Pero demasiado rápido, el silbato volvió a sonar y la arena se encontró con el siguiente dragón, que era un galés verde, de entre la carpa su hermano salió vestido con un uniforme confeccionado como el de James, pero diferenciándose únicamente por el puro color negro del que estaba hecho y algunos detalles celestes que sobresalían en clara relación con su escuela.

Y sin quererlo admitir, se dio cuenta que al igual que su novio, Severus se veía increíble en el traje, robando la atencion de todos y que dijeran que lucía perfecto, pero para ella no lo hacía, ahora conociéndolo se dio cuenta que estaba pálido rayando lo enfermizo y que en cierta parte tambien se notaba confundido a pesar del porte formal que tenía y sospechando del porqué, sonrió apaciblemente y tomo la mano de Remus en un gesto que a los ojos de los demás podría parecer cariñoso, pero que para el mismo Remus fue una alerta.

Come a Little CloserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora