XXII. "Ella tiene el poder de nuevo"

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XXII. "Ella tiene el poder de nuevo" 

Al despertar sintió su garganta terriblemente seca, como si hubiera pasado demasiado tiempo sin hidratarse y su vista muy borrosa, lo que le impidió unos cuantos segundos distinguir a las personas que se erguían a su alrededor. Realmente confusa por su estado, trato de recordar que había sucedido después de que Bellatrix le lanzara aquel hechizo y ella despetrificará al profesor Slughorn para que la ayudara e incapaz de lograrlo eficientemente, paso a descifrar a quien le pertenecía la voz que la llamaba.

Reconociendo la voz ronca de James, empezó a distinguir tambien la voz de la enfermera escolar y del señor Potter, queriendo entender sobre que iba la plática, para tener alguna ventaja sobre la situación en la que se encontraba, se trató de levantan y fue empujada por la mano de su novio de vuelta a la cama.

De manera infortuna, no capto nada y se tuvo que conformar con analizar a su alrededor y notar a Madame Pomfrey sobre ella, revisando que todo estuviera bien y luego obligándola a tomar una poción. Al tragarla la dejo sola en la camilla nuevamente y James volvió a parecer en su campo de visión sosteniendo un vaso de agua que le ayudo a tomar pacientemente, quitando así la sensación de sequedad en su boca y garganta.

Un poco adolorida por los movimientos y bastante mareada, por primera vez en años se sentía en desventaja absoluta en algo, sin saber en qué lugar del tablero se encontraba y si estaba en jaque mate o no, más con la presencia tan importante de los padres de James en la enfermería, a causa de ella.

Siendo así que desesperada se aferró al toque de James sobre ella, arropándola mientras miraba a la enfermera alejarse de su camilla y pasar junto al director Dumbledore, la profesora McGonagall y el señor Potter.

Desesperadamente, traro que cada detalle la conversación que tenían se quedara en su mente por si lo necesitaba más tarde, así que analizo el porte furioso del señor Potter al hablar con el director; moviendo sus labios con frenesí sin que ella pudiera entender que era lo que decía, seguramente gracias al hechizo silenciador a su alrededor, en cambio Dumbledore parecía en una extraña encrucijada, dejando de lucir como el abuelo bonachón que le encantaba retratar todo el tiempo.

Más alerta aun por ese hecho, siguió tratando de ponerse al corriente con lo que sucedía a su alrededor, para poder defenderse de cualquier acusación que seguramente tendría, dado que, entre sus difusos recuerdos, lo que más sobresalía con claridad era que el profesor Slughorn había sido atacado por un hechizo salido de su varita, lo que podía ser una clara prueba de su participación animada en todo el duelo.

Sin embargo, tambien recordaba que un instante después, Bellatrix, demasiado inmersa en la pelea para darse cuenta del profesor, peor aún un jefe de casa, la había atacado con un hechizo que se consideraba podía matar a una persona si era bien ejecutado y mal intencionado, como en el momento había sido. Ahora solo podía esperar, que Slughorn, envuelto en su culpa y negligencia eligiera salvar su cuello atestiguando a favor de lo que James creía haber visto de todo el duelo, ganando así la simpatía de los Potter, que siempre habían sido menos difíciles de ganar que los Black.

Teniendo eso en mente se enfrentó a James, fingiendo más confusión de la que realmente sentía y dejando de lado la pobre apariencia que este tenía, lleno de moretones que seguramente se negaba a dejar curar correctamente en su pelea simbólica de poder con Sirius, abogo por sí misma.

—James, ¿Qué sucedió?, lo último que recuerdo es a la loca de Bellatrix atacándome junto a Evans, cuando me dejaste por una bebida, de verdad no entiendo nada, ni por qué decidieron hacerlo.

Y acurrucándose más junto a su cuerpo musculoso trato de lucir tan indefensa como perdida, confiada en que su palabra nunca sería algo de lo que su novio dudara.

Come a Little CloserDonde viven las historias. Descúbrelo ahora