Los gritos de la pareja se escuchaban casi en todo el pueblo.
Luzu y Auron, los cuales estaban en la casa del primero, decidieron ir a ver qué sucedía, ya que en los últimos días lo único que hacían sus amigos era discutir hasta por la cosa más insignificante.
—¡Vegetta, abre la puerta!— la voz de Luzu se logró escuchar por toda la mansión pero los gritos aún no cesaban.
—Lo más probable es que estén discutiendo por algo sin sentido— comento el de pelo de punta.
—Pude ser, pero hace ya una semana que están así, me preocupan— contesto viendo si podía entrar brincando la muralla.
«Te preocupas más por la relación de estos puercos que de la tuya»
Pensó con fastidio Auron, sus ojos se dirigieron a su novio el cual trataba de pasar la muralla saltando.
—No creo que puedas subir así, déjame te ayudo— dijo acercándose para después inclinarse con las manos entrelazadas.
Luzu le dedicó una sonrisa ladina, posó su pie en las manos de su novio y está se levantó dándole un pequeño impulso al castaño, el cual logro llegar hasta la orilla de la muralla.
—¿Quieres que te ayude?— preguntó viendo a Auron.
—Por supuesto— contesto estirando una mano hacia arriba.
Luzu la tomo y con fuerza la jalo, una vez Auron estaba con el, bajaron al jardín de un salto. Ahora los gritos se escuchaban más.
Con prisa, se dirigieron a la puerta abriéndola, ya adentro de la mansión vieron hacia delante, topandoce con la pareja.
—¡Es que tío!, ¿¡Cómo puedes ser tan desordenado!?— Vegetta se encontraba unos pocos escalones arriba justo al lado de una sudadera blanca, probablemente de Rubén, ya sabían la razón de la discusión.
—¿¡Y como puedes ser tú tan ordenado!?, ¿¡No te cansas acaso!?— Contraatacó Rubius desde abajo de las escaleras.
Ninguno de los dos había notado la prescensia de los recién llegados, algo de lo que seguramente se arrepentirán.
—Ya te he pedido como unas mil veces que trates de dejar las cosas en su lugar... ¿Acaso es mucho pedir?— Vegetta, algo ya calmado, recogió la sudadera y la estiró hacia Rubius.
—...— Rubius no dijo nada, tomo (arrebato) la prensa de la mano de su pareja y subió las escaleras rosando un poco el hombro de este —No se cómo pensé que sería buena idea vivir contigo— susurro (o eso creía) una vez estaba del todo arriba de las escaleras.
—... Entonces vete— dijo Vegetta dándole la espalda a Rubius y después salió de la casa empujando de paso a los espectadores.
—¿Encerio dijiste eso?— preguntó Luzu hacia Rubius pero no dejo que contestará ya que salió de la mansión para seguir a su amigo.
—Rubius... Esta vez te pasaste— dijo Auron con una mirada severa hacía el mencionado.
—No lo quería decir... Solo estaba enojado— volvió a bajar más escaleras esta vez corriendo, cuando estaba cerca de la puerta fue detenido por su amigo.
—No creas que voy a dejar que vayas ahora con el, dejalo un rato, está con Luzu, no hay problema— exclamó Auron colocando sus manos sobre los hombros del contrario.
—Quítate, tengo que ir con el— Rubius estaba alterado, Auron lo noto ya que el oso le estaba golpeando el pecho.
—Relajate, vamos a pensar en cómo le pediras perdón, ¿Vale?— el psicólogo dirigió a Rubius hacía el sillón para después sentarse junto a él.
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#Rubegetta Month
FanfictionPues eso... el Rubegetta Month xd Está iniciativa es de Twitter y yo tenía la necesidad de hacerlo jsjs. Espero les gusten los one-shots, están escritos con mucho lof uwu _____________________________________________ 💜Esta historia es chico×chico...