#Rubegetta Month

20.- Cita.

Continuación de "Borrachos".
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—Doblas...— dijo alargando la última letra —¿Que tanto falta?—.

Estaba fastidiado y como no estarlo, había caminado durante dos horas seguidas y sin descansó, estaba que se moría y justo después de lo que pasó anoche... Lo único que quería era descansar.

—Tranquilo Samu, ya casi llegamos— informó el híbrido.

—¿Enserio era necesario venir hasta acá para una cita?, ¿No podíamos hacerla cerca del pueblo?— se quejaba, y mucho, algo muy poco normal en el ojimorado —me duelen la cadera y las piernas... Y todo es TU culpa—.

El ojiverde solo negó con la cabeza, entendía a su novio, el también estaba cansado pero todo ese esfuerzo habrá valido la pena dentro de unas horas más... Claro si el pelinegro acepta, habrá valido la pena, si no... Digamos que el mismo se mataba.

—¡Llegamos!— dijo el oso tomando la mano del mayor.

Delante de ellos había un lindo río, hace días atrás, Rubius lo había encontrado, se había perdido cuando estaba buscando el lugar perfecto para que Mangel y Lolito se casarán, encontró ese riachuelo pero prefirió dejarlo para el y su Vegettita.

—Rubén...— estaba listo para ser regañado, pero... —¡Está hermoso!— el regaño nunca llegó. En su lugar, un enorme beso fue plantado en su labios.

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El resto del día se la pasaron pescando, jugando y coqueteando entre ellos.

Decidieron que construirían una pequeña casita/cabaña ahí, sería como para marcar que ese lugar era de ellos o algo así.

Cuando habían terminado la estructura, Vegetta se quedó adentro acomodando unos muebles muy improvisados de madera y lana de unas ovejas que encontraron por la zona. Rubén descidio dejarle esa tarea al ojimorado ya que él tenía otra cosa que hacer.

«Tranquilo Rubén, tu puedes hacerlo, el aceptará... Pero, ¿Y si no lo hace?»

Pensó el oso, debía ser positivo... Vegetta lo amaba y el ojiverde a el, entonces ¿Por que se sentía tan nervioso?

—¡Vegettita, puedes salir!— metió una de sus manos al bolsillo de su sudaderas y tomo la pequeña cajita.

—¡Voy!— se escuchó desde adentro de la pequeña construcción.

Cuando el ojimorado abrió la puerta se llevó ambas manos a su boca tapándola.

Delante de sus ojos estaba su osito incado con una cajita entre sus manos, en la caja había un hermoso anillo dorado en el cual estaba incrustada una amatista morada.

—Samuel De Luque, ¿Quieres...— fue interrumpido por el mencionado.

—¡Si!— ni dejo que se levantará del suelo cuando ya lo tenía abrazado del cuello.

—Aaaaawwwww— se escuchó entre los arbustos.

—¡F*ck! ¡Guarden silencio, Bitches!— se escuchó otra voz.

—Ya, Luzu, mi niño, ya se dieron cuánta de que estamos aquí—.

—... ¿¡Cuánto tiempo llevan ahí!?— preguntó el híbrido.

—¡Los seguimos desde la casa de Vegetta!— el más bajo de todos apareció entre los arbustos.

—¡Hijos de...!— fue silenciado por el ojimorado.

—¡Rubén, esa boca!—.

Bueno, ¿Se nota que todos ellos terminaron discutiendo? Si, Vale, en ese caso yo ya terminé aquí.
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Palabras: 488 (sin contar la nota del principio).

Hola Mis Gatit@s cómo están? Espero que bien uwu

Me gustó, me gustó, ¿Y a ustedes?

No tenía ni idea de que escribir hoy, y cuando empecé, solo me deje llevar xd

Hoy no hay dibujo, ¿Se nota que no ando inspirada? Jsjsjsjs

Sin otra cosa por decir, denle ⭐ y comenten que yo los leeré.

Los quiero.
Chau~💜