2. •¿Nuevo Amigo?•

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«¿Qué pasaría si te diera una oportunidad para ser mi amigo? Nada bueno quizás»

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Al día siguiente...


Asada Shino fue a la escuela como siempre, pero se quedó pensando en el chico de ayer, se preguntaba que intenciones tenía al acercarse a ella e invitarla a a salir.

Al llegar al aula dejó de pensar en eso ya que tenía que concentrarse en sus clases pero pudo notar que en ciertos momentos alguien la observaba y no era nada más y nada menos que Kazuto, pero cuando ella volteaba a verlo él rápidamente apartaba su mirada.

Al terminar las clases, en la hora del receso como era costumbre Shino se quedó en su salón de clases para comer algo rápido y ponerse a estudiar para la siguiente materia, pero, como el día anterior, apareció Kazuto.

-Shino, ¿podemos hablar?

- Si, ¿qué se ofrece esta vez?

- Te quería pedir que si saliendo de clases te podría acompañar a tu casa.

- ¿Qué? Claro que no, puedo ir sola gracias.

- Por favor, si no quieres salir conmigo al menos déjame acompañarte. No quiero que te pase nada.

- ¿Qué podría pasarme? Siempre voy sola. Deja de fingir que te preocupas por mí.

- Pero no estoy fingiendo, sí quiero acompañarte para que podamos hablar. Quiero conocerte.

- Pero yo a ti no.

- Vamos, ya sé, si me das al menos una semana para que te pueda conocer y estar contigo cuando pase ese tiempo me alejaré si así lo quieres, ¿si? Sólo dame una oportunidad.

- No me convence tu propuesta.

- ¿Por qué? Es un buen trato, si después de cumplir una semana quieres que siga a tu lado lo haré, pero si quieres que me aleje... Igual cumpliré.

- Mmm, bien, acepto, así solo te soportaré por una semana y no por el resto del ciclo escolar - contestó después de haberlo meditado un poco. Es mejor así, ese pensamiento la hizo sonreír levemente.

- Gracias - una semana era suficiente para lograr que Shino se enamorara de él y poder cumplir el dichoso reto - oye y, ¿no dijiste que no volverías a sonreír?

-Si, pero tú dijiste que ya nunca más saldríamos, ¿y que pasó?

- Cierto.

-Por cierto Kazuto ¿Por qué me mirabas tanto en clase?

-Ni siquiera yo lo sé.

En ese momento sonó el timbre indicando que el descanso había terminado.

- Shino, entonces, ¿amigos?

-Dejémoslo en conocidos cercanos.

Al acabar su plática empezaron a llegar sus compañeros de clase y al mismo tiempo llegó el profesor por lo que se sentaron en sus respectivos lugares para que el profesor pudiera empezar su clase.

✤𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜́ 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎✤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora