24. •Me gustas• [Final]

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«No sabes cuanto esperé a que esto pasará, a que estemos juntos sin nada de por medio, te quiero»

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•Pov. Shino Asada•

Su respiración agitada se combinaba con la mía, sus ojos me miraban dudosos ante lo que seguía, pero yo tenía la respuesta clara y específica ante esta situación.

— Si...hazlo.

Le respondí jadeante a la pregunta no formulada.

— ¿Estás segura...? Si quieres parar no tengo ningún problema...

Sus manos aflojaban el agarre de mi cintura mientras me apartaba de su regazo, por lo que enrede mis manos a su nuca para que no pueda alejarme y contesté mirándole a los ojos fijamente.

— No quiero que pares, no ahora, y estoy más segura que nunca en mi vida de querer seguir lo que empezamos haya abajo.

En sus ojos vi un brillo peculiar por mi respuesta, sonrió y sin dejarme decir nada más atacó mis labios con tal intensidad que me costó seguirle el ritmo, después de todo sigo siendo inexperta en esto.

Bien, se preguntarán ¿Qué carajo está pasando con ellos y cómo llegaron a esta situación? Pues bien, ya en estas dos semanas luego de aquel beso en el que no hablamos de ello llegaron las vacaciones y quedé con Liz, Alice, Suguha y Kirito en qué nos reuniríamos en mi casa para hacer una pijamada y “celebrar” así estas vacaciones.

Los cuatro me dijeron que sí vendrían, pero hoy que ha llegado el día curiosamente las tres me cancelaron a solo una hora antes de la hora que habían acordado llegar así que cuando Kirito llegó me dí cuenta que esto no era más que un plan de ellas.

Y ahora no sé cómo pero la situación se me fue un poco mucho de control.

Veíamos series sin sentido en la sala en silencio cuando de un momento a otro nos encontrábamos observándonos fijamente y, no se como, pero, terminé encima de él prácticamente comiéndole la boca.

Luego las cosas se fueron dando y me pegué a él tipo koala para subir a mi habitación y así llegamos a la situación actual.

Él sin camiseta, comiéndome la boca como si su vida dependiera de ello (aunque creo que yo estoy igual o peor,) con sus manos recorriendo mi espalda y abdomen desnudos y mis muslos, soltando leves gemidos que son de lo más placenteros para mí.

Yo, al igual que él, perdí mi blusa hace no se cuanto y con mis brazos enredados en su cuello acariciando su (sedoso, por cierto, que envidia) cabello, con mis piernas aferradas a su cadera restregando mis partes íntimas en su pene.

Kirito estaba sentado al borde de la cama mientras seguía acariciándome, el pequeño short que llevo puesto le hace más fácil para quitármelos sin necesidad de separarnos, quedando así yo encima de él con nada más que ropa interior por lo que decido quitarle el pantalón pero debido a la posición parece imposible.

Suelto un bufido y Kirito ríe un poco, se levanta y se deshace de esos molestos y estorbosos pantalones al fin y vuelve a sentarse para retomar lo que hacíamos.

No me doy cuenta cuando pero de un momento a otro me toma de los muslos y me recuesta en la cama tan delicadamente que hasta me causa cierta ternura y provoca que sonría al instante.

— ¿Quieres…?

— Sí, – Le corto antes de que diga cualquier cosa, sé que se siente inseguro al ser mi primera vez pero estoy segura, quiero perder mi virginidad con él, es el único que hace que me sienta segura. – sigue, no quiero que pares y menos en este momento.

Le sonrío, y él igual lo hace, sabemos lo que esta por venir y me es inevitable no sentirme nerviosa, digo, es la primera vez que alguien me ve de esta forma, casi desnuda y recorriendo mi cuerpo es tan extraño pero tan placentero.

Me quita el sostén en un abrir y cerrar de ojos, sus ojos me miran como si estuviera analizando cada parte de mi anatomía, me sonrojo sin poder esconderlo, Kirito me sonríe tranquilo y pide permiso sin palabras para hacer lo que quiere hacer a lo que solo asiento con la cabeza aún ruborizada.

Sonríe satisfecho y pasa su mano por mis pechos contorneándolos con sus dedos.

El roce de su piel contra la mía me resulta tan excitante que un gemido escapa de mi boca sin aviso por lo que él me mira haciéndome saber que me escuchó y vuelve a lo que hacía.

Acerca su cara a mis senos lamiéndolos con la punta de su lengua, este acto hace que me estremezca al instante, pongo mis manos a los lados de su cabeza como auto-reflejo y arqueo mi espalda con un audible gemido.

— K-kirito…mgh…

Sigue haciendo lo mismo por un rato sacándome varios suspiros y gemidos sin poder controlarlo.

De pronto me toma de la cintura y baja mis bragas de un tirón dejándome totalmente desnuda a su merced.

Nunca creí tener algo así con alguien pero me alegro de que Kirito sea el primero, y, espero, el único que me tenga de esta manera.

Sin previo aviso introdujo un dedo dentro de mí, lo cual, por la sorpresa e inexperiencia me hace jadear y ponerme aún más nerviosa de lo que ya estaba, él parece saber lo que hace más yo sin embargo desconozco todo esto.

El parece entenderme ya que me dedica una mirada tranquilizadora para luego dejar un suave y tierno beso en mis labios y susurrarme al oído.

— Todo estará bien, tranquila, Shino san...

Su boca rozó con mi oreja y solté un suspiro de placer, su sola voz me hace eso y el hecho de tenerlo casi desnudo sobre mi y en como estamos hace que me sienta en el puto paraíso.

Una vez tranquila metió un segundo dedo en mí y no pude evitar gemir su nombre, lo tome por los hombros para acariciarle y deleitarme con su bronceada y tersa piel.

Me encanta poder sentirlo, de una manera u otra me relaja, es una sensación única que no había sentido jamás. Se detiene de repente y le miro extrañada, baja la mirada y me dice.



— Quiero que pienses bien que lo que esta a punto de pasar no es cualquier cosa y que yo ante todo te respeto y no te obligaré a hacer algo que no quieras por lo que quiero asegurarme una vez más ¿quieres seguir sabiendo que pasará?

— Quiero seguir Kirito, sería estúpido no hacerlo a este punto, – sonrío – me gusta el respeto que sientes hacia mí pero ten por seguro, que lo último que podría hacer es arrepentirme de esto.

Me mira y le veo soltar un suspiro de alivio antes de sonreír.

— De acuerdo.

Le ayudo a quitarse los boxers que es lo ultimo que nos separa y me ve expectante y entiendo lo que quiere decir, siento que la vergüenza me invade y me sonrojo para decirle.

— Están en el baño, justo encima del lavamanos.

Alza una ceja interrogante y con una sonrisa de lado pregunta.

— ¿Por qué tendrías eso aquí?

Desvío mi vista a cualquier lado menos a él siendo consiente como se puede malinterpretar aquello, pero no, yo nunca tuve en mente que algo como esto pasaría, me pillo por sorpresa lo juro.

— Liz había venido hace un par de días para que le “ayudara” con la tarea que no había entendido – Explico haciendo comillas en el aire con las manos – y supongo que cuando entró al baño dejó eso ahí y no me había dado cuenta hasta esta mañana y solo los deje ahí, esto… esto no lo planeé yo por si piensas eso, no tenía ni idea que algo podría pasar entre nosotros.

— Claro que no pensé eso, – Contestó sonriendo divertido – tú eres tan santa que creo que eso se te hubiera cruzado por la mente jamás, a diferencia de tus amigas que son terriblemente perversas.

Se separa de mi y va hacía al baño por los dichosos condones para hacer lo que sigue, claro no iba a arriesgarme a un embarazo a esta edad.

Al regresar se sienta en la cama y me pone en su regazo rozando nuestras intimidades lo cual nos hace soltar un pequeño gemido a ambos.

— Nunca pensé hacer esto contigo pero tengo que admitir que me encanta y si te hago daño me avisas ¿si?

Asentí y de a poco a poco va metiendo su muy desarrollado amigo en mí, siento un dolor en la entrepierna mientras termina de entrar en mi interior.

Con la voz entrecortada por el maldito dolor y la incomodidad hablo.

— ¿Por qué esto mierda duele tanto? – Me quejo en un murmuró – K-kirito… ¿p-podrías ir m-mas despacio...? Por favor.

— Perdona Shino, tendré mas cuidado. – Respondió con la mirada preocupada y me besó en el hombro repetidas veces, solo asentí.

Me recargo en su hombro hasta que dejo de sentir el dolor para ser reemplazado por un enorme placer que me hace querer más.

Acaricio su espalda hasta su nuca casi con desesperación y le beso el cuello, los hombros hasta ir por su pecho y llegar a sus tan sensuales labios que me incitan a besarlos por y para siempre.

— Muévete.

No sé si sonó como una órden o como una súplica pero eso en este momento no importa, nada lo hace, sólo él, sólo yo, sólo nosotros.
Enredo mis piernas en si cadera cuando empieza a moverse lentamente, pero es que en este momento no quiero que sea delicado y cuidadoso, sólo quiero sentirlo más y así no puedo, empiezo a mover mi cintura en busca de más placer y Kirito me sonríe con perversión para moverse más rápido ahora.

Puedo jurar que estoy viendo jodidas estrellas ahora mismo ¿Cómo algo que es doloroso al inicio puede ser tan placentero?.

Poso mis labios en su oído soltando suspiros y gemidos que le hacen estremecer y me siendo orgullosa por aquella sensación que puedo llegar a causarle, le abrazo por la espalda buscando tenerle más cerca y Kirito abraza y acaricia mi espalda igualmente.

— ¿Sabes? Para ser tu primera vez pareces experta en esto, cariñito mío.

Susurró, imitándome, solo hacia que me excitara más.
Sabe cómo hacer que caiga por él y odio que use eso en mi contra, pero en este momento estoy amando que lo haga.

Siguió penetrándome mientras besaba mi cuerpo, yo solo podía suspirar porque ahora ya no puedo recordar ni como hablar. Siguió así hasta que finalmente acabó dentro del condón y yo al mismo tiempo que él, este es el primer y mejor orgasmo de toda mi fucking vida.

Nos acomodamos abrazados. Aún desnudos, yo no me podía sacar de la mente el que estemos así, el que lo hayamos hecho. Realmente no imaginé nunca que estaríamos en esta situación. Pero claro, en seis meses todo puede pasar.

— ¿Shino San? – Volteo a verlo haciéndole saber que tiene mi atención, Kirito suspira – quiero decirte que me gustas, me gustas mucho, es más, puedo decir que me enamoré de ti desde ya tiempo atrás. Pero no te lo dije por... Bueno, básicamente todo lo que pasó... Así que…

Callé su balbuceo con un beso en los labios. Kirito me miró sorprendido, quiso decir algo pero yo me adelanté.

— Tú también me gustas mucho Kirigaya, me has enamorado después de todo – Sonreí con diversión y continúe – No tienes que decir más, me has hecho muy feliz con el simple hecho de estar conmigo – Kirito sonríe, yo me sonrojo levemente - además.. creo que debimos hacer esto antes de... de lo que pasó ¿no?

Digo bromeando, Kirito ríe y asiente levemente.

— Tal vez pero no me arrepiento de nada – le hago entender que pienso igual, de pronto Kirito me toma de la cintura haciendo que quede abajo de él. Me acaricia la mejilla con suavidad y yo cierro los ojos. Entonces hace la pregunta – bueno Shino san ¿aceptas ser mi novia?

Abro los ojos sorprendida. Lo tomo del cuello atrayéndolo más cerca de mí y respondo lo más seria que puedo, pues estoy conteniendo una gran sonrisa ahora mismo.

— Si no aceptara sería una locura – Sonreímos y nos besamos una vez más.

Creo que después de todo deberé agradecerle a las chicas por hacer ese absurdo pero efectivo plan.


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  | Dulce M. | 

✤𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜́ 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎✤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora