«Te necesito, necesito tu ayuda para enfrentar mis temores, por favor, ayúdame»
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Shino lloraba y sollozaba sin poder controlarlo, Shinkawa ese quien decía ser su “amigo” la tocaba y besaba sin cuidado, ella quería separarlo de sí pero el miedo sumado a su poca fuerza comparada a la de él se lo impedía.
— Por favor... Shinkawa te lo pido…por favor detente – dijo como pudo con la voz entrecortada por el llanto y el miedo que invadía su cuerpo.
— Esto no sería así si me hubieras aceptado, Asada san. Yo te amo ¿Sabes? Pero no esperaré más, ya no. – Le respondió sonriendo con malicia, hoy, por fin, luego de tanta espera, haría lo que siempre quiso hacer desde que se “enamoró” de ella.
[...]
Faltaban no más de 15 minutos para que fuera la hora en que había quedado con su amiga a estudiar. Mentiría si dijera que no estaba ansioso, por la idea de verla.
— Bien, no tengo porque estar nervioso, eh ido a su casa antes y está vez no será diferente, no tendría que estar nervioso. – Se dijo a sí mismo. Por una u otra razón que no entendía le ponía ansioso el llegar a el hogar de Shino.
Salió de su casa cerrando la puerta con llave por si acaso, Sugu tenía sus llaves propias en caso de que llegara antes que él, lo cual dudaba porque no tardaría más de una hora en ese lugar...
O eso pensaba sin saber lo que realmente pasaba allí....
[…]
Ya no le quedaba mucho más por hacer, ya había dejado de batallar por quitarle de encima, sólo le quedaba resignarse y esperar a que acabase rápido con lo que le fuera hacer. Sólo podía llorar y ver cómo el amigo que jamás le creyó capaz de hacerle daño le quitaba la poca inocencia que aún conservaba.
Cerró los ojos sin ser capaz de ver a la persona frente a ella.
«y de nuevo me hacen daño sin que lo pueda evitar, soy débil, la Shino Asada que muestro frente a todos no es más que una simple máscara que cubre lo débil e indefensa que realmente soy»
Se decía Shino a si misma en sus pensamientos, reclamándose por ser tan débil siempre y no poder hacer nada más que esperar a que todo pase, como siempre. Cuando, aparece su “otra versión” por así decirlo, la Shino que siempre quiso y trato de mostrar ser. Ésta la miraba con seriedad, solo ahí, sin moverse, hasta que habló.
— ¿Enserio te rendirás? ¿Así de fácil te resignas? No puedes hacer eso, no debes – Dijo con voz demandante sin mostrar rastro de emociones – debes luchar sin importar el qué, no rendirte y resignarte, menos ahora. Levántate y pelea, eres fuerte, no dudes de ello.
Musitó estirando su mano para ayudarla a levantarse, cuando tomo la mano de ésta, abrió los ojos...
Una última lágrima rodó por su ojo, antes de decir
— No me rendiré, no tan fácil.
Murmuró, y, con una gran agilidad logro tirarle una patada al estómago a Shinkawa antes de que éste metiera las manos en donde no debía. Aprovechando que se distrajo se levantó lo más rápido que pudo y corrió alejándose de él.
Cuando estaba por bajar las escaleras que dan a la sala Shinkawa la tomo del tobillo, haciendo que cayera antes de lograr su objetivo.
— ¡Suéltame!
Gritó. Quería irse, no podía dejarse sucumbir ante él, no lo permitiría. Shinkawa ya enojado porque Shino le hubiera apartado e intentará huir la tomo de las muñecas y se subió en ella impidiéndole moverse. Con una mano libre de su chamarra saco una jeringa.
— No me obligues a usarla en ti, Shino-san, sería una verdadera pena – Sonrió de manera perversa.
Jadeó de la sorpresa y cuando pensó que no tenía más opciones Shinkawa fue apartado bruscamente de ella, solo vio una silueta que se acercó a él y le tomo sin cuidado del cuello para alejarlo de sí.
— ¡Shino, vete!
Abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta que quien la había ayudado no era nada más y nada menos que Kazuto. Se quedó quieta en su lugar sin poder moverse hasta que vio a Shinkawa levantarse e ir contra él.
Ambos chicos peleaban entre ellos olvidando a Shino quien no se había levantado aún, de un momento a otro Shinkawa tomo la ventaja cuando arrojó a Kirito contra el borde de la cama haciendo que éste se aturdiera por varios segundos dándole así la oportunidad perfecta para atacarlo.
Lo tomó del cuello de la camiseta golpeándolo y sin que pudiera moverse para que se defendiera. Cuando tuvo la oportunidad tomó la jeringa que tenía guardada en el bolsillo de su suéter y estuvo por clavárselo.
Y lo habría logrado sin lugar a dudas, si no fuese porque Shino le tiro una pequeña radio en la cabeza que lo dejó inconsciente.
Rápidamente Shino fue donde Kirito y le revisó que no tuviera heridas, o al menos no graves, ya que si tenía unos cuantos moretones y rasguños. Al ver qué se encontraba bien se sentó en el suelo a llorar solamente, por el miedo que sentía, miedo a lo que pudo pasar y miedo a perder a su único amigo ahora, Kirito.
— Shino ¿Te encuentras bien? – Preguntó al fin, luego de haberse recuperado del trance en el que estaba, la miró preocupado y ella alzó la vista soltando aún más lágrimas.
— ¡Idiota! Eso debería preguntarte yo ¡Pudiste haber muerto! – Gritó tomándolo de los hombros sacudiéndolo levemente.
Bien, eso no se lo esperaba.
— Pero sigo aquí, eso es lo que importa.
Shino no respondió, solo sollozó aún más. Esta había sido quizás el segundo peor momento de su vida, el primero fue cuando su padre murió claro está. Y no solo estaba involucrada ella, también otra persona, lo cual la hizo sentir peor.
Luego de unos minutos logro calmarse, y se separó de Kazuto quien miró tras de ella, donde estaba Shinkawa aún inconsciente.
— ¿Está...está bien? – Le señaló a Shinkawa refiriéndose a si aún respiraba, Shino gateó por el piso hasta llegar a un lado de este y lo tomó de la mano asegurándose de que tuviera pulso. Una vez vio que si solo asintió a su amigo.
Kirito trato de acercarse a abrazarla pero ella negó con la cabeza, luego de estar en silencio, Shino habló.
— Tuve miedo, Kirito, mucho miedo, – Susurró con la voz rota, más no se detuvo – creí que no podría hacer nada para detenerlo, yo...no le creí capaz de hacerme daño nunca – una lágrima bajó por su mejilla – él fue mi mejor amigo, el me ayudó en mucho y ahora...ahora...
No pudo continuar, respiraba con dificultad y parecía querer volver a llorar, no lo hizo. Kazuto puso una mano en su mejilla y la observó con cuidado.
— Tranquila, – Murmuró – yo estaré para ti siempre que lo necesites ¿Si?.
Asintió lentamente, bajó la mirada, de pronto se sintió nerviosa ante lo que iba a decir, pero, sabía que contaría con él y con su ayuda.
— Yo... – No sabía cómo empezar. – quiero pedirte si no es demasiado, me gustaría que me ayudarás – Alzó la vista viendo que Kirito la incitaba a continuar con la mirada – quiero pedirte me ayudes, con mis miedos, mis inseguridades, con las secuelas que el pasado me dejó. Estoy cansada de no saber lidiar con todos mis problemas, pero, con tu ayuda, sé que podría lograrlo ¿Tú...?
— Lo haré, – Respondió antes de que Shino dijera otra cosa, esto la hizo sonreír – te ayudaré, haré que superes todo lo que te afecta, haré que te levantes y cuando vayas a caer yo estaré ahí para sujetarte, no te dejaré sola, Shino-san – Sonrió con seguridad.
— Gracias… gracias por todo – Y sin más Shino le abrazó, sintiéndose segura, tranquila, y con una gran carga ya fuera de su corazón.
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| Dulce M |
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✤𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜́ 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎✤
FanfictionKazuto Kirigaya tiene fama en su institución por haber enamorado a la mayoría de las chicas de su clase, todo lo hacía por un "Reto" que debía cumplir con sus amigos. Cuando creyó lo había cumplido, sus amigos le hicieron ver qué aún había alguien q...