•Extra 2•

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«Quiero pasar todos los días de mi vida contigo, porque con solo tenerte a mi lado puedo decir que soy inmensamente feliz»

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—. ¿Así que ya estás dispuesto a atar tu vida a ella? ¿No te parece pronto?

Preguntó Eugeo con cierta burla en su tono. Kazuto no pasó por alto aquello.

—. No, podría decir que incluso esperé demasiado para por fin cumplir uno de mis sueños.

Suspiró con melancolía al recordar todo lo que han pasado juntos estos años, sí, sin duda era ya demasiada espera, y ahora que al fin tenía la oportunidad de cumplir su sueño no esperaría más.

—. Wow, ¿cuándo te volviste tan cursi? Recuerdo que antes escuchabas a alguien decir ese tipo de cosas y tú ya estabas a nada de devolver el estómago.

—. Siempre lo he sido, y eso fue hace más de cinco años, superálo.

Contestó con cierto fastidio, odiaba cuando su amigo le recordaba esos tiempos, y no es que negara que haya pasado, pero no le gustaba que le recordara ese tipo de cosas vergonzosas.

—. Jamás, es más, cuando tengas a tus hijos me encargaré yo mismo de decirle cómo actuaba su padre en esos años, será tan divertido ver sus reacciones, incluso puedo imaginarlas.

Eugeo reía a carcajadas mientras Kazuto parecía querer matarlo con la mirada
Fue a hablar con él de un tema importante en su vida y éste sólo se burlaba.

«Que gran amigo» pensó con sarcasmo y negó con la cabeza.

Eugeo no tenía remedio. De eso ya no le quedaban dudas.

—. Eres un imbécil, vine a que me aconsejaras para pedirle matrimonio a Shino y solo te burlas en mi cara de lo patético que fui en la adolescencia, no volveré a pedirte ayuda nunca más.

Dijo dispuesto a levantarse e irse para preguntarle a Klein, quien sería más serio en el asunto, cuando Eugeo le detuvo.

—. Ok, ya, espera, te ayudaré, ¿bien? No tienes que acudir a nadie más, mientras yo te guíe todo será un éxito.

—. Más te vale. – dijo aceptando quedarse y dejarse ayudar por su amigo, si alguien aquí sabía de romanticismo ese era Eugeo, por más que su actitud demostrase lo contrario.

—. Tú confía, será perfecto.

Y esa desbordante seguridad en las palabras del rubio no hacían más que confirmarlo.

[…]

—. ¿Mañana? De acuerdo, iré.

Shino sonreía a Kirito cuando le dijo su respuesta, Kirito no podía estar más feliz en este momento, estaba por dar un gran paso en su vida.

—. ¡Será increíble ya lo verás! Puede que sea repentino pero no podía esperar más, reservé la cena en un maravilloso restaurante y quiero que estés perfecta, bueno ya lo estás pero quiero que lo estés aún más, si no, hubiera hecho la reserva para hoy.

Shino rió viendo lo nervioso y emocionado que estaba Kirito, parecía ansioso de que el mañana llegara ya.

—. Está bien, está bien, mañana iremos, tranquilo, no es la primera vez que vamos a cenar fuera, no hay razón para alterarse, ¿bien?

✤𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜́ 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎✤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora