•Extra 3•

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«Sí, acepto»

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   Se pellizcó el brazo varias para comprobar que, en efectivo, no era un sueño, podían ser los nervios por casarse en poco menos de dos horas, o podían ser sus inseguridades saliendo a flote; no lo sabía con certeza.

   Nunca llegó a pensar en que se casaría, pero bueno, tampoco creyó que alguna vez tendría amigos y mucho menos un novio, pero ahora aquí estaba, sentada frente a un espejo dejando que su madre y sus amigas terminaran de peinarla y maquillarla para que, como ellas dijeron, ‹se vea perfecta›.
Y aunque no lo creía posible las dejó, tampoco podía decirles que no.

   — Estoy tan nerviosa, ¿Y si no acabamos a tiempo? ¿Y si llegamos tarde? ¿Y si se arrepiente a último minuto? ¿Y si no le gusta como me veo? Debí elegir otro vestido, pensará que es muy sencillo y se decepcionará, ¿por qué soy un desastre? Debí hacerles caso y elegir el otro vestido, Kirito se decepcionará cuando me vea así, yo...

   — ¡Shino! Tranquilízate ya, ¿quieres?, me pones nerviosa, y no, no debes hacernos caso, este vestido te queda magnífico y Kirigaya babeará por ti, siempre lo hace, ¿o no lo notas? Te ama y estoy segura que aunque vistieras como vagabunda te seguiría viendo igual de hermosa, ¿okay? Ya relájate.

   Dijo Alice en un intento por controlar los nervios de Shino, ya que empezaba a moverse mucho y si seguía así no podrían terminar de arreglarla a tiempo.

   Liz sonrió apoyando las palabras de Alice.

   — ¡Exacto! Te apuesto lo que quieras a que cuando estén solos en su luna de miel no te dejará caminar por un buen tiempo, y eso si aguanta, eh.

   Y rió a carcajadas al ver como Shino la miraba molesta con las mejillas encendidas, pero ambas sabían la verdad en las palabras de Liz.

   — Tranquila querida, ese muchacho te quiere demasiado, te conoce desde hace años y te ha querido así, ¿cómo no va a quererte más ahora que estás vestida igual a una princesa? Sólo cálmate, todo saldrá bien, ya lo verás.

   Shino suspiró queriendo creer las palabras de su madre y sus amigas pero esa inquietud seguía ahí, supongo que como todos, los nervios son algo que no pueden faltar en eventos tan importantes como lo es casarse.

   — Está bien, está bien, me calmaré y esperaré a ver que pasa.

   Así, entre Alice, Liz y su madre terminaron de arreglarla a tiempo.
    
Subieron al auto y mientras era llevada a la iglesia Shino se puso a pensar en todo, desde que conoció a Kirito, cuando iniciaron su relación, todo lo que la ha llevado a este momento que en algún punto de su vida no creyó posible.

   Sonrió, con todos los nervios y la emoción, sonrió sabiendo que no se equivocó al elegir a ese hombre para enamorarse.

··

   Alice, Liz, Silica y Hiromi (la hija de Eugeo y Alice) entraron primero a la iglesia por ser las damas de honor. Traían puesto un vestido de gala color lila en diferentes modelos, habían acordado hacerlo así para darle un toque armonioso a la ceremonia.
   Detrás de ellas apenas entrando venía Shino con su madre tomándose del brazo. El velo que usaba cubría su rostro no permitiendo que los presentes pudieran verla con claridad; y era mejor así pues estaba que le daba un ataque por los nervios.

✤𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜́ 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎✤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora