3. •Extrañas Sensaciones•

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«Antes te habría dicho que te alejes ʏ ahora... ahora quiero que estés a mi lado»

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Fueron a su aula, algunos alumnos ya estaban ahí el profesor no había llegado lo cual era raro por qué siempre llegaba temprano, debía estar ahí desde hace 10 minutos para estar organizando sus cosas o siquiera estar ahí pero no lo estaba

— Parece que aún no ha llegado, me pregunto por qué.

Dijo Shino al aire sin darse cuenta que Kazuto estaba al lado de ella

— No lo sé, lo mismo me pregunto yo.

— ¡Ay!, Kazuto ¿Estabas aquí? Ni siquiera te había visto.

— Pues sí, acabo de llegar.

—Si, ya lo noté.

Entraron y al no estar todos los alumnos había un asiento vacío junto al de Shino así que Kazuto aprovecho para sentarse junto a ella. Se empezaron a escuchar murmullos por el salón con los pocos que estaban ahí

– ¿Por qué Kirigaya se sienta con Shino?

– ¿Que se traen esos dos?, desde ayer los vi juntos saliendo del instituto.

– Al parecer Kirigaya encontró una nueva "presa".

Era lo que se decían entre si, el último comentario le llamó la atención a Shino, ¿cómo que nueva "presa"? ¿A qué se referían aquellos chicos? Debía preguntar.

— Oye Kazuto, ¿oíste lo que dijeron?

— Si… pero no te preocupes.

— Quiero saber, ¿tú entiendes a lo que se refieren con “nueva presa”?

En ese momento Kazuto se puso nervioso, sabía perfectamente la respuesta a eso, pero no podía decírselo, recién comienza a confiar en él como para decepcionarla de la nada. Por lo que hizo lo que se le daba mejor. Mentir

—no, claro que no se que quieren decir con eso. Tal vez solo son asuntos suyos, no les hagas caso

—¿Está bien?

Dudo por su respuesta pero no le tomo importancia, quiso estudiar como siempre hacia así que saco el libro de texto para leerlo, pero no podía concentrarse ya  que estaban más alumnos en el aula y hablaban muy alto, además de todo eso Kazuto no dejaba de mirarla

Se empezaba a desesperar, hablaban cada vez más alto cuando ya no pudo tolerarlo se levantó de su lugar

- ¡Guarden silencio!

Gritó ya desesperada a sus compañeros que al oírla se callaron por un momento pero luego volvieron a hablar

—¡Si no sé calman les levantaré un reporte con el director para que se encargue de ustedes!

Con eso ya todos se callaron, no querían un reporte; los castigos que ponía el director eran muy duros o muy aburridos. Era tormentoso para cualquiera

✤𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑖𝑟𝑒𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑜́ 𝑚𝑖 𝑣𝑖𝑑𝑎✤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora