Quizás, Sólo Quizás ( WendyxMabel )

No es correcto

La castaña se levantó de la cama y bajó algo agobiada.

-¡Llegué! -se escuchó por parte de Stan Lee.

-Qué bien, tío. -dijo Mabel acercándose.

-Escucha, sé que todo esto es díficil, pero Ford es más de ciencia y eso, por lo que le cuesta mucho tratar de cambiar su forma de pensar tan radicalmente. -comenzó a decir Stan Lee mientras se sentaba en la mesa en frente de la chica- Pero, aunque no me lo esperaba, quiero que sepas que sin importar a quien quieras, jamás afectará en el como te quiero. ¿Sí?

-Gracias, tío Stan. Aún así... me siento mal... si así reaccionó el tío Ford, ¿cómo reaccionarán mis padres?... tengo miedo...

-Hey, no, no te preocupes así reaccionó Ford, pero yo también soy tu tío y no reaccioné así. Lo que quiero decir, es que tus padre te aman, sin importar a quién ames. Estoy seguro.

-Gracias jaja, lo necesitaba. -dijo la castaña con algunas lágrimas en sus ojos.

-Y bueno, ¿me dirás quien es ésa chica que conquistó a la gran Mabel Pines? -dijo Stan Lee divertido.

-Jaja, ya la conoces.

-¿En serio?

-Sip

-¡Ya sé!, Pacifica Noroeste, ¿verdad? Ya sabía yo, hacen una increíble pareja, aparte...

-¿Qué? No, claro que no. -dijo la castaña sorprendida.

-¿En serio? Vaya, adiós a mi ship.

-Jaja, lo siento, pero sigue tratando.

-Meh, ya qué sentido tiene. Si no es Mabcifica no quiero.

-Jajaja, inténtalo, es alguien que conoces y que te cae bien. -dijo la castaña divertida.

-Mmm, no sé. Ya dime pues.

-Es Wendy, tío Stan.

-¿¡Wendy!?

-Jaja, sí.

-Vaya, ésa chica. Te saca buena edad, ¿eh?

-Lo sé jaja.

-Bueno, si tú la quieres, entonces tienes mi total aprovación para estar con ella. -dijo Stan Lee con una sonrisa.

-Gracias, tío Stan. La verdad es que aunque fuimos novias ella se equivocó, yo lo terminé de hechar a perder, y ahora que sé que lo que pasó no fué su culpa, no entiendo por qué no le digo que quiero estar con ella.

-Deja de andar con rodeos y dícelo. Ni que te fuera a dar algo.

-Pues no, pero creo que por desquite salí con Gideon.

-¿Cómo? ¿Con Gideon?

-Sí...

-¡Ése pequeño patán de nuevo! Mabel, tienes que hablar hoy mismo con Wendy. -dijo Stan Lee levantándose de la mesa y parando también a la chica.

-P-Pero, ¿cómo se supone que se lo diga? Le he hecho mucho daño... -dijo la castaña tomando el collar en su cuello- ¿y si no me perdona?

-Si de verdad te quiere te perdonará. Confía. -dijo Stan Lee para darle una palmada y luego irse.

-Sí. Muy bien, iré con ella. -dijo la castaña comenzando a caminar hacia la puerta.

-¿Ir a dónde? Claro, si se puede saber. -dijo Stan Ford apareciendo enfrente de la chica.

-B-Bueno, la verdad es que... quiero... quería... ir con... W-Wendy... -dijo la castaña nerviosa.

-La chica a la que según tú quieres, ¿no? -dijo Stan Ford serio.

-No es según yo, tío... así es. -dijo la castaña algo intimidada.

-Ajá. Bueno, no puedes ir. -dijo Stan Ford cortante.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Hija, piensa en todo hasta ahora. ¿No crees que tienes algo? Se debe de tratar de alguna enfermedad, a las chicas no les gustan otras chicas, no es normal. En el principio se hizo a hombre y mujer, no a dos mujeres.

-Tío Ford... yo no sé si me gustan las chicas o los chicos, lo único que sé es que me gusta Wendy, no te pido que lo aceptes, te pido que me entiendas.

-Pero es que Mabel, ¿Cómo se supone que voy a entender algo así?

-Imagina que te enamoras, que quieres a alguien a tal punto que prefieres su felicidad sobre la tuya, pero de quien te enamoraste no es como los demás, no te hace ser como la mayoría, pero tú estás dispuesto a soportarlo. Por esa persona. Lo único que necesitas es que las personas importantes para tí lo entiendan... que se pongan en tu lugar, y con éso puedes ir en contra del resto del mundo, pero... ¿y si esas personas te dan la espalda? ¿Y si no te puedes respaldar en nadie? ¿Y si pierdes contacto con todos, sólo por amar único y diferente? Tío Ford... no le pido que cambie sus ideales o creencias, le pido que me siga amando aunque ame diferente.

-Yo... está bien... -dijo Ford rindiéndose- pero sólo quiero aclarar que no estoy a favor de esto.

-¡Gracias! -exclamó la castaña feliz para después darle un rápido abrazo y salir por la puerta, dejando a cierto tío con una sonrisa en el rostro.

Se sentía feliz, era verdad que aún le preocupaban sus padres, pero sentía que un enorme peso le había sido quitado de sus hombros.
Ahora, sólo restaba lo único que le importaba: Wendy Corduroy