La Bienvenida

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Era una mañana soleada, perfecta para llegar a ése lugar que tanto habían extrañado ella y su hermano.
Bajaron del autobús, estaban emocionados y nerviosos, después de todo, ya tenían 16, y hacía 3 años que no visitaban ése hermoso pueblo.

Caminaron cierto tramo para después encontrarse con todos sus amigos reunidos con un gran cartel en sus manos "Bienvenidos de vuelta". No podían creerlo. Estaban todos ahí, Candy, Grenda, el tío Stan, Soos y Wendy.

La castaña no pudo evitar sentir algo de sonrojo al ver a la pelirroja de nuevo, estaba feliz, pero era una felicidad diferente a la de sus otros amigos. Igual, no le tomó mucha importancia.

-Oww, ¡chicos! Gracias! -exclamó Mabel-  es bueno estar en casa de nuevo, los extrañé tanto.

-jaja todos, -continuó Dipper- pero creo que ahora lo ideal es llegar a la casa y acomodar nuestras cosas. Estoy algo cansado.

-Tienes razón muchacho!-le respondió Stan- pero mira que grandes están ambos! Cuanto han crecido! Creo que lo de ser gemela alfa se acabó jaja.

-Ni que lo diga jaja.

Cruzaron miradas, la gemela se puso algo nerviosa por la mirada penetrante de la pelirroja, pero se pasó. A fin de cuentas, es sólo la emoción. ¿No?

Llegaron a la cabaña. Todo seguía exactamente igual. Y pato! Cuanto había crecido en ésos años!
Los gemelos se instalaron en su antigüa habitación, vaya que se sentía bien volver!
El resto del día fueron pláticas y risas entre amigos.
Por la noche, ya que estaba por salir, Wendy les propuso una salida a los gemelos:

-¿Y si mañana salimos de paseo? Ya saben, para ponerse al corriente.

-Sí! -contestó inmediatamente la castaña, a lo que un poco apenada por su exaltación corrigió:- Digo, supongo que podríamos ir, después de todo, no tenemos planes, ¿no Dipper?

-Deja de hablar por todos Mabel, tengo que organizar todo. Pero no te preocupes, tú puedes ir.

La pelirroja esbozó una sonrisa mientras decía:

-Muy bien, entonces seremos sólo tú y yo Mabs.

-Jeje sí...-contestó Mabel entre apenada y  nerviosa.

Era de noche ya, Mabel se fué a dormir temprano, tenía que descansar.

Al día siguiente se comenzó a vestir: pantalones negros, tennis blancos y suéter rosa. Decidió ponerse una Diadema y dejarse el pelo suelto. Estaba lista, por lo que bajó a desayunar.
Estaba hablando entretenidamente con su Tío cuando tocaron la puerta, Mabel abriría. Por lo que se paró de la mesa, y avanzó hacia la puerta.

-Wendy?-dijo Mabel algo extrañada pues aún era algo temprano- No te esperaba tan pronto, pasa.

-Gracias, perdona, se me había olvidado decirte que pasaría temprano por tí.

-Jaja no te preocupes, de todas formas ya estoy lista, sólo subo a cepillarme y bajo en un instante.

-Bien, yo te espero.

Mabel bajó. Y al arreglarse el pelo, haberse maquillado muy ligeramente, y llevar ése outfit, la pelirroja se sonrojó al no poder evitar notar que ya no era la misma niña de 12 años.

-Te ves linda mabs -dijo Wendy-, ¿Lista para la cita?

-C-claro-respondió algo nerviosa Mabel ya que la pelirroja había usado la palabra "cita" y la había llamado "linda"- Vamos.

Quizás, Sólo Quizás ( WendyxMabel )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora