Quizás, Sólo Quizás ( WendyxMabel )

Continúa.

-¡Jaja! ¡En tu cara Dipper! -se burlaba la castaña mientras reía- ¡Jamás vencerás a mi chica!

-¿Así que ahora soy tu chica? -cuestionó la pelirroja pícara ocasionando nerviosismo en la menor.

-E-Em... bueno... yo... -trató de decir la castaña sumamente sonrojada ocasionando una fuerte risa por parte del gemelo y una risita enternecida y divertida por parte de la mayor.

-Jajaja, no tienes derecho a presumirme nada Mabel. No considerando tu estado. -dijo el castaño divertido ocasionando enojo y ruborización en su hermana.

-Buen punto. Pero de todas formas, no quita el hecho de que jamás podrás vencerme en el billar. -dijo la pelirroja de manera altanera ganándose un bufido por parte del chico.

-Seh, como sea. -soltó el chico indignado mientras rodaba los ojos.

-¡Chicos! ¡Llegó la pizza! -anunció grenda desde el piso inferior.

-¡Perfecto! ¡Voy para ayudarles! -respondió la pelirroja para después darle un beso rápido en la frente a su castaña preferida y luego desaparecer de su vista al bajar las escaleras.

El par de gemelos miró a la chica con una sonrisa desaparecer mientras bajaba las escaleras.

La castaña suspiró. El castaño le miró.

-De verdad es increíble, ¿no? -soltó el castaño mientras miraba a su hermana.

-Por supuesto. La mejor. -contestó la chica con una sonrisa.

-Claro que sí. -dijo el castaño negando por su pregunta tan tonta, por lo que divertidamente decidió preguntar algo más- ¿Sabes? Entiendo perfectamente porque te enamoraste de ella, pero lo que no entiendo es: ¿Por qué ella se enamoró de tí?

-¡Hey! -soltó la castaña divertida mientras le daba un cadazo en el brazo al chico- ¿Qué te puedo decir? Soy genial. Eres mi hermano, deberías saberlo jaja.

-Claro... pero... si definimos tu genialidad, yo soy tan genial como tú. -dijo el castaño con una sonrisa triste- Comprendo que te haya escogido, y es verdad que tal vez haya tenido razón porque tú le ofreces muchas cosas que yo no, pero... ¿sabes? Yo también le ofrezco muchas cosas que tú no. Somos diferentes, pero a la vez muy parecidos Mabel.

La castaña miró con tristeza a su hermano detenidamente para luego suspirar y posar su mano sobre la de él.

-Lo siento. Te gustaba desde mucho antes y siempre te esforzaste por ella. Yo toda tonta, llego un día y me enamoro y hago que ella también lo haga de mí. Lo siento, si somos justos ella debería qudarse contigo... pero nosotros no escogemos... ella lo hace. -dijo la castaña mirándole- Sabes que le amo, ¿no?

El castaño le miró a los ojos y soltó una pequeña risa mientras asentía.

-Claro que sí. Pero también sé que te ama. -dijo el castaño mirando fijamente a su hermana- No entiendo... tal vez el amor no es para mí Mabs.

-Claro que sí... siempre hay alguien, incluso si a veces no es fácil, si es la persona indicada, sabrás que valió la pena.

-Pero, ¿cómo sabes si es la indicada?

-No lo sabes, sólo te arriesgas. -dijo la castaña mientras ahora bajaba la mirada mientras sonreía hasta sus manos entrelazadas- Habrá veces que tendrás que esforzarte, porque tal vez la persona que te tocó amar está dañada, pero si de verdad le quieres, estarás ahí para ella, le querrás, y le esperarás. Es lo que es amar, a veces se hacen sacrificios, pero si también te ama, con el tiempo estará dispuesta a correr también ese riesgo.

-Yo...

-¿¡Quién tiene hambre!? -exclamó cierta pelirroja desde las escaleras mientras venía con dos cajas de pizza.

El par de gemelos se observaron mutuamente y luego sonrieron para así regresar a la realidad.

-¡Yo pido de pollo! -exclamó la castaña mientras llegaba al lado de su pelirroja así dejando al otro castaño con una sonrisa.

Tal vez... sólo tal vez... valdría la pena arriesgarse por Gideon.