V

5.4K 841 114
                                    

Taehyung se encontraba demasiado emocionado. Caminaba dando leves saltitos mientras tarareaba alguna canción que salía por su cabeza sin ser una en específico. En su espalda cargaba su pesada mochila, pero aquello no le importaba, más importante era aquel sobre de color amarillo pastel que llevaba en una de sus manos.

La noche anterior no durmió por escribir aquella carta. Pasó horas y horas pensando qué escribir, cómo escribirlo, con qué escribirlo, si debía poner un sticker de corazón o dejarlo así, simple. Fue complicado.

Finalmente se decidió por escribir una simple nota, como decoración la había puesto en aquel sobre que había robado de los cajones de su madre alguna vez. Para que el sobre se cerrara simplemente puso un sticker de una zanahoria que había encontrado en sus cajas de cuando era niño. Recuerda que él había comprado aquellas pegatinas por el simple hecho de que le recordaban a Jungkook, aquel niño parecía un pequeño conejito.

Por primera vez en mucho tiempo, Taehyung fue uno de los primeros en llegar a aquella institución y fue el primero en llegar a su aula. Su plan era perfecto.

Jungkook llegó tan solo unos minutos más tarde, al entrar al aula se encontró que ésta estaba vacía, como siempre. Como habitualmente hacía, el castaño se dirigió a su asiento. Estando ahí se topó con un sobre.

-¿Y ésta rosa?..- Preguntó Jeon tomando la carta en sus manos. Rió por sus tontas ideas. -Ver esa novela realmente me está afectando- Carcajeó para él mismo.

Apoyó su mochila en su mesa, movió su silla para poder sentarse en ésta y apoyó sus codos sobre su mochila, aún con aquel sobre de color amarillo patito entre sus manos. Inspeccionó un poco aquel sobre, pero no encontró nada en especial, tampoco había un olor impregnado en este por lo que no podía saber sí quiera quién lo había dejado ahí, por lo que decidió abrirlo. Si estaba en su asiento significaba que era para él, ¿No?

-¡Buenos días, gente aburrida!- Entró gritando Taehyung dando un portazo que asustó demasiado al pequeño omega, pero que inmediatamente se relajó al sentir el suave aroma a almendras que el contrario desprendía.  -Oh, llegué temprano..- Fingió viendo a su alrededor, notando que el aula estaba vacía de no ser por.. -¡Jungkookie!- Dijo feliz mientras se acercaba al menor. 

Kim tiró por algún lugar de aquella gran aula su mochila, y se sentó en el lugar más próximo de Jungkook, quien a su vez, atrajo aquella carta a su pecho, intentando protegerla y que el mayor no la vea.

-¿Oh? ¿Qué tienes ahí?- Preguntó curioso el alfa. El omega mostró levemente el sobre. -¿Es acaso una carta de amor?- Volvió a cuestionar divertido haciendo sonrojar al menor, su actuación había mejorado en estos últimos años. -¡Ábrela, ábrela, ábrela!- Animó el castaño con una gran sonrisa en un intento de tapar su verdaderas emociones.

El menor, siguiendo los consejos de su amigo, abrió con suma delicadeza aquel sobre. Una vez abierto se encontró con un trozo de papel y a medida que lo iba sacando iba leyendo lo que decía, hasta que terminó de leer todo el mensaje.

"¿Sabías que tu sonrisa enloquece?

A mi me enloquece.

No dejes de sonreír porque sigues siendo hermoso.

V."

Un leve sonrojo se formó en las mejillas del menor.

𝙲𝚘𝚗𝚜𝚚𝚞𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora