VIII

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Como otro día más, Jungkook se dirigía a su asiento. Desde lejos podía ver aquel papel de color amarillo, al lado de este había una bolsita pequeña que dejaba traslucir los dulces que había adentro. La ilusión en los ojos del castaño se hizo presente y lentamente se acercó a su asiento con una sonrisa plasmada en sus labios. Quien fuera que dejase esas notas era una persona muy cariñosa.

"Tu sonrisa ilumina 

mis días grises,

no dejes de sonreír.

V."

Jungkook sonrió dulcemente ante tal comentario, luego del suceso de hace dos semanas solo podía pensar que su única función era complacer a estúpidos alfas y traer cachorros al mundo. Tampoco estaba seguro que aquel desconocido sea un alfa, podía ser un beta o hasta un omega, pero se sentía plenamente reconfortado con aquellas simples palabras.

-¿Otra vez?- Habló Jimin dejando su mochila en el asiento al lado del menor. 

El pequeño castaño asintió, guardando la nota y tomando la bolsa con dulces para abrirla y sacar dos dulces, uno para su amigo y otro para él.

-Debe conocerte bien- Acotó el rubio al ver los dulces que la bolsa contenía, eran los dulces favoritos de aquel omega con olor a jazmines. -Son tus dulces favoritos- Dijo riendo al ver que Jeon no comprendía el mensaje.

El castaño comprendió a lo que se refería, tenía razón. Aquellos dulces de chocolate eran sus favoritos. 

-Seguro me vio comerlos...- Se justificó con la misma excusa de siempre.

Su amigo asintió no muy convencido. 

Al rato vieron entrar al alfa del grupo por la puerta del salón. El salón se inundó con el aroma a almendras que el alfa desprendía por lo que Jungkook corrió emocionado para luego ser envuelto por los cálidos brazos del alfa.

-Por lo que veo te llegó otra nota del desconocido- Habló Kim mientras dejaba su mochila en su respectivo asiento y veía la bolsa que el omega aun tenía en sus manos, éste asintió efusivamente. -Parece que quiere cortejearte- Su tono de voz era pícaro, haciendo sonrojar al menor.

-No! Es simplemente... ¿Alguien que quiere alegrar mí día?- Dijo sonriendo con un leve sonrojo mientras le mostraba a su amigo la bolsa de caramelos, para luego girarse.

-Le llaman Romeo- Bromeó el rubio mientras veía aquella famosa bolsa por sobre el hombro del omega, quien le daba la espalda.

-Es realmente tierno- Las palabras de Jungkook casi provocan un sonrojo en Taehyung, pero lo ocultó rápidamente.

Hacía ya varias semanas que recibía aquellas notas, siempre diciendo algo dulce de su personalidad o alagando su rostro, a veces estas estaban acompañadas de alguna flor o de algún chocolate.

-¿Me das un dulce, Kookie?- Llamó el de ojos almendrados, el menor apretó su bolsa de dulces y negó.

-Ah no, hermano- Habló intentando imitar el meme. -Consiguete la tuya- Burló mientras sacaba su lengua. -Mentira- Rió divertido por la expresión ofendida de su amigo castaño. -Ten!- Metió su mano dentro de la boca de la bolsa y tomó uno de sus tantos caramelos para luego entregárselo al mayor.

-Te ves animado- Acotó el rubio mientras veía a su amigo con una gran sonrisa. Jungkook sonrió tímido.

-Hay veces que el desconocido me hace olvidar lo malo que es ser omega..- Respondió con un tono de voz bajo mientras se encogía de hombros.

Taehyung, por su parte, intentaba ocultar la gran sonrisa que su rostro amenazaba con formar. No sabía si estaba conquistando al pequeño omega, pero estaba seguro de que al menos lo hacía feliz y aquello era el mejor regalo que podía recibir a cambio de sus notas.

𝙲𝚘𝚗𝚜𝚚𝚞𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora