XXIII

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Las almas predestinadas tienen un hilo irrompible, aquel hilo los une desde tiempos inmemorables y en cada vida se las arregla para volverlos a unir. Nadie sabe cómo explicar aquel vínculo, no es algo que uno decidida, simplemente son almas gemelas.

Tahyung corría desesperado por las calles de Seul, no tenía idea de hacía donde iba ya que solo seguía sus instintos. En su pecho sentía un dolor inimaginable, pero no parecía pertenecerle, pertenecía a su omega, pertenecía a Jungkook. A su predestinado.

Sus instintos lo llevaron a un hospital. No dudó ni un segundo y entró rápidamente, buscando desesperado al pequeño omega.

-Busco a Jeon Jungkook, creo que puede estar aquí- Le habló a la recepcionista de aquel lugar con olor a muerte, o al menos así lo sentía él. Se sentía morir.

La omega detrás del mostrador buscó rápidamente el nombre de aquella persona cuando pudo sentir el aroma del alfa. El normal aroma a almendras que desprendía se veía afectado por la preocupación que tenía con respecto a su menor.

-Taehyung..- Llamó un pelinegro. Era Yoongi, el mismo que había traído a Jungook luego de ver como éste se desplomarba en el suelo.

El nombrado se giró rápidamente y allí se encontró con el rostro de sus dos amigos, Jin también había venido a penas escuchó el por qué su novio no había llegado a su cita. Sin dudarlo mucho más, los tres se abrazaron.

-¿Qué diablos hacen aquí?- El castaño intentó retener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Demasiadas emociones por un solo día.

-Vinimos por Kook- Explicó brevemente Jin. -¿Sabes qué le sucedió?- Preguntó preocupado acercándose a su novio para tomarle la mano. -Yoongi solo lo trajo hasta aquí, pero no sabe los detalles de lo que le sucedió-

-Quiero preguntarles algo antes...- Los dos mayores asintieron. -Ustedes son predestinados, ¿Cómo se dieron cuenta?- Jugó con sus dedos levemente, no moviéndose de su lugar.

-Era un sentimiento raro, siempre podía saber cuando Jin se encontraba mal, a veces hasta escuchaba sus pensamientos- Yoongi tenía fruncido su rostro intentando recordar aquellos sentimientos y sensaciones que ahora se sentían tan lejanas, siendo ahora, algo cotidiano para la pareja. -Sin contar la gran atracción que sentimos en el primer momento- Rió al recordar su encuentro. -¿Por qué?- Cuestionó.

Taehyung intentó contestar pero se vio interrumpido.

-¿Familiares de Jeon Jungkook?

-Yo!- Habló el castaño, levantando su mano mientras se acercaba a aquel beta de bata blanca.

-Mire- Habló aquel médico una vez se separaron de los otros dos chicos. -El joven Jeon se encuentra en un estado estable- El interior de Kim se relajó. -Aún así, si no encontramos un alfa con el que él se sienta a gusto, rápidamente su situación puede empeorar- Veía los papeles con seriedad.

-¿Por qué empeoraría?- El alfa realmente no entendía mucho de medicina, no se sentía realmente interesado por aquella área, pero ahora se arrepentía mucho.

-El joven tiene síntomas de una enfermedad que afecta al corazón- Transpiración helada recorría la nuca de Taehyung. -Creemos que puede tratarse de la enfermedad de corazón roto- Volvió a hablar el beta al notar la gran preocupación del alfa, que pronto se volvió confusión. -Debido a qué Jeon presenta síntomas de depresión, su omega buscó aferrarse a algún alfa, éste fue rechazado por el alfa al que se aferró por lo que es seguro que no querrá aferrarse nuevamente al mismo, lo más factible sería buscar a su predestinado- Explicó algo cansado. -Si no llegara a tener uno... Empeorará y...- El beta no siguió hablando.

Taehyung sentía que sus piernas flaqueaban. ¿Cómo no se dio cuenta del estado de su pequeño Jungkookie?

𝙲𝚘𝚗𝚜𝚚𝚞𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora