XVI

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Taehyung no había podido responder a dicha pregunta ya que justo en ese momento, ingresó el omega rubio por la puerta preguntando si alguno tenía dinero para un taxi, situación que Jungkook aprovechó, saliendo disparando de la casa del alfa, dejándolo solo y con una nueva duda existencial.

¿Te das cuenta que nunca dejas de aplaudir?, si no que el intervalo entre cada palmada cada vez se hace más grade, habló su lobo.

-¿Qué mierda..?- Preguntó en un susurró, los dos omegas ya habían vuelto y se encontraban en la cocina de su departamento organizando la comida que habían comprado.

Te ayudo a generar nuevas dudas existenciales, habló orgulloso de él mismo.

Taehyung negó molesto. No había caso, su lobo era un completo idiota.

¿Y si las plantas son las que nos cultivan, dándonos oxigeno para que eventualmente nos pudramos en el piso y seamos su alimento?, su lobo volvió a hablar pero en ese punto Kim ya no estaba escuchando, solo estaba atento a los dos omegas que se acercaban a él.

Cuando los dos chicos se sentaron en el sillón, justo al frente del alfa, invadiendo con sus aromas el espacio personal del mismo, el lobo de Taehyung se calló prestando atención únicamente a Jungkook, que emanaba un olor triste.

-Se que Jungkook no lo va a decir, por lo que hablaré yo- Bufó el rubio conociendo a su amigo. -Taehyung, el señor Jeon golpea a Kookie- Todos los sentidos de Kim se pusieron alerta, sus colmillos amenazaban con salir y su aroma se expandía en un intento de proteger al omega más pequeño.

Jeon se achicó en su lugar, no quería que sus problemas llegaran a oídos de sus amigos, no quería que estos se preocuparan. Tampoco se sentía preparado para responder a todas las preguntas que seguro le harían así que recurrió a lo que mejor sabía hacer. Fingir.

-Estoy bien, Jimin- Intentó asegurar con una sonrisa engañosa.

-Entonces muestra tus muñecas- Taehyung solo dirigía su mirada de omega a omega. El nuevo omega negó asustado, sus ojos agrandándose con pánico. -¡Jeon Jungkook!- Gritó el mayor de los tres pero solo logró que el menor corriera a la habitación del alfa, con miedo de ser juzgado, con miedo de ser golpeado.

-No te dejaré morir tan fácilmente, escoria- La voz de su padre sonaba aún si estaba en la habitación del alfa, rodeado de su aroma protector. -Te mataré con mis propias manos lentamente- Jungkook se sentía asfixiado, no podía respirar aún si no tenía nada que evitara dicha acción.

Tranquilo, todo esta bien, Jeon se repitió aquello varias veces en su mente. Su cuerpo temblaba y la voz de su padre no dejaba de reproducirse en su cabeza.

La puerta de la habitación se abrió provocando que el menor se achicaran en su lugar, haciéndose una bola en el suelo. A los segundos, el aroma de almendras que desprendía Taehyung, llegó a sus fosas nasales, entrando en su interior y relajando completamente todos sus sentidos. Su lobo se agitó contento.

La niebla había desaparecido. Finalmente pudo respirar.

-Jungkook- El alfa habló suavemente, con cariño y miedo de que el omega reaccionara mal, que se volviera alejar.

El menor sentía su corazón latir, se sentía vivo.

























Especial 3/3

𝙲𝚘𝚗𝚜𝚚𝚞𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora