TOMA 1 ACCIÓN

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TOMA 1 ACCIÓN


El aire en la habitación, cuyas puertas y ventanas se mantenían completamente cerradas y bloqueadas por gruesas cortinas, estaba cargado de aromas propios del encuentro de dos cuerpos ardiendo en deseo mezclado con la variedad de plantas que decoraban el suelo y las paredes. Sumergiéndolos en un ambiente húmedo y sofocante, pero a su vez placentero e íntimo.

El chirrido de la cama era inevitable cuando el movimiento ejercido sobre esta era desbordante, así como los gemidos de éxtasis que escapaban de la boca de ambos amantes que hacían de las sábanas y almohadas un desorden que se extendía por todo el suelo.

—Chuun...- Repetía Takato entre cada embestida que golpeaba su trasero y removía sus entrañas. — ¡chuunta, no puedo más!

—Takato san. - Susurraba Junta cerca del oído de Takato al tiempo que pasaba lentamente su lengua probando el sabor que solo él tenía el privilegio de probar. — ¿Cómo puedes decirme que pare cuando tu cuerpo grita que lo tome? - Decía mientras embestía con más fuerza llegando a lo más profundo de su amante, sintiendo como este se tensaba y su interior le apretaba con fuerza su miembro insaciable.

—Chuuuuntaaaaa...ahiiií, más, más...me voy aa....aaahh...

El orgasmo llegó entre espasmos y fuegos artificiales que nublaron su mente y vista. Por un momento solo fue consciente de su deseo saciado y sin fuerza alguna se desplomó en la cama: exhausto, con la respiración entrecortada, las mejillas rojas y ojos llorosos. — Chunta, abrázame fuerte.

—Takato san... luces tan delicioso. - Junta observaba la obra que ambos habían creado. Lentamente deslizó su miembro fuera de su amante, provocando escalofríos en ambas partes. — Eres mío, solo mío, te amo, te amo tanto.

Junta seguía despierto contemplando el tranquilo rostro de su compañero, no podía creer la inmensa felicidad que sentía en su corazón por estar a su lado. Gentilmente pasó sus dedos por las pestañas, nariz y boca de Takato, grabando sus facciones y adorándolo cual si fuera su Dios.

No quería parar, pero si no lo hacía su amante podría despertarse, y este, tenía muy temprano una reunión con el productor Kazuomi. Antes de cerrar sus ojos acercó hasta su pecho el cálido cuerpo a su lado, sintiendo por completo su respiración. Besó tiernamente su mejilla y así se dejó arrastrar al mundo onírico.

Sin duda alguna, para él, esta era la mejor y única manera de dormir bien.


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—Chunta, hoy llegaré pasadas las 11:00 pm. Es el día más ocupado de mi agenda, así que no me consideres para la cena. - Decía Takato al tiempo que cortaba su omelette, acompañado con una Trenza de Almudévar y zumo de naranja que Azumaya había preparado. — Mmm... esto está muy bueno, nunca había probado un pan tan delicioso. De verdad, ¿lo hiciste tú?

—¡Claro que lo preparé yo!, Antonio solía llevarlo a casa así que aprendí cómo hacerlo. ¡Estoy tan feliz de que te guste, te lo daré cada mañana! – Unas pequeñas alas de ángel salieron de su espalda y revoloteando se acercó a la mesa para tomar lugar frente a su amado.

Mirando con cautela el pan en su mano, Takato indicó: — Si me lo das cada mañana engordaré, pero gracias. Tus desayunos son los mejores. – Enseguida, miró a un lado con las mejillas rojas, tapando su boca con la servilleta. Acción que para nada pasó desapercibida para Junta.

EL PAPEL DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora