ESCENA POST-CRÉDITO

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UN AÑO Y MEDIO DESPUÉS.

-Si me sigues viendo así crearás un agujero en mi cabeza – decía el ojiazul jalando la cobija hasta su barbilla.

-Solo me aseguro de que duermas bien, mi amor - sonreía Junta recargado sobre su mano. Su brazo acomodado en escuadra sobre la almohada le daba el soporte que necesitaba.

-Haces un excelente trabajo, tuve un sueño muy agradable – exclamaba apretando los ojos y dejando salir un gran bostezo.

-¿Sí? Y... ¿se podría saber qué soñaste? – preguntaba al tiempo que pasaba su brazo izquierdo por la cintura del mayor para atraerle hacia él.

-Mmm, soñé con Suzuku...

-Oh, entonces sí que fue hermoso – dijo besando la frente de Takato.

-Sí, y platicamos de ti, creo le caíste bien, le dije cuán amable, atractivo y talentoso eres. Ella te habría adorado, Chunta – susurró juntando sus labios con los del castaño, quien de inmediato le correspondió.

-Y ¿también le dijiste que te amo con toda mi alma? – dijo levantando el rostro del azabache.

-Sí y también que yo te amo con esa misma intensidad- confirmó pasando su lengua húmeda sobre los carnosos labios del ojiverde provocándole un agradable cosquilleo.

-Por favor no me tientes de esta manera o no podré controlarme – susurró Chunta sobre los labios del otro.

-No quiero te detengas – respondió de inmediato –te necesito – rogó Takato.

Pronto una lengua juguetona invadió la boca del ojiazul, sellando así sus palabras. Takato jadeó ante el contacto, esta se movía ágilmente probando cada rincón de su cavidad, bailando al compás con la propia. La temperatura en ambos cuerpos subía, el sonido húmedo que escapaba impregnaba de erotismo el ambiente. Era un beso apasionado, necesitado y a la vez, cargado de ternura y del más profundo amor.

Takato sentía como si el pecho fuera a estallarle en cualquier momento al tiempo que un hormigueo agradable le recorría desde la cabeza hasta la punta de los pies. Se sentía tan bien que la sangre acumulada en su rostro comenzaba a bombear hacia el miembro entre sus piernas; el cual, lentamente iba despertando del letargo en el que se encontraba gracias a la insistente estimulación de las caricias que subían y bajaban por todo su cuerpo.

Tras unos minutos de intenso besuqueo, Junta decidió que quería probar algo más. Este tiró de las sábanas hasta hacerlas caer en el piso, dejando al descubierto el indefenso cuerpo tendido en la cama.

-¡AAah! – exhaló el ángel ante la visión frente a él. Con movimiento ágil se posó sobre el esbelto cuerpo – ¡luces increíblemente apetecible! – dijo con una voz cargada de deseo mientras las esmeraldas que tenía por ojos brillaban intensamente con una hambre bestial.

Takato quien intentaba recuperar el aire después del intenso contacto de sus bocas, lucía un rojo furioso en sus mejillas. Los ojos totalmente nublados por la excitación le llamaban, y una nada discreta erección se exponía orgullosa abultando su ropa interior.

Sin pensarlo dos veces, el ángel decidió que quería probar más del platillo de primer nivel que se le ofrecía; en consecuencia, pasó su lengua por el cuello del mayor, seguido por los hombros, clavícula y pecho, dejando en el camino un rastro de marcas y saliva.

-¡AAH, eso me gusta! - exclamó Takato al sentir la presión húmeda y caliente sobre sus pezones – ¡aagh no lo muerdas! – suplicaba.

-¿Seguro que no quieres Takato?, tu cuerpo me dice que lo está disfrutando - soltó Junta mientras posaba su mano derecha sobre el miembro pulsante del actor.

EL PAPEL DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora